Frente al mundo

El poder del mar

Aurora

Asustada es poco para el estado en el que me encuentro.

El peso de las palabras de mi madre es inmenso, Shabriri y yo deberemos superar el rito de iniciación, prueba para la cual las personas se preparan durante años. Yo me enfrentaré a ella sin preparación y siendo una adolescente, porque sí, tengo 14 años.

-Aurora cariño aquí tengo las cosas que necesitaras durante tu viaje – Margaret una de mis maestras se acerca a mí - Amor tienes que ser fuerte eres una guerrera, y estoy segura de que tu madre no te hubiera postulado si no estuviera segura de que saldrías ilesa.

-Gracias Maggie, de verdad, por todo lo que has hecho durante este tiempo

-Enana, nada de sentimentalismos, es hora de que te termines de preparar.

Me coloco mi ropa y camino hacia el patio donde cientos de personas esperan la llegada de mi madre.

El sonido de tacones inunda la estancia, y eso es lo que todos necesitamos para percatarnos de que mi madre ha llegado.

El porte de mi madre es el de siempre, da igual la circunstancia, ella se muestra impenetrable, impasible, como si nada pudiera dañarla. Mi madre es la persona a la que más admiro, porque para nadie es secreto su historia, pero aun así ella tiene esa capacidad de formar una coraza a su alrededor, la cual nadie puede atravesar.

-Aspirantes, hoy es un día muy importante, día en el cual muchos de vosotros comenzareis una travesía de la cual puede que nunca regreséis – Mamá hace una pausa y pasea su mirada por toda la instancia – los aspirantes deben de dirigirse al área marítima, en ella deben de demostrar su poder sobre el agua, el dominio y el vínculo que deberán tener serán claves para que consigan pasar la prueba.

Mamá se baja del atril y da paso a un hechicero que nos explica que debemos hacer, las pruebas no se desarrollaran en palacio, sino en un recinto preparado para ello, cada día se nos entregará una nota con lo que deberemos hacer, respecto a donde vamos a dormir, la respuesta es en donde consigamos porque por su parte no nos van a entregar nada, cada uno deberá desenvolverse como bien pueda.

Shabriri se dirige a mi descargando una mirada llena de rabia sobre mí, he de decir que nuestra relación era la mejor, única.

No éramos hermanas, no éramos amigas, ella y yo éramos mucho más que eso, éramos un alma en distintos cuerpos, nos complementábamos, o al menos así fue hasta que él apareció.

Jade llegó a nuestras vidas como un torbellino, despertando en ambos miles de emociones.

Pero ese no fue el problema, el problema es que Shabriri se lo tomo como una competición y ella dice que lo ama y yo también, el problema erradica en que Jade no elige a una, al menos no oficialmente, cuando pensamos que ya ha decidido va con la otra, sembrando de esa forma en nosotras la envidia.

Pero a partir de ahora todo en mi vida volverá a la normalidad, después de pasar por las pruebas Jade deberá elegir entre las dos.