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—Señor Bang, veo que su Omega no le acompaña hoy—la agente de piel palida le habla, recordando que no se había presentado correctamente, reacciona—. Oh, que falta de profesionalismo—estira su mano—. Puede llamarme Chae Won.

—Un gusto—sonríe y acepta su mano. Sí, es la misma que fue a su casa pero no hubo tiempo de presentaciones—. Y se quedó en casa cuidando del bebé.

—Eso es bueno—sonríe—. Sígame por favor.

Ella lo dirige a un consultorio. Ha pasado una semana desde la visita a su casa y para hoy, estaba programada la cita para los análisis de paternidad. La mujer abre la puerta, pero detiene a Chan.

—Ella está adentro. Sólo... no haga algo que pueda asustarla, por favor.

Sin entender muy bien, Bang asiente y ellos entran. En una silla esta un doctor hablando con una bebé, quien se ve intranquila, pero cuando ve a la agente, sus bracitos se estiran ansiosos hacia ella. Su cabello es rojizo y lacio, igual al de Yein. Es idéntica a ella, sólo que sus labios son delgados y rosados, como los suyos, al igual que sus ojos  y al rededor del derecho hay un círculo amarillento, además, en la esquina de su frente había un hematoma y en sus brazos tiene varias marcas y costras. Tiene poco más de un año, en sus ojos hay terror.

—Está bien, cariño—la mujer acaricia el cabello de la niña, peinado en dos coletas sobre su cabeza.

El Alfa de Chan se vuelve loco, queriendo correr hasta la pequeña,tomarla en sus brazos y protegerla de todo.

—Esta es la pequeña HeeJin.

HeeJin se encoge y cierra sus ojos cuando ve al Alfa caminar hasta ella.

—Está bien, HeeJin—ChaeWon le habla, acariciando su espalda—. Estamos aquí para protegerte, ¿si?

Al parecer ella entiende. Abre sus ojos y están rojos, queriendo llorar.

—Haremos esto rápido—el doctor habla por primera vez—. Sólo necesito que abra la boca—Le dice a BangChan y él lo hace.

Mete un hisopo de algodón a su boca, pasándolo por sus mejillas interiores, luego lo guarda en una bolsa. Hace lo mismo con la niña, sólo que, como ella se negaba, tuvo que hacerlo a la fuerza, haciéndola llorar. BangChan quiso tirarse sobre él y darle unos cuantos golpes por eso.

—Es todo, señor Bang.

— ¿Cuándo tendré que volver? —Disimuladamente, pone una mano sobre la espalda de HeeJin, sintiéndola temblar.

—Dos días, a la misma hora.

BangChan asiente y sale de ahí. Su celular comienza a sonar dentro de su bolsillo.

— ¿Si? 

—Mmmm, Channie —es MinHo y su voz suena diferente.

— ¿Honnie? 

—Mierda, Chan... No demores.

— ¿Estás bien? 

—Ah, ah. No —oye que gime.

— ¿Tu celo? 

—S-si y duele sin ti.

Cuelga la llamada y analiza rápidamente las cosas. Su opción era correr, la casa no quedaba tan lejos y en el autobús tardaría mucho. Y no podía hacer a su omega esperar mucho.

Así que corre, lo más rápido que sus largas piernas dan. No tarda ni 5 minutos cuando ya está en la puerta. Toma unas respiraciones más antes de abrir la puerta. El intenso aroma de MinHo le golpea, hipnotizándolo. Era muy dulce y BangChan casi sentía saborearlo. Oye los quejidos del Omega, suena agudo y necesitado.

—¡Chaaan!

En el camino, quita su camisa y desabrocha sus pantalones. Está duro y cuando ve a MinHo, cree quedarlo más. Está recostado en la cama, completamente desnudo, con unos dedos dentro de su boca y otros por su entrada, solloza cuando el olor de Chan llega a sus fosas nasales.

—Por favor—hipa, mordiendo su mano.

Quita sus pantalones y boxers, dejando libre su erección. Abre las piernas de MinHo y se posiciona entre ellas, guiando su miembro a su interior.

—Mi-ierda, si —los dedos del omega se hunden en la piel de sus brazos.

Besa sus mejillas húmedas, moviéndose lentamente en su interior, viendo como el más bajo rodaba los ojos, disfrutando. Poco a poco, va acelerando su ritmo para no lastimar al castaño.

—Me jodes tan bien —MinHo dice con voz aguda.

— ¿Desde cuando dices esas cosas? —Mordisquea su cuello sin parar.

—Desde ahora, uh. Más.

Chan comienza a lamer y morder con cuidado la piel de MinHo, haciéndolo suspirar.

—Ahí—el castaño dice y Chan entiende.

Siente sus dientes afilarse y los entierra en el cuello del omega, éste solloza de placer al ser anudado y marcado al mismo tiempo. Justo entre la curva de su cuello, BangChan comienza a lamer la sangre que gotea, buscando sanar la herida.

—¿Bien?—Pregunta con la voz ronca, olfateando la marca que acaba de crear.

—Contigo siempre—apenas dice, con la garganta gastada.

[.....]

—¿Cómo te fue?—MinHo pregunta sobre el pecho de Bang, media hora después.

—Bien, sólo fue para la saliva.

—¿Estaba ella ahí?

—Sí.

—¿Cómo es?

—Es... idéntica a Yein, pero sus ojos eran más como-

—Los tuyos—sonríe.

—Sí, algo así.

—Entonces es bonita—se mueve, quedando ahora con la cara en el cuello del Alfa.

—Demasiado—suspira, recordando la cara de terror de la niña cuando el doctor la hizo llorar.

—¿Estás bien?—MinHo acaricia un brazo del Alfa con la punta de sus dedos.

—Debiste verla, Honnie. Ella estaba asustada de todo y en sus brazos habían marcas.

—Pobre bebé—un puchero aparece en sus labios, imaginando todo lo que le pudo haber pasado—. ¿Y?, ¿sentiste algo cuando la viste?

Chan asiente.

—Es tu hija, Chan. Tu alfa no se hubiese puesto alerta si no fuese tuya.

—¿No te molesta?

—¿Debería?

—No sé, pero... sería mi hija y con otra persona.

—Sí, pero fue antes de mí. Además, ella no tiene la culpa de nada.

—Gracias, Honnie.

—Para servirte—ríe, mordiendo el cuello del Alfa, comenzando a sentir su cuerpo caliente otra vez.

—Creo que yo te serviré.


Yaaa casii se acaba, estoy muy feliz :)


𝙑𝙚𝙣 𝙖𝙦𝙪𝙞́, 𝙮 𝙖́𝙢𝙖𝙢𝙚 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙃𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora