Fin

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No respondió mis mensajes ni llamadas, quería correr a su casa y hablarle pero no pude debido a mi padre. Cuando ella se fue, el sonido de la moto alertó a todos y pensaron que había algún intruso en la casa aunque ninguno se imaginó que era ella.

Esa noche no había dormido mucho y lo poco que lo había hecho había soñado con por fin viajar en el tiempo. Al despertar fui directo a desayunar y luego entrenar pero por mi mente solo pasaban dos cosas. Ella y el viaje en el tiempo.

Ya estaba listo para hacerlo y se lo demostraría a mi padre, podía hacerlo, puedo hacerlo. Cuando tuvimos un descanso fui a tomar un baño y luego me coloqué mi uniforme de la academia. Vi mi celular y marqué su numero una última vez pero ella nunca contestó, solo iba directo al buzón de voz.

No entendía porque no contestaba y tampoco entendí la escena de ayer, ¿porque no querría que la llamase? ¿No se supone que soy su mejor amigo? Sacudí la cabeza sacándola de mis pensamientos y baje la escalera para por fin comer. Escuche la campana y fui directo a la mesa junto con mis hermanos, esperamos a que nuestro padre apareciera y nos diera la orden para sentarnos y así fue.

Ya sentados en la mesa no tenía mucho apetito, yo solo miraba a mi padre fijamente y con algo de enojo. Rápidamente clave un cuchillo en la mesa hasta que el alzó la cabeza mirándome y llamando la atención de todos.

—Quiero viajar en el tiempo—Dije algo enojado.

—Número Cinco, ya hemos hablado de esto—Dijo mirando su comida.

—He practicado los saltos espaciales como me dices—Me transporte al lado de el—¿Ves? Estoy listo.

—Número Cinco, te prohíbo hablar de este tema—Soltó su tenedor y cuchillo.

Me enoje al escucharlo diciendo eso otra vez. Me giré y salí corriendo de la casa, cuando salí empuje el portal saliendo a la cera.

—Claro que estoy listo—Murmuré.

Estaba apunto de hacerlo, se que estoy listo para poder hacerlo, el solo no quiere que explote mi poder.

—¡CINCO!—Escuche a lo lejos.

Al girarme vi a T/n corriendo hacia mi. Parecía que había salido de una sesión de fotos, estaba maquillada, llevaba un atuendo hermoso y su cabello estaba impecable, noté incluso que llevaba tacones y aún así estaba corriendo hacia mi.

Al llegar me abrazo y yo la separé, ¿que le pasaba? Justo ayer me dijo que no quería verme, no ha respondido ninguna de mis llamadas o mensajes y ahora viene como si eso nunca hubiera pasado.

—¿Que quieres?—Dije enojado.

—Lo siento—Dijo como pudo, estaba sofocada de tanto correr—Escúchame, te lo explicaré todo.—Miro hacia atrás.

—Este no es el momento—Ella se acercó a mi pero yo si unos pasos atrás.

—¡Me voy de la ciudad!—se le aguaron los ojos—Es mi padre, quiere llevarme a otra ciudad para que sea "más feliz" y pueda seguir mi vida de modelo—Comenzó a echarse aire con la mano—Por eso he estado tan decaída en las últimas semanas, no sabía cómo decírtelo y ayer solo...

—¿Cuando te vas?—Pregunte desconcertado, ella miró la calle y luego a mi.

—Ahora mismo—Suspiro—Tenía mi última sesión hoy y luego iría directo al aeropuerto para irme. Ayer iba a explicártelo todo pero, entré en pánico, pensé que lo mejor era que te olvidaras de mi y ya, que no me buscases pero luego dijiste eso de que te gusto y me sentí como toda una idiota.

—No pareció importarte demasiado—Me cruce de brazos.

—Si me importó—Camino hacía mi—¿Recuerdas esa mierda de que me gustaba un chico? Ese chico eres tú número Cinco—Sentí como si me cayera un balde de agua fría.

Tenía sentido.

Se volvió cada día más cariñosa conmigo, me daba más besos en las mejillas, siempre me tomaba de la mano y hablábamos mucho más por mensajes que nunca.

—¿Por eso me besaste?—Ella asintió con una sonrisa sincera mostrando sus brackets.—¿Po-Por que viniste ahora?

—Tenía que despedirme—Un auto negro se estacionó al lado a nosotros—También tenía que decirte lo que siento.

Dio unos pasos hacia mi y me beso, correspondí su beso sin pensarlo. La bocina del auto sonó haciendo que nos separemos. En sus ojos estaba aquel brillo que pensé que había perdido.

—¡T/n Roberts!—Ella se giró y yo alce la vista viendo a su padre fuera del auto negro—Ya fue suficiente drama, vamos a perder el vuelo, así que vámonos ya—Dijo enojado.

—Ya me tengo que ir Cinco—Acaricio mi mejilla—Me siento afortunada de haberte conocido.

Fue hasta el auto y abrió la puerta de este, me dio una ultima mirada, vio el auto y luego soltó un suspiro.

No podía dejar que se fuera así nada más, ella es la persona más maravillosa e increíble que e conocido, no puedo dejar que se vaya de mi vida así como si nada, es como si se esfumara una parte de mi.

—Oye torpe—Ella me miró—Estaba apunto de viajar en el tiempo tal y como te dije—Sonrió—No pensarías que haría mi primer viaje sin ti, ¿o si?

—Cinco yo...

—Vamos—Le extendí la mano—En el futuro no tienes que ser una modelo—Su sonrisa de amplio aún más—Prometo que volveremos a este momento exacto luego de habernos divertido.

Soltó una risa nasal y luego comenzó a negar con la cabeza, su padre le decía que entrara al carro pero ella vino hacia mi. Cuando vi que su padre salió del auto comenzamos a correr lejos de este.

—Respira profundo—Dije.

Hice un salto y estábamos en la misma acera, habían personas que antes no estaban. El día estaba más soleado y más colorido.

—¡Dios mío lo hiciste!—Me sonrió.

—Eso no es todo—Hice otro salto y ahora estábamos en un día de invierno, estaba nevando y había mucho nieve por el alrededor. Sentí un poco de frío y ella igual porque rápidamente apretó su agarre.

—Eres increíble—Dijo entre risas. 

—Ya lo se—Dije arrogante.

Hice otro salto.

Ambos dejamos de correr. El cielo estaba grisáceo y todo estaba destruido. Los edificios, los árboles, las calles, todo. Nos miramos por unos segundos y vimos que éramos los únicos en las calles. Ambos pensamos lo mismo y comenzamos a correr hacia donde antes estábamos.

Llegamos a donde se supone que está la academia pero esta estaba destruida, vimos al alrededor y habían algunos cuerpos. Reconocí que eran mis hermanos pues llevaban el tatuaje de la academia. T/n me miraba con preocupación sin saber que estaba pasando.

—¿Donde estamos?

—No lo se

—¿Como que no lo sabes?

—No lo se—Pase las manos pro mis cabellos—Volvamos.

Sostuve su mano e intenté saltar pero no funcionaba, lo intenté una y otra vez pero no servía, era como si no pudiera viajar, como si mis poderes hubieran desaparecido pero se que ahí estaban. Solo no me hacían caso.

Sentí como ella soltó mi mano y llevo la suyas a su cara, noté que las lágrimas caían por sus mejillas y me preocupé.

—Tranquila, hallaremos la solución—Dije rápidamente.

—¿Que pasa si no volvemos?—Pregunto.

—Volveremos, te lo prometo—Ella me abrazo metiendo su rostro en el hueco de mi cuello.

Realmente no tenía idea de si podría volver algún día.

Camino al Apocalipsis. | Cinco x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora