➻Final

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-Capítulo Final-


En el entierro del "Rey", todo el pueblo se reunió. Todos tristes ante la muerte de su Guerrero, pues aún Eirene no confiesa que él no es el verdadero guerrero, y Draven no cree estar seguro de comprobarlo... en realidad no quiere ser Rey, solamente quiere estar con su amada y con su hijo que viene en camino, pero sabe que para mantenerlos debe de tener dinero, y por eso, considera la posibilidad.

— ¿Aún no saben que paso con Zuko? - pregunta Volna, quien también fue al velorio, y aparte de su nieto es la única que conoció toda la verdad.

— No. Fuimos, pero no encontramos su cuerpo, ni el de la Bruja Eos - Respondió Draven, quien, a pesar de solo haber visto un par de veces, admiraba a Zuko, fue un gran hechicero, y además lo ayudo a rescatar a Eirene.

Por su parte, Eirene teme que se haya muerto, siendo Zuko lo único más cercano a un padre.

El padre de Emilia está destrozado, el también ya sabe del error del guerrero, Draven se lo confesó. El al principio no creyó, pero luego vio con claridad todo, Emilian jamás había utilizado un hechizo, es más ni siquiera le interesaba el tema, en cambio a Draven sí, es lo que hacía con su tiempo libre... y entonces, le pidió perdón.

En ese momento... una carroza llegaba al pueblo, con guardias cubriéndola montados en caballo... todo el pueblo volteo, extrañado ante una presencia. Eirene quien tenía puesto un hermoso vestido de negro, puso cuidado a ese carruaje, Draven siempre estaba a su lado, pero delante de todos guardaban las apariencias.

— El Rey Enyo del Pueblo Bina pide hablar con la Reina Eirene - exclama un sirviente, todo el pueblo voltea a ver a la Reina, quien está algo sorprendida.

Entonces se da cuenta de algo. Quizás ellos se han enterado que quedo viuda, y desean presentarle algún Rey o príncipe para que lo considere como esposo, ella está claro que se negara, pero esto podría ponerse mal.

— Que me siga al Palacio – ordenó Eirene con un tono de voz inseguro.

— ¿Que querrá contigo? – pregunta Draven siguiéndola hasta el carruaje, se puso un tanto celoso, no lo podía evitar.

— No lo sé... pero sígueme por favor - no podía invitarlo a entrar en su carruaje, después de todo el continúa siendo un simple herrero y además los demás verán mal, que apenas murió su marido y ya está haciendo migas con otro hombre.

El carruaje de ella iba adelante del Rey Enyo... Draven iba a caballo detrás, dispuesto a incluso atacar al Rey si se atreve a quitarle a su amada, no permitirá que los separe.

Cuando ambos carruajes se estacionaron, Eirene se bajó seguida por el Rey... al fin pudo verlo, tiene barba y parece como de 50 años... no cree que el venga a intentar casarse con ella, quizás sea algún hijo que desea que conozca.

— Me habían dicho que era hermosa... pero de verdad que su belleza me ha impactado - así la saluda el, con un tono de voz alegre. Ella no lo había conocido, solo sabia de un Rey cerca de ahí, bueno cerca se refiere a dos días de camino en carruaje.

— Gracias... ¿gusta tomar algo?... lo que desee, solo dígalo - también fue una indirecta para que se apresure a decir el porqué de su visita.

Draven ya había llegado, y lo sirvientes lo dejaron pasar por órdenes de la Reina, pero no se acercó a ellos, solo lo suficiente para escuchar... pero estaba de espaldas al Rey.

— Bien, iré directamente al asunto entonces. - así inicia su plática, Eirene lo observa. - hace 17 años, me arrebataron lo que más amaba... mataron a mi esposa, y me quitaron a mi único hijo.

La Maldición de EireneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora