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— Sigo diciendo que no es necesario irme a tu casa - dijo mirando por la ventana del auto.

— Oh, vamos Coraline, ¿Querías seguir viviendo en esa pocilga? - preguntó mirándola de reojo.

— ¿Pocilga? - preguntó indignada- si tú dijiste que era lindo y acogedor, además era el único lugar que ajustaba con mi presupuesto.

— Si, era lindo y acogedor como dije- rectifico- pero cuando llegó esa señora cambió mi parecer.

— Eso significa que te convertirás en mi tutor o ¿qué? - preguntó arisca.

— Más bien veme como un aliado, así como Batman y Robin- contestó feliz.

— Claro- dijo con el ceño fruncido y alzando una ceja.

Pasaron alrededor de unos minutos de haber llegado a la resistencia de Cooper, ella salió de auto con su mochila, mientras que Demian bajó de la cajuela la maleta de la ojiazul, entraron a la casa, Coraline, comenzó a seguirlo, subieron las escaleras dando vuelta a la izquierda donde se encontraban dos habitaciones, Demian sacó unas llaves de su bolsillo, para abrir la puerta de la recámara de la derecha.

Cuando esta fue abierta dejó salir una bomba de humo causando que ambos tosieran, y tapase la boca y nariz con lo tuvieran a la mano.

— Perdón, por eso- dijo él encendiendo la luz de la habitación- pero no ocupo esta habitación.

— ¿Desde cuándo no haces el aseo en esta cuarto? - preguntó entrando y dejando su mochila en el escritorio donde dejó salir más polvo.

— Mmm, creo desde hace como ¿tres, cuatro años? - contestó no muy seguro.

— Esto si es una pocilga- dijo mirando a su alrededor.

— Al menos aquí no te van a cobrar la renta- comentó, a lo que Coraline chasqueo los dedos y lo señaló.

— Tienes razón.

Se escuchó una alarma proveniente del celular del castaño, quien la apagó, para ver a la ojiazul.

— Lo siento, pero me tengo que ir al trabajo, tu arregla el cuarto, las cosas de limpieza están en el cuarto de al lado de la cocina- dijo bajando las escaleras junto con ella- le pediría a Yuri que te ayudará pero fue a visitar a su familia y estoy sin ama de llaves por todo un fin de semana.

— Está bien. - dijo soltando un suspiro.

— Mañana te acompaño a comprar decoraciones y demás- dijo abriendo la puerta- y sobre tus cosas... le diré a Hawkeye que te la atraiga en la noche, nos vemos- dijo poniendo su mano en la cabeza de la menor mostrándole una leve sonrisa.

— Adiós- se despidió, viéndolo cerrar la puerta, para así soltar un pesado suspiro- genial ahora hacer el aseo, no sé porque me recuerda cuando mi papá me mandó a limpiar el ático.

Fue por las cosas para limpiar, regreso a la habitación y puso manos a la obra, empezó por los muebles que no eran muchos, un tocador, dos mesas de noche, un escritorio y el clóset, todos de un color chocolate, después continuó con la cama, la sacudió y puso a lavar las sábanas, volvió al cuarto y vio una videollamada entrante de Nathalie, así que se acomodó para contestar.

— Hasta que das señales de vida- a modo de saludo dijo la ojiazul- te estuve marque y marque Miller.

Perdón pero tenía taller y dejé el teléfono en la mochila- río un poco, miro el fondo de su amiga percatándose que no estaba en su casa ni en la universidad- ¿En dónde estás?

— Ahh... en casa de Demian- respondió mirando a sus espaldas para regresar la mirada a la pantalla.

¡¿Estás en casa del profesor Demian?!- interrogó pegando un grito.

¿Amor o Deseo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora