Escucho sonar la alarma de su celular. Se levantó bostezando con pereza, era su primer día de preparatoria. No podía llegar tarde y decepcionar a su hermana mayor Kouyo. Así que se encerró en la ducha.El agua fría lograría que al menos deje de sentirse cansado. Sentía el agua bajar con delicadeza por su cuerpo. Se sentía tan bien y relajaba sus músculos.
Con una toalla seco su cabello rojizo como el fuego. Se vistió lo mejor que pudo. En el procedimiento de verse bien, escuchó la voz de su hermana.
─ Chuuuya, baja a desayunar. ─ sip era su hermana, entonces fue a su cuarto, saco su mochila y bajo hacia el comedor.
Fue corriendo hacia el comedor, se agarró del barandal de las escaleras para saltar y llegar abajo. ¡Parkour!.
─ Buenos días Chūya. ─ saludó su hermana. Una hermosa mujer pelirroja de ojos color cereza.
─ Buenos días Anee- san. ─ le regaló una pequeña sonrisa, agarró una silla y se sentó.
─ Te ves muy bien para ser tu primer día de clases, ¿acaso quieres llamar mucho la atención?. ─ le pasó un plato con pankekes y nutella. Chuuya bajo su mirada y los vio con ojos brillantes.
Agarró un tenedor y se puso a comer.
─ La verdad no lo hago para llamar la atención sólo me gusta verme bien. ─ hablo encogiendose de hombros con las mejillas llenas.
─ En eso tienes razón, así es mi hermanito. ─ solto una armoniosa risita. Ella también se dispuso a desayunar. ─ Es verdad Chuuya. Hace 3 días Dazai me llamó.
─ Aja, ¿Y que quería?. ─ dijo con molestia. Esa momia. ¿Qué quería, molestarlo como siempre?.
─ Me preguntó como estabas.
─ Aja. ─ fingió que no le importaba. Cuando escuchó eso de su Anee- san, su corazón se aceleró. ¿Dazai se preocupaba por el?.
─ Si, también me dijo que estará devuelta en tu mismo salón.
Todo el chocomilk que estaba tomando lo escupió.
─ Chuuya, esos modales. ─ le regaño, Chuuya agarró una servilleta y se limpió.
─ Lo siento Anee- san. ─ se disculpo ─ encerio, ¿Dazai?, es un poco raro juntarme con ella sabes que hace tiempo no nos hablabamos. ─ hablo cabizbajo.
─ Lo sé cielo, pero al fin podrás verla, ¿no querías eso?.
─ Por supuesto que quiero eso. ─ susurro. Su hermana le dedicó una cariñosa sonrisa.
Ambos hermanos terminaron su desayuno.
─ Chuuya es hora de que te vayas. ─ dijo Kouyo viendo la hora en su reloj de mano.
Chuuya se levantó, agarró su mochila, y se marchó. No sin antes despedirse de su hermana.
Hiba pedaleando muy muy rápido. Le llamaban el velocista. Pero estaba ansioso. Vería a Dazai, así que empezó a pedalear más rápido.
Chuuya Nakahara, un chico de 16 años amante de los deportes y artes marciales, vivía sólo con su hermana mayor Ozaki, su madre se había divorciado pero ella falleció hace seis años.
Su relación con Dazai fue cuando ambos tenían seis.
Aún se acordaba, cuando al frente de su casa se habían mudado una nueva familia, eran 5 personas en total. El estaba en su ventana viendo como bajaban de su auto sus nuevos vecinos. Pero algo llamo su atención. Una pequeña niña de cabello castaño cubierta de vendas había llamado su atención.
Su hermana le había llevado a dar la bienvenida a los vecinos, y de ahí conoció a Dazai, le pareció muy linda la niña, se habían vuelto muy cercanos, no se separaban.
Unos tres años pasaron, y se enteró que su madre había fallecido en un accidente. Ese día había estado llorando toda la noche. Se había enfermado y Dazai fue quien la cuido. Ella estuvo allí cuando más la necesito. El gran afecto que le tenían Se convirtio en otra cosa.
