Presentaciones.

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Capítulo 1:

Aly.

Acabo de bajar del avión y ya me siento sola.

Estas a tiempo de volver a casa

No. Estoy decidida a seguir adelante, no voy a abandonar tan rápido.

Aviso a mi madre de que he llegado bien y cojo un taxi y le indico que me lleve al campus donde espero pasar mis próximos años de carrera.

-Gracias- digo al bajar del taxi.

Estoy un poco perdida, esto es enorme y no se ni a donde tengo que ir. Todo el mundo corre de un lado a otro despidiéndose de sus seres queridos. Algunos lloran, otros ríen y yo simplemente me siento perdida.
Camino mirando mi móvil- que se supone que debería tener el mapa del campus -sigo caminando sin mirar hasta que choco con algo- o mejor dicho alguien-.

-Lo siento- digo disculpándome con el chico que tenía delante.

-Tranquila, te ayudo- cogiendo mi móvil del suelo que ni siquiera me había dado cuenta de que se había caído.

-Gracias.

-Nada. Soy Sebastian- me extiende la mano.

-Aliyana. Bueno, Aly- dije aceptando su mano.

-¿Nueva?

-¿Tanto se nota?

-Te veo perdida.

-Si, un poco la verdad.

-¿Donde tienes que ir?

-A la residencia femenina.

-Bien, pues vamos. Te acompaño- dijo sonriendo.

-Gracias- conteste nerviosa.

Comenzamos a andar en silencio. Parecía un chico agradable y era bastante mono.
Se notaba que no era su primer año, sabía perfectamente donde iba y mucha gente lo saludaba mientras seguíamos por nuestro camino hacia la residencia.

-Bueno, Aly- dijo mirándome- ¿De donde eres?

-España.

-¿Que parte?

-Málaga.

-¿Y como es que has acabado aquí, en Londres?- pregunto sorprendido.

-Realmente no lo sé.

-Buena respuesta.

Volvimos al silencio, pero ya no era tan incomodo. Seguimos andando un rato más hasta que me señaló el edificio con la cabeza.
-Es este- dijo Sebastian parándose.

-Gracias por la ayuda.

-No hay de que, chica nueva- me guiñó un ojo se dio la vuelta y se fue.

Entré en el edificio y esperé la cola que había para recoger la llave de la habitación. Poco después subí a la segunda planta y entré en la que sería mi habitación.
No era muy pequeña y tampoco muy grande, había dos camas individuales, dos escritorios con sus sillas y dos armarios. Empecé a sacar las cosas de la maleta y las fui poniendo en mi parte de la habitación. La otra parte-la izquierda-no estaba vacía, así que, supongo que mi compañera de habitación había llegado antes que yo.

Me pase más de hora y media ordenando mi espacio.
Después llame de nuevo a mi madre y hablé con ella durante un rato hasta que me tuvo que colgar por que tenía que trabajar.
Cuando estaba todo listo en la habitación, me tumbé en la cama y me quede mirando el techo. Todavía no me podía creer que estuviera tan lejos de casa.

Pues ya va siendo hora.

No sabia que hacer, todavía no había clases y tampoco tenía con quien pasar el día, así que me puse a leer hasta que escuche la puerta abrirse.

-Hola- me dijo la chica rubia que acababa de entrar por la puerta.

-Hola.

-Soy Amber, tu compañera de habitación.

-Aly-conteste.

-Espero que no te haya importado que haya escogido ese lado de la habitación.

-Sin problema.

-Pareces normal- me dijo y me quede mirándola.

-¿Por que no iba a serlo?

-No me malinterpretes, es que estaba asustada con eso de compartir habitación- contestó nerviosa.

-Ah bueno, si. Me considero normal- sonreí.
Vi que empezó a deshacer su maleta, por lo tanto, yo me puse de nuevo a leer.

-¿Has estado todo el día aquí sola?- pregunto sorprendida.

-Si, aun no conozco a nadie.

-Bueno ya me conoces a mi- dijo sonriendo.

Al final nos tiramos el resto de la tarde hablando, conociéndonos y haciéndonos preguntas sobre nuestra familia y de donde éramos.
Era muy simpática, tenía el presentimiento de que nos íbamos a llevar bien.

-Voy a ir a cenar con mi novio y unos amigos, ¿Te apetece venir?- me pregunto Amber desde su cama.

-Pueeesss... es que no se me da bien eso de integrarme.

-Venga, ya me conoces a mi. Y mi novio es como yo, le vas a caer genial.

Accedí, no me preguntéis como ni por que, pero lo hice.
Bajamos a esperar a su novio que por lo visto venía a recogernos.
Diez minutos después apareció un coche delante nuestra. Amber se sentó delante y yo me senté atrás, pero cuando vi quien conducía empecé a reírme.

-Vaya, hola chica nueva- dijo Sebastian.

-¿Os conocéis?- pregunto Amber.

-Si, me ayudo a ubicarme esta mañana- sonreí.

Por lo visto no íbamos a cenar cerca del campus por eso íbamos en coche. Sebastian aparco frente a un bar que supongo que era donde íbamos a cenar.
Los seguí dentro y se quedaron mirando donde estaban sus amigos hasta que alguien de una mesa levantó el brazo.
Al llegar a la mesa no sabía que hacer, me había puesto nerviosa y ni si quiera sabía el por qué.

-Aly, ven te presento- dijo Amber- Ellos son; Hanna, Tyler, Mike, Scott- cada vez que decía un nombre ellos se presentaban al igual que yo- y el, es Aiden.

Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora