𝒞𝒶𝓃𝒶𝓈𝓉𝒶 𝒹𝑒 𝒫𝓁𝒶𝓉𝒶

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Warren y Layla, tras haber desayunado juntos, decidieron bajar a la celda/sótano que estaba en el subsuelo del hogar del masculino, el comprendía que Layla debía de estar al tanto de todo, por ende hablaría con Gwen solo en presencia de Layla. Una vez abajo, el se permitió abrir la puerta de la habitación donde Gwen estaba, la cual jugaba con una pelota haciéndola rebotar contra la pared la cual siempre volvía a su mano.

—Woo...así que ustedes dos están juntos ahora –comento acostada con una péquela sonrisa- Ahora entiendo tu desesperación con dejar a Will fuera...quieres jugar a la casita feliz con la pelirroja del jardín.

—Guárdate tus comentarios Gwen –comento este mientras sacaba un control de su bolsillo y apretando el botón este daría una descarga eléctrica a su cuello haciendo a la mujer gruñir- Ahora que estamos en la misma sintonía...podemos charlar civilizadamente

—Esto no tiene nada de civilizado –comento ella sentándose en la cama-.

— ¿Tu si? –contraataco Layla hablando por primera vez mientras Gwen la miraba molesta-.

—La gatita tiene garras – la pelinegra se levanto de la cama en la que estaba acostada- Ahora, díganme pareja de sádicos... ¿Qué quieren conmigo?

—Ya te lo dije, las cámaras de vigilancia que tienen la prueba de todos los actos y fechorías cometidos por todos los héroes, y en especial los de Will...

—Sí pero no me ofreces nada que valga la pena para el fin del mundo

— ¿A qué te refieres con eso? –si bien la pelirroja no estaba al tanto de toda la información poco a poco iba agarrando el hilo de la situación.

—A que tu querido esposo

—Ex esposo –aclaro Warren, Gwen levanto una ceja curiosa y después solo rio levemente-.

—Que celoso –Comento Gwen para volver su mirada a Layla-Tu querido ex esposo... ama que lo amen, es un narcisista como ningún otro, vive de que lo admiren y que lo toquen como si fuera un dios...y como un dios él no se aferra a las simples leyes terrenales...cree que puede hacer lo que quiere cuando lo quiere sin sufrir represarías porque de alguna manera sabe que es lo suficientemente fuerte para que nadie le haga frente. En otras palabras Will es quien contiene a Will...si sacamos todo lo que él hizo a la luz no habrá nada que pueda detenerlo...y todos seremos su juguete

— ¿Qué te hace pensar que siempre será detenido por el mismo Gwen? –Pregunto Warren mirándola- ¿Crees que él nunca va a cambiar y se quedara así? ¿Y qué va a pasar con su mal humor? ...Él es una bomba de tiempo que llevo años queriendo parar y la única forma de detenerlo es provocándolo lo suficiente para que su guardia este nublada...y atacar...tu pudiste crear el pacificador porque tenias las herramientas y componentes necesarios... y yo tengo los componentes necesarios para que Will ya no sea un problema para nadie...

— ¿Y los demás héroes? Cuando el rey caiga, otros querrán tomar su lugar, chispita...quizá no tan poderosos pero podrían ser peor

—Eso no será problema, porque habrá un nuevo rey para entonces...o bueno, mejor dicho...reina –el miro a Layla y tomando su mano dio un beso en sus nudillos-.

Gwen y Layla se veían confundidas.

— ¿A ella enserio? Te aseguro que no va a funcionar, es demasiado dócil para domar a los seguidores de Will

—Pero es su ex esposa, y de todos los nacidos de nuestra generación, Layla es de las más poderosas que existe, literalmente su fuente de poder es el sitio donde vivimos todos... Ella es dulce, inteligente y sobre todo amable...quizá algo de eso pueda sobre ponerse a los idiotas 

Layla no sabía que decir, no pensaba en realidad que Warren la estaba considerando para el puesto de líder de los héroes, eso se veía demasiado inalcanzable, incluso en su mente cuando se decía que no debía meterse en eso, algo muy en el fondo lo deseaba, además esa tarea para nada consumía tiempo, prácticamente podría seguir su vida con normalidad...Regular el comportamiento de los héroes... ella sabía que Will lo hacía durante el almuerzo aun que lo más probable es que su método fuera el miedo.

—Warren no sé si yo sea realmente la mejor opción.

—Lo hablaremos arriba, en cuanto a ti Gwen...considera la oferta.

Comento antes de salir junto a Layla y cerraba la puerta de esta, ambos decidieron entonces subir al primer piso y entonces intentar hablar con más calma, todo fue muy repentino, sobre todo para la pelirroja.

—Como te dije...con Gwen...yo no creo ser la mejor opción, carezco de muchas cualidades que pueda tener un líder. 

—Todos creían que Will sería un buen líder, solo porque su padre lo fue, tenían tan idealizado a ese hombre que olvidaron que era humano, que tenía defectos y problemas como cualquier otro. Y eso que ningún líder hasta ahora tuvo, tu lo tienes...de todos siempre fuiste la única que se rehusó al sistema de héroes o asistentes, ves la vida de la manera más transparente que nadie...si no quieres, voy a respetar esa idea, pero a mis ojos eres la mejor opción.

Ella asintió suavemente antes de que el la tomara por el mentón con suavidad y le diera un beso en sus labios, uno que le robo el aliento por un instante. Pero poco duro ese momento cuando alguien toco el timbre de la mansión, algo que en si a ambos les pareció extraño.

—Iré a ver quién es

—Claro – antes de que él se moviera ella lo detuvo tomándole del brazo- Se que Will no es perfecto, a veces me cuesta comprender las cosas malas que hizo...se que debe pagar por ellas pero me preocupa que...crean que es un monstruo... Todo el mundo tiene un punto límite ¿no?

Warren iba a contestar pero la insistencia con el timbre lo hizo apartarse y abrir la puerta con rapidez, antes de poder preguntar algo, vio a una mujer con el brazo sangrando levemente, y era una mujer que ambos conocían.

— ¿Camille? –pregunto Layla acercándose a ella, la amante de su esposo estaba en la puerta herida, y pese a que no le agradaba Layla no podía déjala así, por lo que la hizo pasar su brazo sano por un hombro ayudándola a entrar- ¿Qué te sucedió? –Murmuro al tiempo que la recostaba en el sillón-.

—Tienen que ayudarme –dijo aterrada ella mientras apretaba la mano de Layla- Quiere matarme a mí y al bebe...por que no es el padre...por favor....

Layla repentinamente se puso pálida como el papel mientras escuchaba las palabras, notaba el abdomen de la chica bastante abultado y su expresión era de terror.

—Todo el mundo tienes límites... ¿No? –le devolvió Warren la pregunta a Layla mientras ella se sentía mucho más inestable que en cualquier momento en su vida-. 

Flowers (Layla y Warren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora