El tiempo corre

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Los días transcurren demasiado rápido, con cada amanecer mi estomago se contrae de nerviosismo y tristeza, llevo demasiado tiempo lejos de casa y mi madre debe estar muerta de miedo. 

Con el paso del tiempo he ido aprendiendo muchas cosas pero la principal es que me encuentro demasiado lejos de casa, más de lo que hubiera imaginado, me siento atrapada en otra realidad; también entendí que aquí donde sea que me encuentre miden el paso del tiempo por la luna y los cambios de estación. También que la comida y animales lucen de una manera muy diferente a la que acostumbro, por ejemplo sus huertos los cultivan dentro de cañas de lo que yo llamaría bambú, hidroponia dijo Creta que se llamaba.

Su religión se basa en un sistema politeista donde rigen distintos dioses como por ejemplo Dagda dios de la magia, Sucellus dios de la fertilidad y renacimiento de la naturaleza, Lugh dios de la Luz o sol.

Cada día nos despertamos muy temprano y cuidamos de los cultivos, recogemos madera para el fuego, acompaño a los chicos a casar, juntamos agua o pezcamos. Luego cada uno se va por su lado y yo paso el resto del día con la madre de Creta ya que no puedo salir a la aldea, ya me dejaron claro que nadie puede verme o sería desastroso, pero todavía nadie me explica porque, sé que hay algo que no me están contando.

- Daoine, porqué la gente de la aldea no puede verme? - pregunto un poco nerviosa a la madre de Creta, la mujer limpia sus manos en un viejo trapo y me mira sintiéndose contrariada, sé que quiere decirme pero teme que su hija se enoje con ella.

- Es por una antigua leyenda. - pronuncia, la miro a la espera de que siga contándome más. La veo mirar en todas direcciones para comprobar que estamos solas.

- Hace demasiados inviernos atrás existía una druida llamada Morrigan, era muy poderosa pero le gustaba sembrar caos por doquier, un día los aldeanos se casaron de todo el desastre que causaba y decidieron deshacerse de ella. Usaron el poder del fuego para enviarla con los dioses y que estos le impusieran un castigo, pero mientras ella ardía conjuro al poder oscuro y los maldijo transformándolos en criaturas mitad humanos mitad animales.

- y que más sucedió? - pregunto asombrada, la quemaron por bruja...

- Morrigan fue liberada de su prisión mortal, su carne y libero a la diosa que habitaba en ella, diosa de la guerra y la artes oscuras. - me explica en tono bajo.

- Pero ¿que tiene que ver conmigo? - dejo la pregunta en el aire, temiendo la respuesta.

- Era como tú, cabellos de fuego, ojos de bosque... - me responde, su voz suena monótona como si de pronto contarme esta historia reactivara algún miedo en ella.

Trago saliva nerviosa, que esa mujer de la leyenda se pareciera a  mi no tenia importancia, en mi mundo hay millones de mujeres como yo.... pero ellas no están aquí- susurra una voz en mi conciencia.


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