27: Tu cuerpo, alma, corazón y mente me pertenecen

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(Tiempo secuestrada: 3 semanas)

Izuku pov

Y tal como me lo prometió mi dulce Aoi ahora nuestra relación cambió.

Es la misma Aoi dulce que conocí en el jardín de niños, sonríe más y me regala de sus abrazos. Admito que me pone nervioso el hecho de que ahora estemos viviendo en el mismo techo y de vez en cuando durmamos juntos en el sofá.

>"Eres un mentiroso, All Might sabrá lo que haz hecho"

Ese hombre quedó moribundo en la pelea al traer a Aoi hacia aquí. Creo que su tiempo de transformación incluso se ha recortado por tercera ocasión.

Siempre que salgo los idiotas de los héroes y nuestros ex-compañeros están patrullando día y noche, en especial el bastardo de Todoroki, quien incluso pareciera dejó por la paz el asunto de su rivalidad con su padre para unir fuerzas y buscar a mí Aoi.

Las voces de los portadores son cada vez más irritantes. Mientras tenga a Aoi no me preocuparé demasiado. No quiero que sepa que por alguna razón mi One For All se ha debilitado a extremos.

Aoi se ha portado tan bien conmigo que incluso dejé que le llevara comida a la jodida anciana. Lo mejor será no dejarla ir, es la única atadura que mantiene a Aoi a mi lado.

Justo ahora la escucho caminar despacio hacia la cocina, dejando los platos sucios y vacíos en el fregadero para comenzar a lavarlos.

Sus rodillas y codos aún conservan las costras de aquella vez en que intentó escapar, siendo su mala suerte el que me cegara por la ira y terminara por arrastrarla ocho pisos arriba por las escaleras.

Caminé hacia ella y la abracé por la espalda, sentí como se tensó al momento pero después se relajó poco a poco.

-Lamento eso, pero fue tu culpa.

-Si... Tienes razón... No sucederá de nuevo -y contento por su respuesta besé su mejilla y seguí recargado en su hombro.

Aveces me llega a desesperar demasiado su excesiva sumisión. El hecho de que tenga a su abuela secuestrada y la tenga a ella amenazada no quita el hecho de que podría der un poco más... Ella.

-Aoi-chan. Debo salir, volveré por la noche, no quiero pero saber que debo ponerte el collar, ¿verdad? -ella dejó de limpiar y dudosa asintió, la sentí y escuché como tragó grueso.- Buena chica, ¿necesitas que te traiga algo?

Ella pareció dudarlo un poco.

-Fotos... Quisiera saber cómo están todos...

-Aoi -la solté y la tomé de los hombros, obligándola a mirarme.- Nadie te está buscando, detuvieron la búsqueda hace dos semanas y cerraron el caso, te dan por muerta.

La luz en los ojos de mi Aoi se había extinguido en su totalidad, parecían incluso opacos. Sólo agachó el rostro y volvió a arañar su brazo, dejando marcados dolorosos arañazos.

Era una manía que había comenzado a desarrollar desde que fue a visitar a su abuela al día siguiente de saber de ella. Ya no lloraba y eso era algo que agradecía.

Incluso se abrío las heridas que estaban sanando. La detuve cuando no vi sus intenciones de detenerse y la abracé, sintiendo como poco a poco sus manos se aferraban a mi ropa.

-¿Lo ves? Nunca nadie te quiso, ni tu abuela ni tus padres. Ni kacchan ni Todoroki-kun. Solamente yo he visto por ti siempre.

Acariciar su cabello suavemente, disfrutando del calor de su cuerpo. Nos separamos y fijé mi mirada en su rostro, le ha quedado una cicatriz en su ceja que evita que crezca vello justo en la zona de la curva, tiene bolsas de ojeras bajo sus preciosos ojos y sus labios están algo agrietados.

"Vamos Midoriya Izuku, ¡tú puedes!"

Sintiendo mi corazón ir a mil por hora llevé mis manos a sus mejillas, sentí las mías arder un poco por la vergüenza y acerqué mi rostro hacia el de Aoi, sintendo su cálida respiración chocar contra la mía, causándome un espasmo placentero que recorrió toda mi columna.

La piel de todo mi cuerpo es de gallina por la anticipación. Aoi no se mueve ni se inmuta, ¿será que está de acuerdo en que... La... Bese..?

Sin querer posponer lo que tanto he añorado por años junté nuestros labios en un simple contacto, no me moví ni ella lo hizo, solo disfrutando de la sensación de sus suaves labios contra los míos aún estando agrietados.

Me alejé un poco para mirarle, ella tenía sus ojos mojados y su nariz y mejillas sonrojadas.

Ese había sido el primer beso de ambos.

Me aseguré de que así fuera, reservando todas nuestras primeras veces solo para nosotros. Por eso me deshice de tanto idiota se interpuso, así como del profesor en secundaria que la acosaba así como de sus pretedientes.

Verla así, tan frágil y preciosa en ese vestido rosa pastel me hizo recordar las miradas enfermas que le lanzaron toda su vida, ella siendo tan inocente que no lo notaba, y sin ella darse cuenta las provocaba más.

La ira y los celos me nublaron la vista. Los gritos de los portadores antiguos y su prescencia en el fondo del pasillo pidiendo que lo que estuviera planeando hacer no lo hiciera. Pero era jodidamente tarde.

No retuve la sonrisa enferma que de mis labios nació cuando ataqué su cuello, mordiendo con fuerza y escuchándole incluso gritar, rogar por clemencia.

Mordida y succionar la herida.

Dejé su cuello y clavículas con tantas mordidas quise, atacando incluso su mejilla aún sensible por el moretón ahora amarillo.

-¡Izuku-kun, duele mucho! -puso su mano en mi cara para empujarme pero eso solo me incentivó a ahora morder su brazo de la misma manera.- ¡Por favor, Izuku!

Al terminar de morderla la solté, cayendo mi Aoi de rodillas contra el suelo jadeando y llorando, haciéndose un ovillo contra uno de los muebles de la cocina.

Caminé hacia mi habitación y tras tomar el collar regresé con Aoi, quién aún seguía llorando.

-Vamos Aoi, no es para tanto. Si aguantaste la arrastrada del otro día y los insultos de Kacchan puedes con unas simples mordidas -me agaché para estar a su altura y tras mirarme le coloqué el collar sin problema alguno.- Regresaré para la cena, nos vemos más tarde, linda.

La tomé del mentón y robé nuevamente un casto beso de sus labios ahora húmedos por sus lágrimas. Me puse de pie y salí del departamento, tras cerrar la puerta me permití suspirar como un adolescente enamorado.

"¡Lo hiciste, Midoriya Izuku!"

Sonriente subí la capucha de mi sudadera y caminé por las escaleras pisos hacia abajo.

Sin imaginar el infierno que se desataría aquella noche.

If I killed someone for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora