Capítulo 7 Joder, como odio a ese idiota.

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Capítulo 7 Joder, como odio a ese idiota.

POV Kagari/Homura

Cuando Miya me dijo que tenía un nuevo inquilino lo primero que pensé fue que “la borracha” había vuelto y pensaba quedarse para siempre, pero nunca creí que se refería a un verdadero nuevo inquilino.

El joven que vi esa mañana me sorprendió, era un poco más alto que yo, cabello negro y ojos dorados, por un momento pensé que eran lentes, después de todo están de moda, pero Miya y Uzume dijeron que eran reales.

Cuando llegué estaba sentado en el jardín con un kisaru en su mano, fumando mientras miraba los gorriones en el árbol del jardín.

—Si Miya te atrapa fumando dentro te arrepentirás ¿sabes?

—Entonces a ti te ya han atrapado ¿verdad?

En joven reía mientras respondía apagando en kisaru y escondiéndolo bajo la manga de su yukata.

Este tipo me cae bien.

—Hanzo, soy en nuevo.

—Kagari, un gusto.

Me pare junto a él mientras miraba las aves salir volando.

—Es tranquilo y relajante.

—Si, me alegro de poder estar aquí. Este es uno de los pocos lugares donde todavía hay paz en esta ciudad.

Así fue como conocí al más reciente residente de la Posada Izumo. Un joven tranquilo que ayuda a Miya ocasionalmente o reprende a Uzume o Matsu cuando hacen alguna de sus tonterías.

De hecho, como conoció a Matsu fue algo divertido. Fue tomada por sorpresa en medio de la madrugada mientras iba al baño, Hanzo la confundió con un intruso y para cuando salimos para aclarar el malentendido la Sekirei pelirroja estaba colgada del techo con lágrimas en los ojos mientras trataba de gritar, pero el trapo cubriendo su boca se lo impedía.

El malentendido fue rápidamente resuelto, pero Matsu todavía le envía un email a Hanzo cada vez que va a salir a medianoche como medida de seguridad. La cara de Hanzo no tenía precio cuando recibió por primera vez el email y me lo mostro, me alegro de haber podido soportar la risa y no escupir el té.

La verdad la incorporación de Hanzo a la posada ha sido un cambio bienvenido y fresco, pero ni en mis más locos sueños espere que lo que ocurrió esa noche.

Nota del autor: sé que muchos harán chiste con esa oración.

Eran ya pasadas las 10 cuando Hanzo se apareció con el numero chatarra cargada en sus brazos dormida.

Nos contó que la encontró sola, descalza y en pésimo estado, para colmo había un par de sujetos que trataron de raptarla y tuvo que ahuyentarlos violentamente.

Estuve a punto de llamar a Takami-san, pero al ver a Miya permitirle entrar y no objetar “mucho” deje mi teléfono a un lado, además algo me dice que cuando la llame dirá algo como: ”no sé nada de eso, además no es mi departamento”. Estaba preocupado, un número que debe estar bajo extrema vigilancia este suelto sin ninguna supervisión, pero de cierta forma estaba aliviado que una Sekirei aunque defectuosa no cayó en manos de algún degenerado.
Ya han ocurrido varios casos donde algunas Sekireis han sido aladas por tipos de muy bajas cualidades morales, incluso han sido aladas por la fuerza. Como guardián me he dedicado a cuidar a las chicas, pero solo soy uno, no puedo ayudarlas a todas.

Así que al menos me alegro de que ella no fuese tomada por la fuerza aun cuando no puede ser alada.

La chica dormida, Akitsu como se presentó tras despertar, tiene una personalidad bastante peculiar, diciéndolo simple es una cabeza de aire. Lo descubrimos tras hacerle algunas preguntas y lo confirmamos cuando salió del baño mojada y desnuda. Cuando le replicamos su respuesta nos dejó sin palabras: “ah, lo olvidé”

Un Escorpión en Shin TokyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora