Día quince

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Había sido devastador.

Winter se había aferrado a él en un abrazo triste, repitiéndole una y otra vez que todo iba a estar bien, que lo amaba más que nada, rogándole que se apegara al plan. Ambos tentaron a su suerte una última vez, cuando compartieron un beso desesperado más, apenas minutos antes de que el comando de extracción irrumpiera en el búnker.

Para cuando entró el primer agente, la mirada tierna de Winter había sido reemplazada por un vacío estremecedor y Brock supo que si le miraba de nuevo, se quebraría. Wint era un actor excepcional, así que en lugar de devolverle la mirada, Rumlow recordó que debía interpretar su papel ahora mejor que nunca. Algunos novatos iban por delante despejando el área y Brock se acercó a vociferar órdenes en cuanto los vio entrar.

-¡Ya era hora, pedazos de mierda! ¿Acaso se detuvieron a comer pastel? -Gritó de inmediato.

Un hombre altísimo de pasos firmes fue el último en descender del nivel superior. Claramente estaba al mando. Tomó su tiempo para avanzar por las escaleras, con la misma parsimonia con la que sus dedos se deslizaban sobre el mango de su Kalashnikov-47. Cuando Rumlow lo miró, le dirigió una sonrisa cínica.

-Tarde para variar, Bastardo.

Jack Rollins apenas cambió su gesto mientras le dirigía un sonido gutural a manera de saludo.

-¿Cuáles son las órdenes, Señor Comandante? -Preguntó un joven agente, muerto de miedo ante el legendario Brock Rumlow.

-Quémenlo todo. La brigada de remodelación vendrá en tres semanas. -El chico le dirigió una mirada alarmada al oírlo. -¿Es que necesitan que se los deletree, subnormales? Nada de pruebas materiales ni ADN. ¡Rápido! -Rugió el comandante.

Pronto contemplarían la eliminación de todo material con huellas y la incineración de ropa, colchones y otros artículos en la mufla del segundo piso.

-¿Estás bien? -Brock escuchó la voz a su lado, mientras miraba desaparecer en el horno las mantas suaves que habían usado esos días. A veces era como si Rollins supiera.

Claro que no, Bastardo. Hydra me está arrebatando todo lo que amo. Mi amor. Mi alegría. Mi familia. Lo peor no es que quizás nunca lo vuelva a ver, sino que él podría no recordarme si Hydra desarrolla la forma de limpiarlo por completo, o que podría reencontrarlo cuando sea demasiado viejo y débil para luchar por él. -Las palabras jamás fueron dichas. El lugar de ello, Brock dijo algo completamente distinto.

-Claro que no. He pasado dos semanas congelándome el trasero en esa maldita pocilga con el Activo y ahora sólo necesito un buen baño y un trago. ¿Qué los tuvo tan atareados, idiotas?

-Lo encontramos.

-¿A quién? -Por un momento, Brock casi olvidó su actuación.

-Al Capitán América.

-¿Y? -Gruño Brock. -Exhiban su puto cadáver congelado en el Smithsonian y dejen de perder el tiempo. -Las flamas se avivaron cuando dos de los colchones fueron arrojados al horno.

-No comprendes. -Intervino Rollins, mirando fijamente las llamas. -Lo encontraron vivo. -Después de tantos años, Rumlow sabía que aquel tono no dejaba espacio a dudas.

-Es imposible. ¿Cómo lo logró? -Muy por dentro, Rumlow se estremeció.

-Eso es justamente lo que nuestros científicos infiltrados están tratando de averiguar. Aparentemente, el congelamiento natural provocó en Rogers algo similar al uso de nuestras cámaras criogénicas en el Activo. En cuanto despierte, seguramente será reclutado por SHIELD y cuando eso ocurra, necesitaremos estar cerca. -Acotó Rollins.

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