Frente al mundo

Cartas sobre la mesa

15 años atrás

Elisabeth:

Hoy hace dos años de mi desaparición, dos años donde todo el reino me está buscando, dos años desde que Erick se quedó con mi poder, dos años desde que el clan del fuego se reveló ante los clanes.

Y ahora dos años después es hora de volver, hora de enfrentarme a mi pasado, pero para ello tengo un gran apoyo en el presente, y este es Esteban.

Durante estos años Esteban ha estado como apoyo incondicional, en los buenos momentos y en los malos, él me ha visto quebrarme, pero siempre ha estado aquí.

Shabriri es una niña sana y fuerte, Esteban se ha comportado para ella como un padre, y para mí como mi novio.

Él y yo empezamos nuestra "relación" al año de llegar aquí, pero yo todavía no he sanado, las heridas que Erick creó no cicatrizan, no sanan, todavía no me siento preparada para darlo todo por alguien, pero sé que él está ahí, sé que él va a estar siempre para mí.

Shabriri y Esteban se encuentran jugando en el jardín de la cabaña, esa era la imagen de una familia, de mi familia.

Sé el peligro al que hoy me voy a enfrentar, hoy voy a enfrentar a el demonio que reino en mi pasado, aquel que me hundió en la miseria, hoy me enfrentaré a Erick.

Salgo al jardín y Shabriri corre hacía mis brazos, la alzo en ellos mientras le hago una seña a Esteban indicándole que es el momento de prepararnos.

Me dirijo a la cabaña con Shabriri y me visto de una forma única, que yo nunca había usado, una forma que desafía a mí época donde reina lo sobrecargado, hoy me he decidido a poner este vestido porque así soy yo única y lo demostré desde niña, cuando reclamé mi trono, cuando me casé y cuando hice frente a un maltratador estando embarazada, pero ahora tenía a lo más preciado de mi universo, y eso lo iba a proteger hasta con el último pedazo de mi alma.

Salgo de la cabaña junto con Esteban quién carga a Shabriri como si fuera su propia hija, y eso es lo que amo de él que nos acepte a ambas de forma incondicional.

El camino al lugar que antes llamaba hogar pasa lentamente, y con él mis dudas y nervios aumentan, aunque no lo reconozca realmente temo a Erick.

Y no es solo por el daño físico que me hizo, es porque realmente me enamoré de él y eso es algo que he logrado aceptar, pero superarlo es otra cosa, porque no es fácil, aunque le odie con cada parte de mí él fue mi primer todo, y es el padre de mi hija.

Llegué a palacio y automáticamente todos los guardias se pusieron alerta, cosa que para mí no suponía ningún impedimento ya que mis objetivos no eran ellos, sino su rey.

Con un movimiento de mano hice que la tierra levantara a mis lados impidiendo así que nadie se acercara a mí.

Me adentro en mi antiguo hogar y me sorprendo al ver lo que tengo ante mí, el clan del fuego se ha adueñado por completo de la unión por la que tanto había luchado.