Arde conmigo.

30.5K 1.8K 1.3K
                                    

Capítulo 10:

Aly.

Cuando Aiden se fue con Sebastian para fumar, Scott aprovecho para sentarse a mi lado y meterse en el tema de conversación que tenía con Amber y Tyler.

Scott puso el brazo en el respaldo de mi silla y yo me incliné un poco hacia delante sin que se diera cuenta.

No me caía mal, pero tampoco me daba mucha confianza desde el baile, se que le seguí el juego y que estuvo mal por mi parte, pero una cosa no quita la otra.

Además era obvio que Aiden y yo teníamos algo, no se el qué, pero algo había y Scott lo sabia ya que Aiden me cogió de la mano para entrar.

-¿Spa?- preguntó Tyler- una tarde de relax.

Estábamos decidiendo que íbamos a hacer en el día de chicas que les prometí.

-Ami me parece bien- contesté.

-Pues decidido; al Spa- sonrió Amber.

Ahora solo faltaba que día podíamos quedar los tres, tendría que ser un viernes para que nos pusiéramos de acuerdo con las clases.

-Ami me viene bien el viernes que viene- dije.

Y así quedó la cosa; el viernes tendríamos una tarde de Spa.

Ahora estábamos hablando de tonterías, de las citas de Tyler y lo que hizo con el último chico con el que estuvo.

-No necesito más detalles- dije bebiendo de mi vaso.

-Yo si. Cuenta, cuenta- dijo Amber.

Desconecté de la conversación justo cuando alguien se aclaró la garganta a mi espalda, entonces me giré y vi a Aiden mirando a Scott.

-¿Me devuelves a mi chica?- le preguntó con su tono serio y frío que solía utilizar.

¿Mi chica?

¿Ha dicho mi chica?

-Solo estábamos hablando- le contestó Scott volviendo a su silla.

-Podrías hablar con ella desde tu sitio- dijo Aiden sentándose.

**

Después de comer Aiden me preguntó si quería hacer algo, y la verdad que me apetecía pasarme la tarde viendo alguna película, no tenía ganas de estar en la calle y el tiempo tampoco acompañaba, así que, decidimos irnos a su piso.

Al llegar me senté en el sofá y vi como se metía en su cuarto y poco después salió sin camiseta y con un pantalón corto de chandal.

Madre mía que calor.

No me podía quejar de las vistas cuando se sentó a mi lado.

Me quede embobada mirándolo y lo peor es que me daba igual que me pillara.

Quiero tocarlo.

Quiero lamerle de arriba abajo.

¿Desde cuando tenía esos pensamientos?

En fin.

Estaba cachonda.

Era imposible tenerlo cerca y no querer tenerlo encima- o debajo-

Alargué mi brazo hasta posar un dedo en su hombro y empecé a bajar poco a poco.

El me miró y yo me mordí el labio.

-No hagas eso- dijo en un susurro.

Y entonces paré y quité mi mano.

Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora