• B E G I N • Kookmin // FanFic [+21].

Capitulo I

Los días pasaban y la situación no cambiaba. Jimin se sentía pésimo, quería a su hermano de vuelta. Quería que lo mimara como antes, que le diera abrazos y muchos besitos. Jimin lo necesitaba, pero Jungkook no estaba.

Jimin era dos años menor, tenía cinco, y aún iba al kinder. Era su último año, el próximo entraría a la primaria, en el mismo instituto privado que Jungkook y nada lo hacía más feliz que eso. Antes de que todo se tornará de esta forma, él y su hermano habían planificado estar juntos siempre. Jungkook había prometido ser su guía personal y acompañarlo en cada recreo.

Ahora que estaba solo, ¿cómo iba a hacer?

Esto lentamente lo estaba deprimiendo. Y no había nadie con quién pudiera hablar sobre ello no había nadie quién lo pudiera entender. Jimin pesé a su personalidad alegré y amorosa, era un niño muy tímido y asustadizo. Y por esa razón no tenía ningún amigo.

Jimin pasaba sus días aburrido, dentro de la escuela, su única diversión era regresar a casa. ¿Por qué? Porque en casa podría estar con su hermano. Pero ahora eso se había acabado.

Sin embargo, esto no se quedaría así por mucho tiempo. Jimin estaba completamente decidido, haría que su hermano lo volviera a amar. Después de todo no podría estar enojado con él para siempre, ¿verdad?.

Así el plan, había comenzado a crearse en su cabeza. En hojas de papel y con colores brillantes, se puso a dibujar paso a paso lo que haría, mientras el resto de sus compañeritos lo ignoraban.
Jimin amaba pintar, era su actividad favorita cuando estaba solo.

Acostado en el piso, comenzó a pensar que podría hacer por Jungkook. El primer paso era disculparse, él realmente no lo odiaba. Solo se había puesto muy nervioso. Que Jungkook le gritará provocó que se enojará de la tristeza, y simplemente soltó aquellas palabras sin pensarlas. Pero no, Jimin no odiaba a su hermano. ¿Cómo podría odiarlo, cuando siempre había sido la persona más dulce con él? Jungkook siempre se había encargado de cuidarlo, protegerlo y mimarlo. Era importante disculparse y cuánto antes mejor.

El segundo paso, era darle dulces. Todos y cada uno de los caramelos y golosinas que tenía serían otorgadas a Jungkook en forma de disculpas. Jimin estaba seguro que con esto ya conseguiría ser perdonado, y si con eso no lo perdonaba aún tenía el paso tres: Hacer un retrato de él.

Bueno, tal vez ese no era el mejor de todos, pero ¿qué podría hacer con tan solo cinco años?. Aún era pequeño, esto era lo mejor que podía hacer por Jungkook. Un retrato de su hermano hecho con sus propias manitos era la muestra perfecta de todo el amor que le tenía. Sabía que no iba a salir exactamente igual a él pero le pondría todo el esfuerzo del mundo en lograr retratar cada uno de los detalles de Jungkook.

Y en cualquier caso, el paso cuatro ya se estaba dibujando: Abrazos. El plan de Jimin era llenar de abrazos y mimos a Jungkook. Lo haría hasta derretir el frío de su corazón, y así ya no podría olvidarlo nunca jamás. Iba a abrazarlo por todos lados. Sin despegarse de él ni un milímetro.

El quinto paso no lo quiso poner en papel y en colores. Era el movimiento más arriesgado, y Jimin sabía muy bien que dentro de la escuela era peligroso. Jungkook se lo había explicado hace mucho, y él nunca desobedeció a su hermano. Era un secreto entre lo dos, que debía proteger con el alma.
El quinto paso era su arma letal, y no importaba si Jungkook lo alejaba, él le daría besos hasta que por fin lo perdonará. Jimin extrañaba mucho los besos de Jungkook, y estaba seguro que él también...

Todo estaba listo. Ahora solo faltaba que lo vinieran a buscar de este aburrido lugar.

Mientras tanto Jungkook estaba muriendo sumergido en la clase de religión. Todos los días debía aguantar una hora al dia que le dijeran que se iba ir al infierno sino respetaba unos viejos mandatos de quién sabe qué. La forma en que sus profesores intentaban meter a toda costa el catolicismo en sus cabezas era terrible, buscaban adoctrinarlos a como de lugar. Y con Jungkook ya habían dado los primeros pasos.