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El omega castaño guarda los libros necesarios en su mochila. Cuando va saliendo de la biblioteca, se despide de la encargada. Una de sus manos sostiene un hotteok, uno que BangChan tuvo la decencia de hacerle después de dejarlo sin cenar la noche anterior. No sabe de donde el Alfa saca dinero o comida, pero mientras tenga que comer, está bien.

Quita el papel en el que está envuelto el hotteok. Está a punto de darle la primera mordida cuando un olor fuerte a alfa lo rodea desconcertándolo un poco, es a tierra húmeda pero agradable para su nariz.

—¡MinHo, espera!—Felix se acerca a él, por sus espaldas. Es un primo de BangChan y un año menor a ellos—Tengo que darte esto.

—Hola, Felix. —le habla con una sonrisa correspondiendo a la pequeña reverencia que hizo el contrario.

Por lo que el sabe, Felix era un alfa amable y bueno como HyunJin. Así que por eso MinHo se siente tranquilo de tenerlo cerca. Sus ojos son de un cafe claro y su cabello es castaño, haciendo contraste con su blanquecina piel. Sus facciones varoniles están bien marcadas, pero eso no evita que el aura de "niño pequeño" que transmite se pierda.

—Mira, la señorita Yoo te envía esto—le entrega un papel bien doblado—. Si aceptas, debes firmar ahí, en la línea de abajo.

MinHo lo abre y es una nota, donde la maestra le pide de favor al Omega darle asesorías a Felix en álgebra. MinHo tuerce los labios, mirando el rostro esperanzado del Alfa.

—¿Qué tanto lo necesitas?—muerde su hotteok y habla con la boca llena.

—Bastante. Éste no ha sido mi mejor semestre.

—¿Cuál es la calificación de tu último examen?—se apoya en una pierna, mirándole fijamente.

—Un... 25 de 100.

—Estás jodido.

—Lo sé, gracias—ríe—. ¿Entonces, Hyung?

—Está bien, lo haré. Ehh... —se mueve, buscando donde dejar su comida—. Sostenme esto un momento.

—Claro —Felix lo toma, sonriendo.

—¿Tienes un lapicero?

Felix asiente, buscando en el bolsillo de su mochila. Saca un lapicero de tinta negra y se lo pasa a MinHo. Mira como el omega firma con dificultad, apoyando en su pequeña mano.


—¿Es todo? —Toma de vuelta su comida y pone una mano en su estómago. Sólo quiere llegar a casa y dormir.

—Ajá—mueve su cabeza de arriba a abajo, luego sonríe viendo el marcado vientre de MinHo—. ¡Wow! Está creciendo, Honnie. Jamás pensé que BangChan llegaría a tener cachorros. La tía Bang está furiosa.

MinHo tuerce los labios. Lo sabía, porque el día que BangChan le dijo a su madre estuvo ahí. Y lo trató como la peor basura del mundo. Dijo que era un Omega fácil y aprovechado.

—Créeme que lo sé — murmura, come el último pedazo de su comida.


—Pero tranquilo, su padre está feliz de que su hijo haya encontrado a su omega —El castaño asiente con media sonrisa. MinHo no conoce al padre de BangChan pero sabe que es omega como él, tal vez eso lo hace un poco más comprensivo.

MinHo oye un gruñido desde atrás y un brazo pasa por su cintura, sobresaltándose. Mira a un lado y es BangChan, con el ceño fruncido. Ya no huele más a hierbabuena. Ahora es un olor agrio que hace que su nariz pique y no sabe descifrar.

—¿No deberías estar en clases?—El Alfa a su lado le pregunta a su primo, apretando la cintura de MinHo y pegándolo más a su cuerpo.


𝙑𝙚𝙣 𝙖𝙦𝙪𝙞́, 𝙮 𝙖́𝙢𝙖𝙢𝙚 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙃𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora