Capítulo 4 Posada Izumo

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No soy dueño de Mortal Kombat o Sekirei estos pertenecen a sus respectivos dueños y creadores. Esta historia es gratuita y sin animo de lucro por lo que si alguien pago para leerla entonces fue estafado, la escribo porque me gusta y quiero que otros rían o al menos pasen un buen rato cuando lo lean. Nadie está obligado a leerla si no quiere o no le gusta.

Capítulo 4 Posada Izumo

La propuesta de posada de Souji me trajo a un edificio en el mismo centro la zona norte.

Según mi amigo esta es una posada agradable y la dueña es una buena persona que todavía está buscando arrendatarios. Según me contó en el pasado el grupo ayudó con algunos incidentes que hubo entre la posada y el MBI, así que la relación es bastante buena.

El auto de Souji se detuvo frente a la entrada de la posada y ambos nos bajamos del auto y avanzamos parándonos frente a la puerta de la posada.

Miro en duda a Souji que me mira con una sonrisa confiada como si dijera “confía en mí, es seguro”. Todavía tengo mis dudas, pero confiaré en este tipo.

Souji toca en timbre y unos segundos después la puerta es abierta por una hermosa mujer de cabello púrpura claro que le llega hasta la cintura con flequillos cortos estilo “hime”, mientras sostenía su cola de caballo con una cinta blanca. Llevaba un atuendo de Miko, solo que el hakama tradicionalmente rojo en este caso era violeta.

—Ara ara ¿Souji-san? Es raro verlo por esta parte.

—Ha pasado un tiempo Asama-san. De hecho, vine por un asunto.

—Ya veo. Puedo inducir que implica a su acompañante ¿verdad?

Souji no respondió solo asintió a la las palabras de la dueña.

—Bien, primero entremos para poder hablar.

Asama-san nos permite entrar a la posada y nos guía a una sala de estar. Unos minutos después de que nos sentamos en el suelo de tatami alrededor de una pequeña mesa donde había tazas de té, que había preparado la casera.

—Entonces permítame presentarme, soy Asama MIya, la casera de la Posada Izumo.

—Sahashi Hanzo, soy viejo amigo de Souji, de hecho, soy la razón por la que estamos aquí.

Después de las presentaciones comencé a explicarme mi situación a Asama, le expuse mis condiciones de búsqueda para un alojamiento y como la Posada Izumo cumplía perfectamente con mis requisitos.

La posada está a 15 minutos a pie del dojo, el alquiler de 50 000 Yenes al mes es bastante barato dados los lujos que la posada, Souji me dijo y juró que el vecindario es muy tranquilo y seguro. Mirando la estructura confirme la firmeza del edificio, no es una estructura vieja, al contrario, es bastante reciente y muy bien hecha. Además, la estética tradicional le da un atractivo adicional a diferencia de los complejos de departamentos actuales.

Así que técnicamente la Posada Izumo cumple con mis requisitos.

—Uhm, muy bien. Mientras no causes ningún problema…

—No se preocupe Asama-san, ya me retiré de esa vida, Souji puede corroborarlo. Además, siempre trato de resolver las cosas de la forma más civilizada.

—Entonces… Bienvenido a la Posada Izumo, será un placer tenerte a bordo.

Asama-san pensó por unos segundos, al final estuvo de acuerdo y me aceptó como residente.

—Gracias Asama-san, ¿o debería llamarla Ooya-san?

—Fufufu, como gustes.

. . .

Un Escorpión en Shin TokyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora