Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)

Día de Spa.

Capítulo 11:

Aly.

Odiaba que los profesores no nos dieran tiempo para tomar apuntes tranquilos.

Me ponía de los nervios que se pusieran a dictar como si estuvieran leyendo y que no me diera tiempo a copiar.

Al final me rendí, y dejé el bolígrafo encima de la mesa cabreada.

Me puse a jugar con un mechón de pelo mientras escuchaba al profesor dictar.

Estaba tan concentraba en mi mechón de pelo que no me fije que mi móvil se encendió con el nombre de Aiden en la pantalla.

Un mensaje:

*Aiden: estoy fuera ¿vienes al baño?*

No pude evitar sonreír.

Que romántico era.

*Yo: gracias, pero no tengo ganas de hacer pis*

Me aguanté la risa.

*Aiden: no me hagas esperar, ojitos. Podemos hacerlo en silencio y por las buenas o podemos hacerlo por las malas y que todo el mundo se entere de quién va a follarte*

Me puse roja automáticamente.

Y sin evitarlo noté como mis bragas se iban mojando.

*Aiden: apuesto a que ya estás mojada*

Joder.

*Yo: a ver que me invento para poder salir*

No podía decirle que no, era superior a mi y eso me encantaba.

Tenía la habilidad de mojarme con un simple mensaje y no me quejaba.

Le dije al profesor que tenía que ir al baño un momento y salí de la clase con el móvil en la mano que se volvió a iluminar.

*Aiden: baños masculinos, segunda planta*

Subí lo más rápido que pude y entré en los baños, pero no me dio tiempo de llamarlo cuando se abalanzó sobre mi estampándome contra la pared.

Me puso una mano en el cuello mientras me besaba y con la otra mano me iba abriendo el pantalón vaquero y lo bajó junto a las bragas.

Sabia que en cualquier momento podía entrar alguien por la puerta, pero me daba igual, estaba tan mojada y tan cachonda que me daba igual.

Le levanté la camiseta para desabrocharle el pantalón e hice lo mismo que el bajándoselos con los calzoncillos.

Puso las manos detrás de mis muslos y me levantó indicándome que le rodeara la cadera con las piernas.

Obedecí, por que si había descubierto algo, era que me encantaba obedecerlo si de sexo se trataba.

Sin previo aviso entró dentro mi, hundiéndose por completo.

Sin dejar de besarme agarró mi cuello con mas fuerza esta vez para atraerme más a él.

-Aiden...- gemí en sus labios.

Me miro con sus ojos claros, llenos de oscuridad.

Esta vez íbamos con prisas, pero lo disfruté igual.

Terminamos casi a la par y me bajó al suelo para que pudiera ponerme los pantalones.

Me peine los pelos con las manos y lo miré.

-Tengo que irme, el profesor creerá que me he caído por la taza del váter.

-No te olvides de que hemos quedado para comer- dijo dándome un beso corto en los labios.