A lo largo de su carrera como bailarina, Evie Lyrian se había enfrentado a un sinfín de retos y dificultades. Había pasado por desvelos, heridas, decepciones, altos estándares de exigencia; todo por el gran amor que le tenía a la danza. Y a pesar de ello, nunca nada la había estresado tanto como el tener a Judy y Nick como alumnos.
Cada tarde, una vez terminado su turno, ambos policías se dirigían a la academia. Evie agradecía su constancia y trabajo duro, y fue por eso que los primeros días transcurrieron sin problemas. El verdadero problema surgió cuando comenzó a enseñarles a bailar en pareja. Con solo una vez de intentar le bastó para darse cuenta de que a ambos les encantaba tener el control. No importaba de qué forma le tratase de explicar, ello no parecían querer entender. Y eso, a la larga, solo complicaba las cosa y comenzaba a agotar la paciencia de su profesora. Siempre terminaba en lo mismo: ambos discutiendo, reclamando al otro por lo que no salía bien; y esa tarde no fue la excepción.
-¡Deja de empujarme!- exclamó Judy.
-¡Entonces avanza!- respondió Nick. -No puedo hacerlo todo yo.
-Nadie te esta pidiendo que lo hagas. ¡Solo haz tu parte y ya!
-¡Eso hago! Eres tú quien no parece entender como funcionan las cosas.
Evie permanecía apoyada en la pared junto a la ventana, esperando a que se calmaran como las últimas 2 noches. Soltando un suspiro, miró hacia el exterior, observando la belleza nocturna de Zootopia. Por alguna razón, los recuerdos siempre la invadían al escucharlos, recordando a una joven discutiendo de una forma muy similar con un alto chico de rebelde cabello rojizo.
"¡Entiéndelo, Evie!" aún podía escuchar su voz en su cabeza. "¡Deja de querer tener el control de todo!"
Suspiro nuevamente, cerrando los ojos por un momento con un gesto meditabundo. Tras unos segundos, los abrió y se giró para contemplar a sus alumnos.
"Son tan parecidos a nosotros..." pensó, sin quitarles la visa de encima.
Entonces una idea vino a su mente de inmediato. Mientras ellos continuaban en una acalorada discusión, Evie comenzó a estructurar un plan en su mente. El problema era obvio: ninguno quería ni iba a ceder el control, por lo menos no por las buenas. Sus naturalezas y orgullos no se los permitían.
-¡Basta ustedes 2!- exclamó por fin la joven bailarina con firmeza. A pesar de ello, sonaba extrañamente tranquila. De hecho, una sonrisa picara comenzó a formarse en su rostro. -Deben entenderlo de una buena vez: ambos no pueden tener el control siempre.
Judy y Nick se cruzaron de brazos, fulminando al otro con la mirada. Era muy notorio que ninguno tenía ánimos de nada, pero no les quedaba opción. Les quedaban 4 días y era una oportunidad que no podían dejar ir; solo por eso seguían ahí. Evie se limitó a respirar profundamente, mientras se quitaba la mascada que tenía alrededor del cuello.
-Tal parece que tendré que trabajar con ustedes de una forma un tanto... diferente- dijo mientras se acercaba a Judy y la hacía dar unos pasos al frente. La chica relajó su postura, observando a su profesora con extrañeza. Nick arqueó una ceja, visiblemente confundido. Sin embargo, Evie solo sonreía mientras continuaba hablando: -El baile es casi un hechizo- comenzó a enrollar la mascada -un ejercicio de absoluta confianza y perfecta sincronía- comenzó a colocarla sobre los ojos de Judy, quien se puso tensa de la sorpresa. -Debes relajarte y, sobre todo, confiar en tu compañero.
-Pero...- a pesar de sus dudas, Judy dejo que Evie la guiara con pasos cautelosos.
-Son policías, se enfrentan al peligro todos los días- la bailarina le indicó a Nick con una seña que se acercara. -Para eso tienen también a un compañero, para cubrirse las espaldas el uno al otro- cuando colocó la mano de Judy sobre la de su compañero, Evie alcanzó a percibir como se ponía tensa y se alejaba, como si hubiese recibido una descarga eléctrica. -Confía- le dijo para relajarla. -Si confías en él, no habrá nada que pueda salir mal.
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Universos Encontrados
ActionTras despertar de una extraña pesadilla, Judy no puede dejar de pensar al respecto: ese mundo donde todos son animales la confunde. Y es imposible concentrarse en algo más cuando tal parece que, en este y el otro mundo, su camino esta destinado a cr...