Mi amor no se había hecho notar hasta aquel día en que Matías llego con una sonrisa más grande de lo común a mi casa para buscarme para ir al colegio.
-¿Porque tan alegre hoy? Pregunte.
-Emm, por nada. Respondió con una sonrisa pícara. Le di un puñete en el hombro y le dije
-Vamos Matías a mí no me engañas, ¿Qué paso?
-Bien, estoy conociendo a una chica estupenda, se llama Melisa. Mi corazón se paralizo, las palabras no me salían y allí descubrí que algo raro pasaba, Mati siempre había estado con chicas, ninguna le duraba más de una noche, pero esta vez note algo distinto en él al contarme.
-¿Melisa? Pregunte, mirando la calle, no quería mirarlo.
-Sí, hace tiempo chateamos, y el sábado la conocí, es realmente hermosa. La sonrisa en su rostro era cada vez más grande, tan grande como mi bronca, aún estaba confundida, ¿porque me molestaba que él estuviera con esa chica?
-Ahh, y ¿es de acá? No sabía que decirle, solo quería que esto fuera otra de sus bromas.
-Sí, es de acá y tiene nuestra edad, temes que conocerla, se van a llevar de lo mejor. Okey, fantástico, pensé, ahora tengo que conocer a la zorra. Estaba loca de celos.
Llegamos a la escuela y fui corriendo a buscar a Francisca, mi mejor amiga, le conté todo, y solo me dijo
-Al fin reconoces que estás loca por Matías. La mire con bronca, ¿que me estaba diciendo?
-¿Qué? Le dije con la peor cara que podía tener.
-Yo sabía que estabas enamorada de él, se nota en como lo miras, como le sonreís, hay química entre ustedes. ¿Qué clase de química puede haber si él sale con esa Melisa? Pensé.
-Bueno, pues, yo acabo de darme cuenta de mis sentimientos, no quiero que este con esa, no quiero que este con nadie. Lo dije con tono triste y puse mi cara contra la mesa.
-Oh pequeña, ya vamos a solucionar esto, Matías va a ser tuyo, ya lo veras.
La tarde pasó rápido, sonó el timbre de salida, busque a Matías para ir a nuestras casas, pero no lo encontré, salí fuera del colegio y allí lo vi, besando apasionadamente a una rubia despampanante, mi corazón se rompió.
-Ey chicas vengan. Gritó Matías mientras nos invitaba a ir hacia donde él estaba.
-Vamos. Dijo Francisca en tono decidido. Y hacia allá fuimos, hacia el mayor esfuerzo para contener las lágrimas.
Al llegar Matías dijo
-Ella es Melisa. Era una rubia con cabello largo y muy lacio, delgada, con unos ojos azules divinos, y sus mejillas eran rosadas, parecía realmente una Barbie, no podía competir contra ella.
-Hola chicas. Dijo la bella muchacha.
-Hola. Dijimos a coro con Francisca, quería irme ya de allí, Francisca lo notó, así que nos disculpó diciendo
-Estamos atrasadas Matt. Luego hablamos, adiós Melisa. Y nos fuimos, Matías nos miró extrañado, no entendía porque nos habíamos ido de esa manera.
-No puedo competir con esa chica, Fran es muy bella, parece realmente una Barbie. Le dije a mi amiga.
-Eso no tiene nada que ver Tania, tenes miles de horas compartidas, casi toda una vida con él, ¿Qué le puede dar esa mina?
-Tiene mucho que ver, Matías nunca se fijaría en mí, teniendo a esa belleza a su lado.
-Querida, tu amiga tiene un plan, ya vas a ver.
ESTÁS LEYENDO
Mi mejor amigo.
RomanceAun no sé cómo sucedió, solo sé que paso, Y ahora no sé qué hacer.