Suya; ScarletWidow

Cap 5

POV Natasha.

-Aquí tienes lo que me pediste - Tony dejó caer una carpeta roja en la mesa frente a mí, haciéndome levantar la vista de mi laptop - ¿Qué sucede, Natasha?

-¿Perdón? - Pregunté distraída mientras tomaba la carpeta y comenzaba a leer las impresiones que contenía.

-Esta chica. Wanda. Nunca me habías encargado investigar a ninguna de tus amantes. Lo hacía para saber que no te estabas metiendo con ninguna especie de policía encubierta, por supuesto, pero siempre fue a tus espaldas.

-Espera, ¿Investigas a mis amantes?

Tony bufó.

-No es eso de lo que te estoy hablando.

-Sí que lo es. Tony, creo que soy lo suficientemente inteligente como para elegir a mis amantes, no necesito que las investigues.

-Yo y Clint debemos encargarnos no solo de algunos negocios, sino también de tu seguridad, Natasha. - Tony golpeó el suelo con un pie, claramente impaciente - Pero estamos hablando de otra cosa. ¿Qué tiene Wanda Maximoff que no tengan tus otras amantes?

-Primero que nada, Wanda no es mi amante. - Tony frunció el ceño.

-Pero se queda en tu casa.

-Secuestrada.

-¿Y?

-No me acosté con ella.

Ahora me tocó a mí fruncir el ceño cuando Tony soltó una carcajada.

-Es decir, que vive en tu casa, está aquí todo el día, pero no te acostaste con ella. - Volvió a reír - No creí que eso fuera a ser posible.

-Ayer intentó escapar. Me detesta.

-¿Entonces para qué me hiciste investigarla?

Me encogí de hombros.

No le diría que era porque estaba obsesionada con aquella castaña, por supuesto que no.

-Quiero saber quién es.

Tony soltó un suspiro y se enderezó.

-Cumplirá veintitrés años en dos semanas. Asiste a la Universidad, está en el último año de Literatura. Tiene una compañera de piso llamada Carol. No tiene mascotas, adora bailar y la música clásica, le gusta leer y pasa el 90 por ciento de su tiempo libre metida dentro de una escuela de baile a dos bloques de su departamento.

-¿Novios? ¿Novias?

-Actualmente, ninguno. Terminó con su único novio, Vision, luego de dos años de relación hace un mes y medio. El chico la engañaba con su mejor amiga.

Asentí, pensativa, ignorando la mirada penetrante que me dirigía mi amigo.

-Gracias, Tony.

-De nada.

-¿Yelena está aquí? - Pregunté mientras me levantaba del sofá y caminaba hacia la puerta de la biblioteca.

-Sí. Está aquí, y muy enfadada, debo decir.

Rodé los ojos. ¿Qué sería esta vez?

-Yelena, buenos días - Mi hermana se giró hacia mí para dedicarme una de sus miradas fulminantes.

-¿¡Secuestro!? ¿¡En serio!? ¡Natasha, por el amor de Dios! ¡Nunca pensé que llegarías a algo como esto! - Sus gritos me hicieron fruncir el ceño.

-Yelena, sabes que no soy ninguna santa. No entiendo cuál es tu problema.

-¡Mi problema es que vengo a visitar a mi hermana, para enterarme de que mantiene secuestrada a una chica en su casa! ¡Sé que no eres ninguna maldita santa, idiota, eres todo lo contrario! Pero esto, esto... - Yelena cerró los ojos, como si no pudiera siquiera pensar en ello. - ¿La violaste?