Izuna se levantó temprano, hizo el desayuno para él y salió, ese día iría a entrenar junto con Kagami, un niño Uchiha de no más de unos 13 años, sus padres habían muerto en la guerra entre Konoha y el bosque, quedando huérfano, él no tenía familia cercana que lo cuidará, por ende el príncipe Uchiha, osea Izuna, se ofreció para cuidar de él y entrenarlo, así que por eso siempre que tenía un tiempo libre iba con el menor a pasar tiempo con él y enseñarle hechizos, aunque esto último solo lo básico y de vez en cuando, ya que el pequeño no parecía muy interesado en la magia, y si era así, no iba a obligarlo a aprender algo que no le gusta, aunque si le enseñaba lo básico para que tenga con que protegerse ante cualquier dificultad, pero algo de lo que si parecía estar interesado el menor era en esgrima, el azabache mayor al saber un poco de esta disciplina le enseño lo que sabía, pero era un conocimiento muy limitado, por lo cual el azabache menor practicaba todo el día lo poco que sabía de esgrima para poder mejorarlo.
Estaba llendo tranquilamente, ese día no tenía nada que hacer así que fue a sorprender a su alumno, pero, la sorpresa se la llevó él, al ver como su alumno se convertía en gato para luego dirigirse a la frontera entre el bosque y Konoha, esto le pareció sospechoso, ¿Para que iría? Izuna decidió por seguridad seguirlo, está ya era la segunda vez de la semana en que uno de sus seres cercanos iban a Konoha, o bueno, que este se enteraba de estos pequeños viajes y los seguía, esto provocaba en el azabache de onix mirada un pensamiento, posiblemente nada erróneo, de que esto se volvería una muy recurrente situación en el futuro próximo, cosa la cual dudaba que vaya a ser grata, no por no querer que conozcan a alguien de aquella aldea y formen algún lazo, sino que era por el miedo de que aquel lazo sea peligroso y termine haciéndole daño a las dos personas que consideraba su familia.
Kagami avanzaba veloz por el bosque, dirigiéndose a la aldea fronteriza con su hogar, el bosque, estaba llegando tarde a donde debía ir, el castillo de Konoha, donde ya lo debía estar esperando su maestro, con el cual tenía una buena relación, la cual el menor consideraba casi como una de hermano mayor junto con su hermano menor o incluso de un padre y su hijo, cosa que, sea cierta o falsa, el pequeño anhelaba mucho, aunque, no por esto quería menos a Izuna, a quien lo veía de la misma forma, este lo quería casi de igual manera, él lo cuido cuando se quedó sin nadie y se esforzó por ayudarlo a aprender algo, en lo que si bien tenía poco conocimiento, al ver su interés en este se ofreció a compartir su conocimiento con él.
Después de un rato, Kagami, el cual era seguido a una cierta distancia por Izuna, se infiltró al castillo, llendo directamente a la habitación de cierto albino de rojas marcas, ambos transformados en gatos, al ver la dirección que su alumno tomaba, Izuna se alarmó de sobre manera, ¿¡Que hacía Kagami llendo allí!? El azabache pensó que quizá Tobirama lo tenga engañado o algo así, en especial tomando en cuenta de que Kagami no sabe nada de que el fue quien casi lo mata en la guerra, esa persona que su alumno por lo preocupado que estuvo por él estado de su tutor en esos tiempos, lo había maldecido a diestra y siniestra y había llegado a jurar matarlo en un futuro cuando sea lo suficientemente hábil, por lo cual el azabache se negaba rotundamente a darle el nombre de su atacante al menor, diciéndole que no lo recuerda bien por haberse golpeado la cabeza en batalla.
- Llegaste tarde Kagami. - Regaño el albino. - En este momento ya tendríamos que estar entrenando, quieres ser un gran espadachín, ¿O no? - Pregunto seriamente el mayor, todo esto bajo el atento oído de un Izuna transformado en gato.
- ¡Claro que quiero Tobirama sensei! Solo me desperté algo tarde hoy. - Contesto rascándose la nuca el, ya vuelto a su forma original, niño de ojos ónix. - Es que ayer estuve entrenando casi toda la tarde las nuevas técnicas que me enseñaste, si quiero ser el mejor, ¡Necesito entrenar! - Dijo Kagami, decido a cumplir su objetivo: Ser el mejor espadachín para poder buscar a quien daño casi de muerte a su querido maestro, haciendo que se haya quedado tantos meses en cama casi inconsciente.
- Claro que necesitas entrenar, y me alegra que comprendas eso, ahora, vayamos a entrenar, todavía te queda mucho que aprender para poder ser un digno oponente de cualquier persona. - Dijo con la expresión fría de siempre, pero, está se mostraba un poco más calmada.
Tras esas palabras, Kagami se volvió a transformar en gato, para ser alzado por Tobirama y salir al patio, donde empezarían su entrenamiento, esto sorprendió al infiltrado de Izuna, Tobirama, el conocido cazador de Uchihas, quien casi lo mata, entrenando a su alumno para que se vuelva un gran espadachín como el pequeño anhelaba tanto.
- Creo... Que podría ver qué tanto entrenan, y así aprender un poco también yo... - Susurro para si el, aún transformado en gato, príncipe Uchiha de azabache a cabellos y onix mirada.
Al llegar al extenso jardín del castillo, Izuna se subió a un árbol cerca de ellos y acostado en una rama los empezó a observar, tratando de aprender las distintas técnicas que el mayor le enseñaba al menor. Pasadas cerca de unas 3 horas, Tobirama y Kagami se sentaron a descansar y a entablar una conversación para pasar el rato.
- Y dime Kagami, ya me habías dicho que tus padres murieron en la guerra pero, ¿No hay nadie que te cuide? - Pregunto algo curioso el de rojas marcas, si el pequeño no tenía a nadie se podría quedar allí, quizá no se conocían hace tanto, pero ya se había encariñado con él.
- Si, hay alguien que me cuida, y también me entrena como tú, es genial, incluso cuando le conté que me gustaría aprender esgrima en vez de tanta magia, él en vez de regañarme como cualquier otro Uchiha haría, ¡Se puso a tratar de aprender esgrima para luego enseñarme a mi! Lo quiero mucho, aunque... - El menor paro unos segundos para recapacitar bien su idea, para así luego continuar. - Si me hiciera el favor Tobirama sensei... Me gustaría que los dos se pudieran conocer. - Dijo con gran determinación en su mirada, esto sorprendió mucho a los dos adultos, ¿Conocerse? O bueno, que Tobirama descubra que la razón de tanto entrenamiento por parte de Kagami era para matarlo a él.
- ¿Estas seguro Kagami? - Dijo con cierta duda el mayor, quizá no sabía que Izuna era el otro maestro del pequeño Uchiha que tenía por aprendiz, pero sea quien sea no creía que fuera a aceptar que también entrene al pequeño y seguramente nunca más lo pueda volver a ver.
- ¡Si! Se que mi sensei estará de acuerdo con eso, el es alguien muy bueno y comprensivo, si me dejó dejar de lado la magia para aprender esgrima, ¡Seguramente aceptará que alguien tan conocido por ser tan buen espadachín me enseñe! - Si bien esto no convencía del todo a Tobirama, por el pequeño Kagami lo intentaría.
Por su lado, Izuna, estaba igual de duditativo, pero, trataría de que todo salga bien por Kagami.
★1252 palabras★
Hola, ¿Que es esto? Sirio actualizo su historia Hashimada y Tobiizu, ¡Y no lo hizo cerca de la 1 de la mañana!, ¡Se viene el Armageddon!, bueno, si, se qué tarde, pero para compensarlo trate de hacer el capítulo un poco más largo, además me están dando mucha tarea, el viernes me dio 5 tareas la misma profesora, así que ni se imaginan, pero bueno, subí un nuevo capítulo y es lo que importa, así que, como siempre digo, agradecería que me dejen su comentario y su voto para saber qué les pareció, sin más que decir, me despido, ¡Sayonara!
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El corazón del rey. (Cancelada)
FanfictionUn brujo vaga por el castillo, guiado por una negra, negra y sombría estrella, el brujo es peligroso como un cuchillo, pero es realmente bello, cuando el rey lo encuentra, no aparta la mirada, y el brujo aprovecha la oportunidad, logra tocar con un...