𝖲𝖺𝖾𝗋𝖺𝗇 ©

9. Soulmates

*Está idea fue sacada principalmente de Tiktok. Créditos Tiktok*

[Edades modificadas, trama externa.]

— .Aquellas personas que están destinadas a estar juntas sentirán lo mismo que su alma gemela luego de cumplir los 18 años. —

Habían pasado dos años desde que Saeran Choi había cumplido la mayoría de edad; para ese momento se encontraba en el edificio de Mint Eye haciendo su trabajo habitual, Hackear. Luego de ser drogado múltiples veces y haber sido llenado de odio hacia su hermano lo único que hacía era trabajar para destruirlo.

— Finalmente Luciel, logré acceder. — Mientras tecleaba como loco en el computador sintió un leve ardor en su mejilla. Luego de cumplir 18 años, solía tener moretones leves en todo el cuerpo pero principalmente en la cara, eso le molestaba bastante.

No conocía mucho acerca del tema pero sabía un poco, o al menos lo básico sobre almas gemelas. Ese tema nunca le interesó, su único interés era destruir a su hermano, pero ignorar los golpes que tenía a diario tampoco era fácil.

Accedió al chat de la RFA, luego de 1 año intentándolo e imitando el método de Luciel. Rápidamente su vista se poso sobre las conversaciones más actuales, al parecer había una nueva miembro.

— Así que ingreso luego de ayudar a ese traidor de V. — Murmuró para si mismo, un par de códigos fueron suficientes para acceder a la información personal de ella.

Nada interesante, aburrida diría yo. Pensó para si mismo. Aunque no había muchas fotos de ella, las pocas que contenía el archivo podría decir que era algo linda.

Sacudió su cabeza para enfriar sus pensamientos ante ese cumplido indirecto, siguió pensando en una forma de acceder a ella. Según su salvador, le indico que si alguien ocupaba su lugar intentará llegar a ella.

Pensando en alguna forma, logro acceder a las cámaras que 707 tenía instaladas en cada una de las casas de los miembros por seguridad y la casa de la chica no era la excepción. 

20 minutos de vídeo fueron suficientes para que el peliblanco suspirara de frustración, razón? Ella era una completa torpe. Si bien no prestaba 100% atención a sus acciones, cada vez que ella hacia algo o se tropezaba o se lastimaba.

Un pequeño detalle que olvidaba el chico, era que cada que ella se golpeaba el sentía el dolor. Claro, esos dolores había aprendido a ignorarlos así que no los relacionó con ella.

— Enserio debo acercarme a ti? — Cansado, apagó los computadores tomando su chaqueta para dar un paseo por la ciudad. Su salvador confiaba en su fiel sirviente. Claro, como no confiar luego de drogarlo múltiples veces.

Caminando por la ciudad mientras la lluvia comenzaba a caer, cubrió su cabeza con el gorro de su chaqueta. Cruzando la calle sintió como su rodilla se empapaba, frente a el una chica acaba de tropezar con un señor cayendo de rodillas.

Ese contacto le llamo la atención, mirando más atentamente a la chica, se dió cuenta que era la nueva miembro de la RFA.

— Mc — Refutó molesto. Fingiendo una sonrisa se acercó hasta ella para ayudarla. — Estás bien?

— Eh? Oh sí... Gracias — Respondió tomando la mano del desconocido amablemente. Limpió sus ropas pero sintió sus rodillas empapadas. — Demonios..

Sus medias estaban totalmente empapadas y ni hablar de sus zapatos que ahora comenzaba a hacerse presente la humedad. Saeran sintió lo mismo haciendo una expresión de asco, llamando la atención de ella.

— Te encuentras bien? — Pregunto con cierta preocupación.

— Si, solo sentí mis zapatos empaparse.

— Casualidad, yo también. — El peliblanco la miro de arriba a abajo mientras está se maldecia. El chico la tomo del brazo llevándola a una cafetería cercana para refugiarse de la lluvia.

— Tropiezas a menudo? — Preguntó el chico sacándose el gorro y la chaqueta la cual se encontraba igual de empapadas.

— Si, algo así, estos zapatos son molestos, no me gustan. Nunca me acostumbré a usar zapatillas. — La chica los miro con odio.

— Y porque no solo no los usas? — Argumento, era una buena pregunta.

— Debo acostumbrarme a usar este tipo de zapatos antes de un evento. — Sonrió con cierto cansancio en su voz.

— Evento? — El mismo se sorprendió por la plática que comenzaba a extenderse gracias a el.

— Algo así. Evento de caridad, soy la coordinadora. — El peliblanco suspiro, debía aprovechar la oportunidad para crear una lazo con ella.

— Tus medias están completamente empapadas, eso puede enfermarte y no querrás enfermarte antes de tu evento de caridad. — Mencionó. La chica lo pensó y asintió.

— Mi casa está al otro lado de la ciudad, vine a revisar unas cuantas cosas así que tardaré en volver.

— Puedes quedarte conmigo mientras te secas. — Su mirada se poso en la de ella, su aspecto parecía el de un zombi, ojeras y cara cansada pero además de eso parecía confiable.

— No puedo irme con extraños, seré torpe no tonta. — Sonrió de lado

— Me llamo Ray — Sonrió fingidamente intentando aguantar su cara de asco ante la pronunciación de aquel nombre. — Puedo darte ropa seca, si ves algo sospechoso llamas al 911.

— Lo tendré en el marcador. — El chico asintió colocándose nuevamente la chaqueta, la chica estiró su paraguas hacía el.

El camino era corto pero Mc no quería hacerlo incómodo, mientras caminaba a su lado se acercó para que el Paraguas le cubriera también, el repente acercamiento de la castaña hizo poner nervioso al peliblanco a lo que ella se explicó.

— Para que te cubra — Sonrió amablemente, el solo se limitó a asentir. — Sabes acerca de las almas gemelas? — Pregunto intentando sacar tema de conversación.

— Lo básico.

— Me preocupa mi alma gemela, rara vez siento algún síntoma, la última vez sentí un líquido rasposo en mi garganta y un dolor agudo en la cabeza. — El peliblanco apenas prestaba atención, la castaña nuevamente se había tropezado con esos horribles zapatos.

Lo que logró? Golpearse en el tobillo, se agachó chillando del dolor. Saeran rápidamente se agachó sintiendo el mismo dolor, esto llamo la atención de la castaña.

— T-Tu... Te duele el tobillo?

— Mi alma gemela es una idiota. — Murmuró. Algo confundida y con una leve teoría pellizco su mejilla haciendo que el color rojizo apareciera en la mejilla del peliblanco.

— TU ERES MI ALMA GEMELA?

— Eh?