Una historia jamás contada del prisionero de Azkaban

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NOTA: Los asteriscos (******) es cuando Lerry no narra :)

Mi abuelo me dijo que tenía que regresar a Londres, no sé porque se preocupa demasiado, pero me dijo que era mejor estar a su lado. Había pasado dos años de mi vida escolar estudiando en Ilvermorny ya que quería estar en contacto con esa parte de mi vida. Mi abuelo jamás me ha negado mi origen, me habló de mi madre y de nuestra familia biológica, me dijo que mis abuelos maternos habían sido estudiantes y profesores de Ilvermorny, siempre que he preguntado sobre mi madre, no me ha negado nada, pero jamás ha querido hablarme de mi padre.

-Lerry Anne, no necesitas saber quién es, por favor no me preguntes, quiero respetar la última voluntad de tu madre.

-Abuelo ¿Mi padre no es una buena persona?

-No voy a decirte nada y no insistas más

No sé nada de él, ni siquiera una pequeña referencia de la cual ligar algo. Después de un tiempo deje de preguntar, sé lo poderoso que es mi abuelo y no podría burlar sus bloqueos mentales.

-Lerry Anne ¿Has terminado de ordenar tus cosas? -Me preguntó mi tutora- Jaime te va a llevar al aeropuerto

- ¿El aeropuerto? ¿Voy a viajar con los no mágicos? -Ella asintió- No me esperaba esto.

- Tu abuelo quiere que pases desapercibida además es más fácil que llegues a Londres por avión, ahí llegaras en auto a la estación de King Cross y de ahí, tomarás el tren de Hogwarts con todos los estudiantes.

- Al parecer Albus Dumbledore lo planeó todo -suspiro- Estaré lista en un minuto. Y literalmente fue un minuto, mi varita me ayudó a poner todo en su lugar, cerré mi maleta, metí a Sparkle mi lechuza en su jaula y salí de mi habitación.

No me despedí de nadie más que de Mike, la mascota del colegio, él era el único que era un buen amigo, realmente lo extrañaría. Nunca he tenido un amigo que sea una persona.

Había llegado a Londres, me harto demasiado viajar junto a los no mágicos, no los menospreció, pero me parecen bastante ruidosos. Baje del avión y un auto me esperaba, al parecer el conductor era un squib que conocía a mi abuelo, vivía en el mundo no mágico y estaba encantado de ayudar a Albus Dumbledore.

Llegué a King Cross, toda la estación estaba bastante tranquila y los no mágicos, perdón, los muggles, no se daban cuenta de nada. Atravesé la pared que estaba entre las plataformas 9 y 10 y llegué a la ya conocida plataforma 93/4 y vi a muchos estudiantes corriendo por donde quiera, despidiéndose de sus familias y subiendo al tren.

Mi abuelo ha sido director de Hogwarts desde hace años, conozco a todos los profesores, conozco a Hagrid, el guardabosques del colegio y crecí viviendo ahí ¿Por qué siento que no pertenezco aquí?

-Disculpa ¿Vas a subirte? -Me preguntó una chica de cabello castaño y alborotado. No me había dado cuenta de que había caminado y estaba estorbando en la entrada.

-Hermione, no deberías ser tan grosera, solo podrías haber dicho con permiso -Le regañó un chico pelirrojo.

-No fui grosera, Ron, yo solo...

-No te preocupes, tienes razón, no debí quedarme en la entrada -Suspiré, subí al tren y busqué un vagón, pero todo estaba bastante lleno.

Entré al vagón y solo había una persona que al parecer o estaba dormida o no me prestó atención. Cerré la puerta después de mí y miré por la ventana.

- ¡No puedo creer que ya no haya lugares, debimos subirnos antes!

-No te enojes, encontraremos un lugar