CAPITULO IV

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Esta historia apenas comienza

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Esta historia apenas comienza

Agustín se levantó resignado por lo que estaba por ocurrir en su vida, aceptando la realidad está dispuesto a intentarlo y conocer a la a profundidad a la joven Ella, era el tipo de mujer con el que nunca le había tocado lidiar

De alguna forma le gustaba lo desconocido, pero el sabía que le iba a causar muchos dolores de cabeza, sentado en su cama frotando su cien y respirando profundo aceptó que debía intentarlo con la joven

Por otro lado, Ella, se negaba profundamente a hacerle caso a su padre, pero ella tenía un plan le haría creer que por una vez en su vida había ganado y que ella por fin lo iba a obedecer, ella misma se encargaría de hacerle la vida un infierno al dichoso Agustín Adams y probarlo para ver hasta qué punto podría soportarla.

Ella.

Me levanto sin muchas ganas de mi querida y cómoda cama, sin siquiera molestarme a ver el celular el cual la noche anterior tuve que apagar ya que no paraba de sonar, camino al cuarto de baño para tomar una ducha y al salir me coloco un short negro y un top morado simple con un suéter negro sin preocuparme en arreglar mi cabello, tampoco es que sea una modelo para andar arreglándome a cada rato

Voy a la cocina para hacerme algo de comer, pongo la cafetera y me preparo un sándwich, y cuando todo está listo me siento en la barra de la cocina a desayunar, mientras lo hago recuerdo la discusión en la fiesta en casa de mis padres y todo el escándalo que monté, sonrió divertida ante el recuerdo y me viene a la mente la maldita sonrisa del estúpido egocéntrico con el supuestamente me casaré

Si mi padre cree que si me caso voy a cambiar mi actitud está completamente equivocado, él cree que lo único que me importa es su dinero y sus lujos y a mí lo que menos me importa es eso por mí que se lo meta por dónde se le antoje, termino de desayunar tomando mi café

Mi madre, si es que se le puede llamar madre a una mujer como ella es un sumisa total en cuanto a las órdenes de mi padre ellos dos son los únicos culpables de mi insoportable actitud, antes hacía todo por llamar su atención, pero al darme cuenta de que eso nunca iba a suceder me resigné y decidí ignorarlos.

El sonido del timbre me saca de mis pensamientos y voy a la puerta con cara de pocos amigos secando mis manos con mi pantalón, siempre tienen que interrumpir mi paz cuando de menos humor estoy, observo por el pequeño mirador de la puerta y maldigo mentalmente al ver quién es

No me molestó en abrir la puerta y decido ignorarlo y este vuelve a tocar el timbre.

—Ella ya sé que estás ahí así que haz el favor de abrir la puerta—demanda

—Disculpa—hablo del otro lado—¿Quién eres? —pregunto haciéndome la loca

—Eisabella no estoy para juegos ábreme la puerta ¡tenemos que hablar! —responde tajante

¡ HEY TU ! , Egocentrico, ¡Te quiero!  [ YA EN Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora