Cap VII

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Al día siguiente Kirishima todavía se encontraba particularmente feliz por los suceso ocurridos la noche previa, no podía dejar de pensar en las reacciones de Yokozawa, las cuales le indicaron que no había un total rechazo por parte del mas joven hacia los avances que había demostrado.

Incluso Hiyori realizó un comentario sobre lo particularmente alegre que se miraba esa mañana, a lo cual simplemente le revolvió el pelo, pero no le dio ninguna respuesta concreta.

Era consciente de que si todo iba según lo planeado, Yokozawa terminaría pasando mucho tiempo en conjunto con su hija, sin embargo, dudaba que sus padres o la misma Hiyo se sintieran extrañados por esto. 

Sospechaba que sus padres estarían mas felices al saber que al fin estaba conviviendo con alguien luego de Sakura.

Decidió dejar de pensar demasiado en el futuro para volver a proporcionar su concentración al desayuno de Hiyo, o de lo contrario, temía arruinarlo con facilidad.

-¡Papa! ¡Hiyo está lista para la comida!- como supuso, su pequeño retoño anunció con mucha energía mientras se dirigía hacia su lugar designado en la mesa.

-Muy bien aquí tienes- comentó mientras le proporcionaba el plato sencillo de Tamagoyaki junto con unos cuantos tomates cherry para acompañarlo.

-¡Oh! ¡te ha salido casi perfecto papa!- De ser alguien más, posiblemente se sentiría un tanto ofendido si su hija de diez años realizaba ese comentario... él no era alguien más, y tenía pleno conocimiento de sus limitaciones en cuanto al aspecto culinario, razón por la que normalmente era Hiyo quién debía de encargarse de aspectos como la comida de la casa. A cambio, Kirishima era quien se encargaba de hacer la lavandería y los platos. Y los dos juntos tenían un horario específico para limpiar su departamento los fines de semana. 

-Ese cumplido casi nunca lo escucho, estaré mucho más feliz el resto del día-

-No te acostumbres mucho papa, Hiyo sabe que no siempre te sale muy bien la comida-respondió con una pequeña risa, a lo cual Kirishima solo respondió con una pequeña sonrisa propia.

Luego de que terminarán el desayuno ambos se dirigieron hacia la puerta en donde Kirishima despidió a su hija con un beso, lo que causó que Hiyo replicará con:

-¡Hiyo ya no es una pequeña niña papa!

-Vamos Hiyo, aceptalo mas por mi que por ti, debo aprovechar cada segundo antes de que decidas crecer y dejar a tu pobre padre atrás

-Muy bien, ¡Hiyo aceptará que lo hagas para que estés incluso mas feliz!- Fue la respuesta que obtuvo de ella- ¡Adiós mama! ¡Hiyo se va a la escuela!- Gritó en dirección al altar que tenían de Sakura, luego se dio media vuelta con intención de juntarse con los compañeros de su edifico que se dirigían hacía la misma institución.

Una vez solo Kirishima soltó un suspiro, el ser padre soltero no había sido un camino fácil para él, especialmente cuando Hiyo era mas pequeña, puesto que tenía tendencia a enfermase constantemente. Fue una gran ayuda que sus padres vivieran relativamente cerca de su apartamento, ya que en mas de una ocasión recurrió a ellos para apoyo.

Fue gracias al contante apoyo de terceros que pudo llegar hasta donde se encontraba en este momento. También debía proporcionarle mucho crédito a la propia Hiyo, quién nunca se quejaba de la constante ausencia de su padre o de las muchas horas que debía quedarse sola.

Debido a su trabajo como editor no era raro que esto sucediera, especialmente cuando se acercaba la fecha límite de entregar a la imprenta la revista, sobre todo porque Kirishima era el encargado de supervisar que todo estuviera en perfecto estado para dicha entrega. 

Kirishima Zen No Baai Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora