Al llegar a casa varios coches esperan en la puerta y sé que Miguel está aquí. Aparco mi increíble coche en el garaje y me mentalizo para soportar una cena con su nuevo socio y posiblemente los gritos insoportables de niños. Pero al abrir la puerta solo se escuchan las risas de mis padres y de alguien más. Nina, la ama de llaves, me indica donde están y voy a la sala de juntas. Mi padre está en su sitio sentado con mi madre a su lado. En las sillas de enfrente Miguel y un chico rubio. Cuando escuchan mis pasos todas las miradas se centran de mi y mis ojos se cruzan con la cabellera rubia. Tiene los ojos más bonitos que he visto nunca. Tienen un verde esmeralda increíbles que resaltan con su piel clara. Tiene una barba de apenas unos días y su boca en una línea recta. Por lo que puedo ver es musculoso y posiblemente me saque una cabeza.
-Ella es mi hija Nora. Nora estos son Miguel, que ya lo conoces.-Le estrecho la mano y sonrío.-Y su hijo Gianluca.
Ahora tengo al chico más cerca y puedo asegurar que es el chico más guapo que he visto en mi vida. ¿Este es el hijo de Miguel? ¿No hay niños chillones? ¿Este Dios es el hijo de una pieza importante en la mafia? ¿El también pertenece a la mafia? No lo sé pero me haría parte de ella solo por estar cerca de él. ¡Menudo chico! Si Gabri lo viera tendría la boca en el suelo......Gabri.....debe de estar en la fiesta con todos.
-Si os parece bien podemos ir empezando la cena.-Miguel asiente y se levanta junto a su hijo.-Nora ¿por qué no le enseñas las cuadras a Gianluca? Su padre dice que es un buen jinete.-Asiento.
Salgo al jardín con el chico pisándome los talones y antes de llegar a las cuadras me quito los zapatos para que mis pies toquen el césped. El chico se coloca a mi lado pero lo ignoro.
-¿Por qué tienes cara de amargada?
Su voz ronca me eriza la piel y mi corazón empieza a latir rápido.
-No tengo cara de amargada.-Mascullo.
-¿Esa es tu cara de siempre?-Ríe.-Pues tienes cara de amargada. ¿La princesa no consigue de papá lo que quiere?-Lo miro para enfrentarme a él pero me impone tanto que mi cuerpo se calienta.
-Debería de estar en mi fiesta de graduación y no aquí viéndote tu cara de creído.-Ríe mientras se da un golpe seco en el pecho y echa la cabeza para atrás. Se muerde el labio y me mira.
-¿Que te impide estar aquí, Vanichi?
Que pronunciara mi apellido hace que todo se me revuelva. Escucharlo salir de sus labios suena tan bien, tan sensual, tan increíble....
-¿La cena de la cual nos han echado?-Mira a todos lados.-Puedes irte sin que se den cuenta. Me quedaré aquí fumando y luego diré que has subido a tu habitación.
-¿De verdad?-Sonríe y asiente.
Miro una última vez mi casa y cruzo todo el campo buscando la salida que sé que no habrá nadie. Nunca me he escapado de casa ni he desobedecido a mi padre pero Gianluca es el empujón que necesitaba para salir de aquí. Que salieran esas palabras de sus labios han sido para mi una orden. Mi corazón aún late sin control al recordar cómo ha dicho mi apellido y el color de sus ojos.
El camino a la fiesta solo son diez minutos y cuando llego todo el mundo está bailando. Busco a Gabri que al verme se lanza a mis brazos.
-¡Has venido!-Asiento.
-Tengo que contarte algo.-Grito por encima de la música. Señala detrás de mi y me giro con miedo.
-Me has dado plantón.-Hace una mueca y mi cuerpo se relaja al ver que es Adrien.
-Lo siento.
-Solo te perdonaré si bailas conmigo.-Me tiende su mano y la acepto. Le sonrío a Gabri y voy a la pista de baile de la mano de Adrien.-¿Donde te habías metido Vanichi?
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Dentro de ti
RandomUna reunión de uno de las mayores jefes de la mafia italiana cambia tu vida, más bien, unos ojos azules. Gianluca llega a la vida de la inocente Nora para darle un verano que recordará toda su vida. Una discusión entre los jefes cambiará todo pero l...