A el le gustaba Dazai.
Cuando tenía la oportunidad, pasaba todo el tiempo con ella, aveces era muy irritante se burlaba de el y de su estatura y el aveces la llamaba momia fea.
A sus trece años se declararía pero justamente Dazai se mudaria. Su padre Mori tuvo una propuesta de trabajo como médico en Rusia así que el no podía desaprovechar esa oportunidad.
Estuvo solo muchos meses, y los meses se convirtieron en años. Ya no se sentía triste, en esos años había tenido relaciones con otras personas pero nunca duraban. Cuando Dazai le había avisado de su regreso a Yokohama, no pudo estar más que feliz.
Ella visito su nueva casa. Y cuando se volvieron a ver, se lanzo hacia ella en un fuerte abrazo.
De nuevo empezaron a estar juntos y ese sentimiento que pensó que se había muerto hace años.Volvió de nuevo.
Los días pasaban y sentía que se estaba alejando de Dazai. Otra vez.
La veía no desde lo más lejos, con un grupo de dos hombres, el primero era un profesor de historia pelirrojo-marrón se llamaba Oda Sakunosuke y el otro un estudiante de pelo negro con lentes este se llamaba Ango Sakaguchi.
Paraba siempre con ellos, entonces decidió que no podía ser alguien más para Dazai tan sólo como un simple amigo de la infancia.
Dazai aveces se acercaba a el, pero el la evitaba, ¿Para qué? ¿Para ser sólo un estorbo en su vida?.
Pero a pesar de todas las circunstancias. El nunca la dejaría y aún la seguiría queriendo.
Estaba afuera del edificio de la Preparatoria, se dirigió para adentro y fue a donde estaba su casillero para empezar a guardar sus cosas. De repente, a lo lejos, escuchó una voz muy conocida. Su corazón empezó a palpitar.
Giró su rostro y escuchó su nombre a lo lejos.
─ ¡Chuuuuuyaaaaaa!. ─ Era la voz de Dazai. La vio correr hacia el. Se notaba que estaba muy alegre de volver a verlo. Su emoción aumento más.
Vio como Dazai estaba apunto de saltar para abrazarlo. El se apartó a otro lado y Dazai callo de cara.
Todo se volvió silencioso.
Nada, ningun ser vivo.
Toda la atmósfera silenciosa se rompió por los quejidos de Dazai.
Chūya soltó unas risitas.
─ Momia tonta y torpe. ─ se burló.
─ Maldito enano por eso no creces. ─ murmuró por lo bajo. ─ Si, yo también estoy feliz de verte enano. ─ alzó su rostro e hizo un puchero para después poner una de sus típicas sonrisas sarcásticas ─ me podías hacer el favor de ayudar a levantarme. ─ tambaleaba con la intención de levantarse.
Chuuya negó con la cabeza y la ayudo a levantarse.
La jalo del brazo. Pero se detuvo cuando miro a los ojos color avellana de Dazai.
Ella alzó su rostro y también se perdió en ese mar color azul de los ojos de Nakahara.
Todo se volvió silencioso otra ves.
Estaban ensimismados en su propio mundo, sin apartar la mirada del otro. El momento se rompió cuando Dazai se arrojó hacia dándole un fuerte abrazo.
─ Te extrañe chibi. ─ murmuro alegre, surcando sus labios en una sonrisa sincera.
─ Yo también, momia. ─ devolvió el abrazo. No podía estar más que feliz.
El doble negro acaba de juntarse otra vez.
(Editado)

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Momia Tonta [Dazaifem]
Random─ ¡Chuuyaaa! ─ ─ Callate, momia mal envuelta.─ ─ Ehh!, eres muy cruel~. ─ Tras unos largos tres años, al fin se reencuentran. Enterandose que sus sentimientos no habían muerto o volado con el viento. Solo eran tan idiotas para darse cuenta como s...