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Estábamos fuera de un colegio, había una toma de rehenes en este, ¿por que en un colegio? Pues porque es el colegio más caro y lujoso de toda la ciudad y solo hijos de millonarios asistían al mismo. Los sujetos tomarían a un par de chicos de rehenes y buscarían que le ofrezcan una gran suma de dinero.

Mis hermanos y yo comenzamos a colarnos en el colegio encontrándonos a algunos chicos asustados en sus salones, les indicamos por donde salir y así lo hacían.

Los atracadores estaban en la cafetería de la escuela con unos 20 chicos. Allison fue la primera en salir y le susurró a uno de los sujetos que les disparase a alguno de sus compañeros sembrando un poco el caos, los gritos de los chicos rápidamente se hicieron presentes.

Diego entró en la escena lanzando cuchillos a los brazos y piernas de los malos, Ben y Klaus no necesitaban usar sus poderes pues no era necesario, Luther lanzaba a los malos de un lado a otro mientras que yo peleaba con algunos.

—¡Deténganse!—Grito uno de ellos.

Sostenía con su brazo a una chica por el cuello y apuntaba su sien con una pistola.

—Más vale que se retiren niñitos o ella morirá—Nos quedamos inmóviles por unos segundos—Así me gusta, ahora ¡largo!

La chica lloraba mientras que intentaba soltar un poco su cuello pues él la asfixiaba un poco, el la apretó más y ella gimió de dolor.

No seguí pensándolo y me transporte al lado del tipo agarrando su brazo y bajando así la pistola, el disparo pero la bala fue a parar al suelo. Rápidamente él se soltó de mi agarre e intento golpearme pero yo me transporte lejos de él quitándole la pistola. Diego le lanzó un cuchillo Justo en la palma de su mano aunque aún así se rehusaba a soltar a la chica, solo la apretaba más.

Luther se posicionó detrás de él y comenzó a hacerle una llave en el cuello pero este seguía y seguía apretando a la chica, esta ya estaba casi de color morado y perdiendo la consciencia.

—¡Escuche el rumor de que la soltabas!—Dijo Allison y el tipo la soltó.

Ella cayó al suelo y comenzó a respirar con dificultad. Intento levantarse pero su respiración no la ayudaba, era como si se ahogase. Rápidamente comenzó a buscar algo entre sus bolsillos. ¿Acaso es tonta? ¡Que se aleje de allí!

Luther comenzaba a tener una pelea con el tipo y ella seguía allí. Yo rápidamente me transporte a su lado y la tomé de la cintura volviéndome a transportar donde estaba. Ella seguía sin poder respirar.

Iba a dejarla allí y ayudar a Luther pero ella me cogío del brazo y comenzó a alármelo

—Mi... Inhala....  dor...—No entendía sus balbuceos. Vi a Luther y rápidamente vi que en el suelo había un Inhalador.

¡Eso es!

Me transporte para buscarlo y volví con ella, rápidamente lo agité y lo pegué en su boca, presioné la bomba y vi como su rostro volvía a su color normal

—No vayas a morir luego de que te salvara de un disparo en la cabeza—Dije ayudándola a levantar y ella lo hizo con dificultad.—Toma—Le di el inhalador.

Ella me abrazó con fuerza, no intenté devolverle el abrazo pero si alejarla de mi aunque no funcionó. Ella se despegó sola y en eso el tipo de antes salió volando por una ventana. Todo había terminado.

Mis hermanos y yo comenzamos a sacar a los chicos de cualquier rincón de la escuela aunque la chica solo me seguía a mi. A la hora de salir de la escuela ella se agarró de la manga de mi chaqueta de uniforme y se dispuso a salir conmigo.

Cuando salimos todos aplaudían por la gran hazaña que habíamos hecho, la chica seguía sosteniéndose cosa que ya comenzaba a incomodar.

Me giré para verla y nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos marrones se fijaron en los míos, bueno en el antifaz, noté un pequeño lunar al lado de su ojo derecho. Vi como sus mejillas se tornaron rojizas, desvío su mirada y mordió su labios dejando ver los pequeños alambres que abrazaban sus dientes.

—¡T/n!—Ella miró a la multitud y me soltó, rápidamente bajo las escaleras de entrada y se lanzó hacia un hombre abrazándolo.

Yo me terminé de reunir con mis hermanos, mi padre comenzó a dar unas pequeñas entrevistas a la cámara. Vi la multitud buscando la la chica y la encontré abrazada de aquel hombre. Ella me miraba fijamente mientras el hombre parecía llorar, tal vez era su padre.

Cuando mi padre termino de hablar ante la cámara muchas personas se acercaron a preguntarnos cosas pero nosotros no respondíamos, nos hacíamos paso en la multitud hasta llegar al auto para marcharnos pues nuestro trabajo ya estaba hecho.

Sentí como alguien tomó mi brazo con fuerza, al girarme era la chica de antes que rápidamente me abrazo.

—Gracias por salvarme—Me susurro al oído—Eres increíble.

—Lo se—Le respondí ella me soltó.

Desapareció entre la multitud, no le hice mucho caso a eso y me dirigí al auto para irme.

Al llegar a casa no tuvimos que entrenar y yo me dirijo directo a mi habitación para poder darme una ducha. Cuando me estoy quitando la ropa en eso cae un papel de uno de mis bolsillos, lo levanto y desdoblo para ver que era.

"No tengo palabras para expresar mi gratitud hacia ti, sé que todos estuvieron ahí para salvarnos pero sin ti presente creo que hubiera muerto.

Una ves más gracias. Espero algún día volverte a ver.

—T/n."

Volví a doblar el papel y lo dejé en la mesita de noche, me fui a bañar con aquella chica en mi mente. Sus ojos seguían en mi cabeza al igual que los cabellos que se pegaron en la frente debido al sudor de antes.

Cuando me puse la pijama me tire en la cama listo para dormir, cerré los ojos y mientras lo hacía era como si pudiera verla Justo frente a mi.

Camino al Apocalipsis. | Cinco x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora