Testimonio de un Apocalipsis [Testimonio #1]

Capítulo 15

CAPÍTULO 15

"Si el autocontrol te da fuerza y la calma es maestría; no permitas que terceros controlen la trayectoria de tu vida y no permitas que tus emociones dominen tu inteligencia".

—Connor White

Los minutos más largos de mi vida. Nuevamente tuvimos una persecución por los zombies, me pareció una exageración que los nerds hayan catalogado este bosque como el más seguro, ¡bah! Los muertos vivientes están por todos lados, ellos pueden olernos. Alisson y yo nos encontrábamos escondidos entre los matorrales, tenía mi vista puesta en nuestro entorno mientras apuntaba con mi arma hacia muchos lados cuando percibía algún ruido. La rubia, por su parte estaba sentada mientras abrazaba a su nueva mascota y a su vez estaba conteniendo el llanto, hasta que decidió hablar.

—¿Qué vamos hacer ahora? —pregunta ella con voz casi inaudible—. No podemos quedarnos escondidos aquí para siempre.

Eso es más que obvio. Me quedé callado por un momento, pensando en algún plan y nada me llegó a la mente, ¿en dónde estarán los demás chicos? Saqué mi móvil y está claro que no ha habido señal desde que inició toda esta catástrofe, maldije por lo bajo.

—Levántate —le pedí a la rubia sin mirarla, pero parece que se quedó estática—. Vamos, levántate si no quieres que te deje aquí y tú te las arreglas como el universo te dé licencia.

No dijo nada más, ambos decidimos abandonar los arbustos en los que nos encontrábamos escondidos, que bueno porque ya me estaba cansando de estar mucho tiempo de cuclillas y las piernas se me estaban durmiendo. Volteo a todos lados y no hay rastro alguno de nuestros compañeros, sólo hay un silencio que nos da gusto de que al parecer no hay peligro que nos aceche, no obstante, no me agrada la idea de estar perdido en un bosque.

—¿Crees que les haya pasado algo a los demás? —la preocupación de la rubia es palpable.

No lo sé.

Me limité a no contestar, más que seguir caminando para encontrar el punto donde nos habíamos estacionado. A lo lejos puedo descubrir un grito de auxilio acompañado, volteo a todos lados y esa exclamación sale por detrás de los árboles, puedo ver que Camila viene corriendo hacia nosotros, por instinto apunté mi arma hacia ella, quien sabe si habría sido mordida por un zombie, no debemos dejarnos engañar.

—¡Connor no le apuntes! —intervino Alisson moviendo la punta de mi arma a un lado y se apresura a Camila para estudiarla de que estuviera en buen estado.

—¿Cómo sabremos que ella no ha sido mordida? —cuestioné.

—Cállate, observa, todo está bien ella —decidí no hacer caso a lo primero que me dijo.

—¿Qué pasó? ¿dónde están los demás? —le pregunté a la castaña, ésta se halla con la respiración hecha un desastre, y viéndola bien traía algunos rasguños en sus brazos.