Girly |Ziam|

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Otoño, 1998. Primer día de clases. Ambos niños tienen 8 años.

Lunes primero de abril, un día soleado y caluroso. Era el otoño más bonito que Liam Payne, con sus adorables ocho años, hubiera visto jamás. Su reloj digital marcaba las 7 a.m y él ya estaba listo para el primer día en su nueva escuela, tomó su pequeña mochila y, después de gritarle a su madre que se iba, inicio su camino hacia la parada del autobús. No fue mucho tiempo hasta que el pequeño Payne se encontrara en uno de los asientos del medio del vehículo, si mal no recordaba, en todas las escuelas a las que había ido era el mismo cliché de los nerds adelante y los chicos "cool" atrás. Pero esto era totalmente diferente, los que por su aspecto definiría como "los traga libros" estaban en la parte trasera del bus, arrojándose papeles y gritando groserías, mientras que la mayoría de los asientos principales eran ocupados por chicos con aspecto rudo, todos moviendo su cabeza al ritmo de la música que sonaba en la radio.

Unos minutos después, un chico rubio subió saludando a todos, deseándoles un buen año, fue directo a sentarse con Liam quien lo miraba con gracia. El chico se sentó junto a él y le sonrió, dispuesto a hacer un amigo, Payne le sonrió devuelta.

- Mi nombre es Luke, estoy en tercer grado y le caigo bien a todos, y ese... - dijo el niño señalando a un pequeño que subía al bus con dos mochilas encima - es mi hermanito Niall - continuó mirando al pequeño, alguien lo detuvo en su camino hacia ellos, un chico castaño claro, bastante alto que estaba sentado adelante de todo, tomó la mochila extra del pequeño y lo acompaño hacia donde Liam y Luke estaban - Hola, Josh. Veo que sigues protegiendo tu inversión - dijo riendo mientras se hacia para atrás permitiendo que su hermano se siente sobre él.

- Cállate y deja de explotar a la pulga - revolvió el cabello del menor y se fue a sentar donde estaba. El bus freno otra vez, un montón de niñas subieron riendo

- Ese era Josh, es el presidente de la clase, también está en tercero, conmigo. Es el novio de mi hermano - comenzó a reírse solo, el pequeño sobre él se sonrojó negando rápidamente con la cabeza

- No es mi novio - susurró mirando al suelo

- ¿Cómo te llamas? - preguntó Liam al niño sin quitar la vista de las chicas que ahora tomaban asiento frente a él. Una de ellas, la que venía al final, le pareció preciosa. El tiempo se paró en su mente, la vio subir en cámara lenta. Pronto el tiempo volvió a la normalidad de manera brusca, la niña estaba en el suelo y todos se había quedado en silencio menos uno, un niño castaño de ojos azules que puso su pie en el camino de la pequeña, ahora reía por su "hazaña". Liam se paró por instinto a ayudarla, pero Luke no dejó que eso ocurriera, asi que Payne gritó - ¿Qué te pasa? ¿Por qué la molestas? - la niña levantó la vista, no estaba acostumbrada a que la defendieran pero lo agradeció internamente. 

- No deberías meterte... - le dijo el agresor, las niñas se pararon de su lugar y ayudaron a la pequeña a levantarse

- No deberías molestarla...

- ¿Porqué es "niña"? - preguntó haciendo comillas con sus dedos - si es por eso te diré que... - Liam lo interrumpió, no quería oír la excusa que tenía para molestar

- Niña o no, no puedes molestar a nadie. Eso no esta bien - se quejó - ¿No van a hacer nada? - les dijo a los demás - son todos unos dementes, ¿Estas bien? - le preguntó a la pequeña, ella solo asintió al tiempo en que sus amigas la llevaban a sentarse. Tenía un pequeño raspón en su rodilla. Cuando pasó junto a él, Liam la admiró mejor, llevaba un vestido blanco con un poco de rosa arriba, le encantaba como le resaltaba con el tono oscuro de su piel. Era hermosa.

- Hagamos un trato - propuso el oji-azul - Yo Louis William Tomlinson Clifford accedo a convertirme en la persona más pacífica del mundo si tu... - señaló a Liam - me vences peleando, si no, Zair se gana un facial de lodo en el poso de la escuela

- Acepto - respondió confiado, la tal Zair volteó de su conversación asustada. Ambos chicos acordaron el lugar y la hora, pelearían al terminar las clases en el patio trasero, ella tenía que estar presente, así lo quería Liam.

Cuando el autobús paró frente a la escuela, los nerds de atrás bajaron primero, perecían personas totalmente distintas, arreglados y tranquilos. Las niñas bajaron casi a lo ultimo, pero Zair no lo hizo, la morocha se quedó en su asiento hasta que solo ella y Liam quedaban en el vehículo.

- No me defiendas, no lo necesito - le dijo la niña mientras se acercaba a él - pero gracias - besó su mejilla y bajó, Payne se sonrojó e hizo su camino a la puerta de la escuela, Luke y su hermano pequeño estaban ahí.

- Eres de segundo, ¿No? - le preguntó el más grande, él solo asintió, aún estaba sonrojado - te llevaré a tu salón pero primero vamos a dejar a Niall... - el chico llamado Josh se acercó y tomó la mochila de Niall sonriéndole y cogiendo su mano - y luego dices que no es tu novio...

- No seas niña, Luke - dijo Josh - solo somos amigos, ¿Cierto? - le preguntó a Niall, este asintió y ambos se fueron hacia el salón del rubio

- Ser niña no tiene nada malo... - dijo Liam

- Déjame explicarte en que te metiste, mi querido Liam - el rubio lo empujó para que caminara y le explicó que Louis era uno de los niños más rudos y malos de la escuela, junto con su hermanastro Michael, de segundo grado - pero Mike tiene un poco más de alma que el bobo de Louis - casi llegando al destino, Luke comenzó a hablar de cuanto odiaba Louis a Zair - y eso es porque ella no es ella y él estaba enojado cuando lo descubrió porque a su hermano le parecía linda, entonces se lo contó a todos y... - el castaño lo interrumpió

- Espera, espera... ¿Cómo que ella no es ella? - preguntó atontado - ¿No se llama Zair?

- No es una niña, es un niño que nació con cara de niña y células de niña... - explicó el rubio - pero por fuera sigue siendo un niño, aunque use esos lindos vestidos y tenga el cabello largo, sigue teniendo lo mismo que tu o yo... - la cara de Liam cambió totalmente, estaba en shock. Luke lo empujó a salón, creyó que estaba solo, pero no era así. En una pequeña esquina, Zair estaba acurrucada contra sus rodillas llorando mientras un niño de cabello rosa y una niña sacaban todas las cosas de su mochila para romperlas.

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Que siga la gira, papá...