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Volvimos al castillo y fuimos a la enfermería a ver a Ron. Entramos por la puerta y se sorprendió.

- ¿Cómo es que están allá si acaba de estar acá? -Dijo

- ¿Ustedes saben de qué está hablando? -Preguntó Hermione y ambos negamos, aunque al final le contamos lo de los gira-tiempos y como habíamos liberado a Buckbeak y a mi padre.

Ron salió de la enfermería a los días siguientes, se recuperó rápido, aunque seguía usando muletas. Las clases habían terminado y todos se preparaban para volver a casa en los próximos días. Caminé a mi habitación a dejar mis libros del curso y me senté en la cama.

Días antes mi padre me había mandado una flor mágica que florecería cada que él quisiera decirme que estaba bien y venía con una pluma de Buckbeak para saber que era de parte suya. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me percaté que mi abuelo me observaba.

-Que hermosa flor mágica -Dijo de pronto.

-Abuelo ¿por eso me hiciste volver? -Lo miré- Por mi padre -Sonrió

-Lo cierto es, que hasta hace unos días yo también creía que tu padre era culpable, pero cuando supe la verdad pensé que ustedes tenían derecho a encontrarse y así yo no rompí la promesa que le hice a tu madre porque no te dije nada.

-Gracias abuelo, eres el mejor -Sonreí.

- ¿Por qué? -Preguntó y salió de mi habitación tarareando alguna canción que había escuchado

Camine hacía el pasillo y me encontré con Harry caminando distraído. Me acerqué a él.

- ¿A dónde vas Potter? -Le pregunté y se giro

-Eres tú -Sonrío- Me quedé pensando en que hubiéramos sido amigos de todas maneras, nuestros padres y madres lo eran -Asentí- Iré a ver a Lupin ¿me acompañas? -Suspiré. Lupin, el hombre lobo que había tratado de atacarme, pero también ha sido un excelente profesor y era amigo de mi padre.

-Profesor Lupin -Saludo Harry cuando llegamos a su oficina.

-Adelante, pasen -Me miró- Lerry lo lamento muchísimo, cuando me transformo yo... Lo siento, espero que algún día puedas perdonarme.

-No se preocupe profesor -Dije sinceramente- No fue su culpa -Sonrió agradecido

- ¿Se irá? -Preguntó Harry y él asintió -Pero usted es el mejor maestro de defensa contra las artes oscuras que hemos tenido.

-El profesor Snape hizo el favor de contar sobre mi verdadera condición y no creo que los padres quieran que un hombre lobo enseñé a sus hijos.

-Pero mi abuelo puede ayudarlo -Le dije- Estoy segura de que...

-Tu abuelo ya se ha metido en muchos problemas por ayudarme, pero no se sientan mal, a las personas con mi condición nos pasa esto muchas veces. Además, si alguien se entera que ataque a una estudiante... -Tomó un pergamino- Toma Harry, ya no soy tu profesor así que no puedo retenerte esto -Le devolvió el mapa y termino de guardar todas sus cosas -Nos vemos después -Y se fue.

Salimos de la oficina de Lupin y suspiramos, no era justo que el profesor Lupin tuviera que irse solo porque era un hombre lobo.

-Harry debes venir al gran comedor -Le dijo Ginny, la hermanita de Ron.

Fuimos al gran comedor y muchos chicos de Gryffindor de diferentes cursos estaban amontonados alrededor de un paquete.

-Harry yo no quería abrirlo, estaba mal envuelto -Dijo Ron- Y ellos me obligaron -Señaló a sus hermanos gemelos.

- ¡No es cierto! -Dijeron los gemelos al mismo tiempo

- ¿Quién me mandó esto? -Preguntó

-Nadie lo sabe -Dijo Dean Thomas

-Pero venía con esto -Señaló Hermione mostrando una pluma de Buckbeak. Ambos sonreímos.

-Harry ¿me dejas montarla? -Preguntó Seamus Finnigan- La saeta de fuego es la mejor escoba de la historia

-Él debe probarla primero -Dijo Ron.

Harry salió al patio y todos corrimos tras él. Se montó en la escoba y salió disparado hacía el cielo con una velocidad impresionante, todos nos emocionamos.

Este había sido mi primer año como estudiante en Hogwarts y por fin sabía mi origen, había hecho muy buenos amigos y hasta empecé a sentir algo más por alguien, ya veremos que me espera para los años siguientes.

Acompañe a los chicos a tomar el tren para despedirme de ellos. Aún faltaban unos 15 minutos para que partieran así que subimos y nos sentamos en un vagón. De pronto una pequeña bola de plumas entró por la ventana y traía una carta en la pata.

-Es una carta de Sirius -Dijo Harry cuando la abrió y comenzó a leerla.

Queridos Harry y Lerry, por el momento no puedo decirles donde me encuentro ya que sigo siendo un fugitivo, pero les aseguro que estoy bien, espero que pasen unas excelentes vacaciones. Harry, como tu padrino, soy tu tutor legal así que te firme un papel para que puedas ir a Hogsmeade cuando todos vayan -Tomó el otro papel y sonrió mientras me lo mostraba.

-Creo que será suficiente para mi abuelo -Le dije.

Posdata -Leyó Harry- Esta pequeña lechuza que llevó la carta es un regalo para su amigo Ron ya que por mi culpa se quedó sin mascota. Atentamente: SB

- ¿Para mí? -Dijo Ron mirando a la bola de plumas en su regazo y que ululaba con mucha emoción- ¡Increíble!

La campana del tren sonó indicando que estaba por irse así que me levanté y salí. Mis amigos se asomaron por la ventana para despedirse.

-Nos vemos antes de que terminen las vacaciones -Me dijo Ron- Mi padre conseguirá entradas para los mundiales de quidditch -Asentí

-Iré a Londres muggle en algún momento, espero poder visitarlos -Les dije a Harry y Hermione.

Hagrid se acercó a mi lado y ambos vimos como el tren se ponía en marcha llevándose a nuestros amigos.

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Una historia jamás contada del prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora