Capítulo 0: Prólogo

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Descargo de responsabilidad:

No soy dueño de Mortal Kombat o Sekirei estos pertenecen a sus respectivos dueños y creadores. Esta historia es gratuita y sin animo de lucro por lo que si alguien pago para leerla entonces fue estafado, la escribo porque me gusta y quiero que otros rían o al menos pasen un buen rato cuando lo lean. Nadie está obligado a leerla si no quiere o no le gusta.

Capítulo 0: Prólogo

¿Creen en la vida después de la muerte?

La verdad yo no creí en esa tontería, pero al parecer me equivoqué porque frente a mi está un joven de pelo y ojos negros que proclama ser un ser supremo. Normalmente no creería esa estúpida idea, pero cuando veo mi cuerpo traslucido y que estoy flotando en el aire, pues no es que tenga muchas opciones.

Pero la verdad antes de explicar porque estoy aquí debería explicar ¿por qué estoy muerto? ¿Verdad?

La cosa es que soy un artista marcial, alcance el rango de maestro a una edad bastante joven, lo que me gano la admiración de muchos, pero también la envidia de otros. Mi vida no ha sido la más segura, más por mi mala suerte que por los muchos intentos de matarme que he recibido.

He sobrevivido a atropellamientos y accidentes aéreos, pero lo que me mató fue la pérdida de sangre después de ser baleado por tres personas, por cierto, logre matar a los bastardos antes de perder la conciencia.

Después de perder la conciencia lo que em encuentro es que estoy en este aspecto espectral frente al joven que dice ser un ser supremo.

El joven deja caer archivo par de papeles sobre la mesa y se reclina en la silla.

—¡Joder hombre! ¡Eres asombroso! Kazama Sousuke, 37 años, miembro de la familia Kazama y próximo jefe de la familia. Maestro de Ninjutsu a la edad de 32 años, sobreviviente de 5 “accidentes” de tránsito y 2 “accidentes” aéreos. Causa de muerte pérdida masiva de sangre tras ser baleado con calibre .45 magnun por tres miembros de una familia yakuza rival. Y por si fuese poco antes de morir mataste a esos tres junto con los otros 17 que te trataron de matar.

No digas todo eso, me da avergüenzas.

—Abriste tres escuelas de Ninjutsu y patrocinaste varios torneos, donabas la mayoría de tus ganancias a sociedades de caridad y beneficencia. Rescataste a la hija del primer ministro de un atentado, formaste parte de la guardia personal de la familia imperial, miembro honorario de las JSDF.

Si, todo eso es verdad.

—¡Mierda, que eres jodidamente sorprendente! Si no fuese porque te tomaron por sorpresa cuando te balearon es muy probable que estuvieses vivo todavía. Eras la próxima cabeza de una familia yakuza ¿En serio creías que nadie que nadie vendría a matarte si salías solo a esa hora?

La verdad no, es víspera de año nuevo, ¿quién vergas se le ocurre hacer algo así en año nuevo?

—¿Y a quien coño se le ocurre llevar en la noche de víspera de año nuevo 4 kunais, 3 shuriken y un kunai-arpón cuando sale a caminar? *suspiro* Bueno lo hecho, hecho está… ahora al por qué estás aquí.

Al fin sabré porque estoy aquí cuando debería estar muerto.

—Este es un sistema que se implemento no hace mucho, tomamos personas que hicieron buenas acciones durante su vida y acumularon buen karma, y los reencarnamos en otro mundo. Hasta aquí ¿entiendes todo?

—Si.

—Bien. Le concedemos deseos a los individuos seleccionados en correspondencia de la cantidad de karma que han acumulado durante su vida antes de reencarnar. Tu eres unos de esos individuos seleccionados. ¿Alguna pregunta?

Un Escorpión en Shin TokyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora