𝒢𝑒𝓇𝒶𝓃𝒾𝑜 𝓇𝑜𝒿𝑜

2.1K 279 148
                                    


Layla podía describir el sabor de los labios de Warren como picantes, podía sentir como quemaban, como se movían, como prácticamente podía perder su estabilidad mental en esos carnosos labios. ¿Cuánto tiempo deseo todo esto? No supo cuanto tiempo estuvo reprimida hasta que finalmente dejo a su cuerpo actuar como él quería, moviéndose por instinto, pero fue una pequeña explosión la que hizo a ambos apartarse, Layla pudo notar que varias bombillas de luz de la habitación habían explotado al mismo tiempo, ella observo a Warren y con su mano dio unos golpecitos a su hombro donde un poco de fuego quemaba su camisa.

—Perdí el control...yo...lo siento –murmuro dando un paso atrás-.

Layla quiso acercarse a él, pero Warren no se lo permitió.

—Mejor me iré.

El abrió la puerta lentamente pero fue la mano de ella quien lo detuvo, Warren giro su rostro hacia Layla quien le miraba con ojos anhelantes, como un cachorro.

—No tenemos que hacer nada, no haremos nada...pero por favor Warren, quédate esta noche conmigo...por favor.

El no pudo negarse, no podía hacerlo cuando ella estaba le hablaba de esa manera, Warren levanto suavemente su mano y acaricio la mejilla de la joven con sutileza, como si temiera que ella fuera a desaparecer. Con mas gentileza de la que se tiene con el cristal, la llevo hasta la cama y ambos se recostaron, ella por debajo de las sabanas y el por arriba.

— ¿No tienes frio? –pregunto ella, sintió algo de culpa, quizá dormiría incomodo por su propio egoísmo de querer tenerlo junto a ella-.

—Mi cuerpo siempre está caliente –comento por lo bajo, y Layla trato de no mal pensar sus palabras, pero era difícil, por en parte todo lo que salía de los labios de Warren salía con un ligero toque sensual, quizá lo suficientemente naturalizado como para que el mismo no fuera capaz de notar lo que provocaba en los demás a su alrededor-.

—Warren...tu en este momento fuiste sincero conmigo, sobre muchas cosas y sé que yo no eh sido la persona más honesta este tiempo juntos.

—No creo que se trate de honestidad realmente, creo que algo que te afecta lo suficiente para no contármelo, es algo que solo puedes decir cuando te sientas lista, si hasta ahora no genere la confianza que se necesita para contarlo, entonces voy a esperar.

—Yo quiero contártelo todo Warren –comento ella pasando sus manos hacia las de él, Warren no mentía, sus manos eran prácticamente una estufa- Déjame explicarte, que fue lo que paso.

Layla se dispuso a hablar con el pelinegro, contando su inicio en su matrimonio hasta la infidelidad de Will y todo lo que le trajo aquello, a pesar de su exhaustivo trabajo en explicar todo de la manera más suave que había, principalmente para que Warren, no reaccionara mal, se habían ido al caño por que este enfureció, lo noto por sus ojos rojos mientras ella lo contaba, trato de calmarlo hablando, pero con las palabras del peli negro "Voy a quemarle el trasero a ese desgraciado" se dio cuenta que sería imposible. Por eso es que una hora más tarde, Warren y Layla se encontraban sentados en el sofá con te calmante en sus manos.

— ¿Cómo te sientes ahora?

— ¿Quieres la respuesta honesta o quieres que diga que la infusión si funciono?

—Honesta, por favor –susurro ella con una pequeña sonrisa-.

—Creo que estoy más calmado, aun quiero quemarlo, pero dudo mucho obtener satisfacción solo por eso –Layla alzo una ceja, mientras él le miraba con una sonrisa tenue, como si estuviera planeando una travesura- Soy alguien que disfruta de las cosas de una manera muy lenta, no me gusta desperdiciar la oportunidad de saborear y sentir...así que, te propongo algo...Hace años, en la secundaria nosotros fingimos ser pareja para joder a Will... ¿Por qué no lo hacemos ahora también? ... es mas –este coloco una mano en su mejilla acariciando su pómulo con su pulgar- Si me das el permiso...quiero que me permitas ser tu abogado Layla, me encargare de que el pague todo lo que te ah hecho... por que una persona como tú, no merece todo el maltrato psicológico que te hizo pasar...déjame ser su karma

Layla se quedo sin habla, hasta le costó respirar por aquella tensión que había entre ambos en ese momento, recientemente se habían besado, pero eso pareció repentinamente lejano, como algo que se tendría que olvidar pero ¿Cómo podría? Quería volver a hacerlo...y muy en el fondo que sugiriera fingir ser pareja, le dolió, pero por otra parte también la hizo relajarse, había pasado muy poco tiempo desde que se separo para iniciar una relación "real" nueva, emocionalmente no estaba preparada para algo así, y fingir ser pareja no era mala idea, se sentía un tanto infantil por querer hacer pagar a Will de esta manera, pero ¿Qué otras opciones tenia? Negar esto era dejarle vía libre a Warren de recurrir a la violencia, y no deseaba que él se metiera en problemas, resolver todo por las medidas legales apropiadas era mucho mejor, y un escarmiento de que ella ya estaba bien, sonaba a un buen castigo.

—Está bien...acepto.

Lo que Layla no sabía era que Warren tenía sus propios planes, el se encargaría de destruir a Will pieza a pieza, lo volvería completamente loco y sin siquiera esforzarse en gastar su energía física, el era infierno, era el villano que castigaba a aquellos que hacían el mal, era aquel que atacaba sin piedad, y el...seria el infierno de Will Stronghold.

—Entonces, Layla –el tomo una de sus manos y beso el dorso de esta con gentileza, mirando a sus ojos directamente- Con esto sellamos nuestro trato. 

Flowers (Layla y Warren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora