𝐸𝓇í𝓈𝒾𝓂𝑜

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Helares, la heroína de hielo de la corporación caminaba a pasos rápidos por el pasillo, aun que eso nunca se notaba, ella era una mujer que irradiaba confianza y seriedad con cada paso que daba, hacía tiempo que Will no la llamaba a su oficina, la última vez que eso paso, acabo matando a unos pandilleros para cubrir los malos hábitos de su esposa.

— ¿Me llamaste?

—Si, quería confirmar el reporte que enviaste.

—Speed está muerto, encontré su cadáver en las alcantarillas por las revisiones de rutina que me tocan, al ser un héroe reconocido, guarde su cadáver en hielo por si solicitabas hacer un homenaje o algo así.

—No, puedes simplemente tirarlo a la basura, me da sin igual, solo quería confirmar el deceso. Lo que me interesa es tu área de trabajo, planeó una emboscada contra el villano infierno, así que te voy a necesitar, tus habilidades de hielo son muy buenas y conoces el área. 

La mujer apretó levemente los labios tras lo dicho y después de pensar unos segundos hablo.

—No

— ¿Qué?

—Me niego a ser un peón para ti –murmuro ella caminando hasta él para poner ambas manos en el escritorio donde él estaba e inclinándose hacia adelante miro a su rostro- Enviaste a 42 héroes a pelear en contra de el, 42 muertos... Yo no seré como ellos, si fuera capaz de enfrentarme a Warren lo haría...pero no puedo, así que no voy a arriesgar mi vida por un juego estúpido entre dos idiotas que compiten por quien lo tiene más grande para quedarse con la "damisela en apuros". Dame un mejor motivo para arriesgar mi vida, que tu orgullo, Will.

Advirtió ella saliendo de la sala a pasos rápidos, mientras que Will la miraba irse con cierta curiosidad oscura tras sus ojos. 










—Este va a ser mi último intento, si ella se sigue resignando entonces la voy a entregar a Will.

— ¿Enserio lo crees prudente? Es una tegnopata, su habilidad es de tipo muy escasa...alguien así del lado de Will sería muy peligroso.

—Si lo pones de ese modo sí, pero él es un idiota y ella una orgullosa, está claro que terminarían matándose entre ellos, o ella eventualmente lo traicionaría. En todo caso, dejarla libre no es una opción.

La pelirroja asintió levemente y ambos entraron a la celda especial donde estaba Gwen la cual estaba preparando unas piezas de madera a modo de torre.

—Hasta que al fin aparecen, pensé que se habían olvidado de traer mi cena.

—No, solo venimos a avisarte que recojas tus cosas –murmuro el hombre de fuego mientras saca el collar de contención- Serás el juguete de Will.

— ¿Qué? ¿Bromean no?...ustedes no me...-Gwen dio un paso hacia atrás- Se mucho de ambos.

—Will igual, fue nuestro amigo en la preparatoria y también estuvo casado con Layla, lo que le digas me da sin igual, te di la oportunidad de unírtenos, la rechazaste. No eres útil aquí abajo, así que lo mejor será entregarte, aun si no estás de nuestro lado nos conseguirás algo de tiempo. 

Gwen trato de mantenerse quieta y fría ante la situación, sin embargo estaba claro que tenía miedo, ella en un arrebato logro empujar a Warren quien pensando que tenía algo en las manos tuvo como primer instinto ponerse frente a Layla, la tegnopata logro salir fuera pero antes de siquiera acercarse a las escaleras una liana le envolvió la pierna y jalo de ella. Layla y Warren se miraron entre ellos, el pelinegro solo asintió levemente y la pelirroja saco otra liana desde las grietas en el suelo, y esta se envolvió alrededor del cuello de Gwen comenzando a levantarla hasta que no tocara el suelo.

—Vas a ayudarnos Gwen, porque de lo contrario...Will va a matarnos a todos...no hay un límite para él, no hay tiempo para que seas la egoísta de siempre, ni para que te creas superior...solo ayúdanos o muere.

Layla mostraba una peligrosa determinación en sus ojos al hablarle, o quizá era la mezcla de adrenalina y miedo que sentía, no hace mucho Lash había aparecido en la puerta de la mansión, donde conto que Will asesino a Speed, y que sabía que por su traición seguramente el sería el siguiente, pero su miedo mayor era que el bebe pagara caro las malas elecciones de sus padres, debían acabar con Will antes de que él lo hiciera, era el precio a pagar por tener una vida tranquila junto a Warren, y en este momento si se preguntaba si estaba dispuesta a renunciar a su alma por esa vida..Ella diría que sí, necesitaban a Gwen, pero no podían seguir siendo amables con ella. 

—Es suficiente.

Como si la voz de Warren fuera una especie de despertador, ella dejo caer a Gwen al suelo mientras que el pelinegro se acerco a la mujer que se esforzaba por una bocanada de aire.

— ¿Reconsideraste tus opciones? Las habilidades de Layla no dejan marcas, pero la mía si.

—De...acuerdo –dijo con dificultas, Warren la tomo del antebrazo y la volvió a meter a la celda de contención-.

—Me encargare de que traigan lo que necesitas, no hagas algo estúpido.

Tras decir eso llevo a Layla consigo al segundo piso, y cuando ella finalmente se permitió respirar un par de lágrimas escaparon de sus ojos.

— ¿Estás bien?

—Una parte de mi dice que se lo merece, otra que estoy tomando el camino equivocado...y otra teme disfrutar de esa sensación de no tener limitaciones.

Warren le dio una sonrisa y llevo su mano a su mejilla, acariciando el arco de su mejilla con cuidado.

—Si te preocupa perder tu humanidad...déjame decirte que el que tengas conciencia y pensamientos de culpa, es la clara idea de que tu, sigues siendo Layla, sería imposible que asimilaras otra personalidad tan rápido, solo crea una versión de ti misma que pueda lidiar con esto, y descuida, nunca una gota de sangre va a tocarte, yo me encargare del trabajo sucio –él se acerco lo suficiente para besar su frente- ¿De acuerdo?

Ella asintió abrazándolo, su cuerpo se relajo, lo suficiente para permitirse prepararse mentalmente para la misión de esa noche. 

Flowers (Layla y Warren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora