No juegues conmigo.

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Capítulo 13:

Aiden.

Sebastian tenía razón, debí de habérselo contado antes de nuestra primera "no cita", pero es que no quería estropearlo tan pronto.

Llevaba tiempo sin pensar en ese problema y ahora que Sebastian me ha vuelto a sacar el tema, me volvía a agobiar.

-Tienes que decírselo-vuelve a decirme.

-Lo sé, pero no es fácil. ¿Cómo quieres que le diga que no puedo estar con ella? O por lo menos no como se merece.

Suspiré.

-No lo sé, pero lo que si sé es que no puedes seguir ilusionándola así. Aiden, tarde o temprano se enterará y es mejor que se entere por ti que por terceras personas. ¿Crees que Amber no esta loca por decírselo? O incluso yo.

Le estaban mintiendo por mi y eso no era justo para ninguno de ellos.

-¿Crees que podrás hacer cambiar de opinión a tus padres?- Puedo hacerlo -por que si es así, adelante, soy el primero que te empuja a que estés con ella, pero los dos sabemos que no va a ser fácil.

-Puedo hacerlo, puedo convencerlos- afirmé.

-¿Puedes?- preguntó arqueando una ceja.

-Podemos- corregí.

Sebastian era mi mejor amigo desde toda la vida, desde que tengo uso de razón ha estado conmigo y para mis padres era de la familia y su opinión contaba como cualquier otra.

-Sigo pensando que debes decírselo lo antes posible, Alexa está perdiendo la paciencia y se lo está diciendo a todo el mundo.

-Si, se lo diré.

Tenía que hacerlo, el rumor irá aumentando y no puedo dejar que se entere por otra persona que no sea yo.

-Estoy contigo hermano, sabes que puedes contar conmigo siempre- dijo poniéndome una mano en el hombro -lo vamos a resolver, pero ella debe saberlo, debe estar preparada.

Asentí.

Tenía razón y al alargarlo estaba siendo egoísta.

Cuando bajamos de nuevo al salón Aly estaba en la cocina de puntillas y pude ver como mi camiseta se le subía un poco dejando ver un poco menos de la mitad de su culo.

Me mordí el labio y me acerqué por detrás para cogerle el vaso del mueble.

-De nada- susurré en su oído.

Ella giró la cabeza para darme un beso en los los labios y sonrió.

-¿Quieres hacer algo esta noche?- preguntó llenándose el vaso de agua.

-Como por ejemplo... ¿amarrarte a mi cama para follarte hasta dejarte seca? O que te parece si... ¿jugamos a ver quien puede correrse más veces seguidas? O por qué no... ¿me dejas que haga todo lo que quiera contigo? O también podemos...

-¡Vale! Lo he pillado -dijo roja pero sonriendo- pero es enserio ¿no te apetece salir?

-¿Para qué? Si puedo meterte en mi cama y hacer que gimas mi nombre una y otra vez.

-¿Es que no puedes pensar en otra cosa?- empezó a reírse.

Se dio la vuelta y me rodeó el cuello con los brazos.

-No cuando te tengo cerca- dije antes de besarla y posar mis manos en su culo.

-¡Tenéis un cuarto a menos de diez metros coño!- dijo Amber entrando a la cocina.

Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora