Cap 15

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POV Wanda.

-¿Natasha? - Sentada frente a mí, Natasha levantó la vista de su plato y me miró expectante. - Necesito hacer unas llamadas telefónicas. Quería saber si podía hacerlas con eso que me diste.

-¿Te refieres al teléfono celular?

-Aja.

-¿A quién llamarás? - Suspiré con impaciencia, mientras la veía llevarse la copa de vino a los labios.

-A mi hermano, Carol y Thor, tengo ya un mes aquí y solo recibieron un mensaje de mi parte el día que me rescataste.

-¿Thor?

-Es un amigo.

Tragué cuando su mirada se volvió a levantar, y me miró, gélida.

-¿Amigo?

-Sí.

-¿Desde cuándo?

-Desde siempre.

Levantó una ceja.

-¿Y por qué nunca supe nada de él?

Bufé, pero Natasha ni se inmutó, y siguió mirándome con aquella mirada glaciar.

-¿Y a ti qué te importa?

Levantó una ceja, desafiante, y por unos segundos divisé a esa Natasha. No a la Natasha juguetona, sexy y divertida que era conmigo. Sino a la Natasha distante, autoritaria y fría. A la Natasha mafiosa.

-Dímelo.

-Es un amigo, ya te lo dije. Vive en el pueblo en que nací, pero vino a visitarme unas semanas - Me encogí de hombros - Debe estar preocupado por mí, ¿Sabes?

-¿Te acostaste con él?

-¿¡Qué!? - Oh, bien, esto era demasiado.

-Que si tuviste sexo con él.

-¡No! - Dejé caer los cubiertos sobre la mesa, enfadada ¡Diablos, no! Quiero decir... ¿Thor? Ugh.

Hice una mueca, y ella por fin pareció entenderlo, porque una lenta y pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

Ah, ella siempre tan voluble.

-Harás las llamadas, pero ya sabes que no puedes hablar de más.

-Oh, sí, lo sé. Ser secuestrada y mentirle a mi hermano sobre ello es algo de todos los días. - Comenté sarcástica, dejándome caer sobre la silla.

Que a ella se le haya pasado el mal humor no significaba que se me hubiera pasado a mí también.

-Estás enfadada.

-¿De verdad?

-Wanda...

-¿Sabes? Tú no eres la única con el derecho a ser sarcástica, Natasha. - Comenté, mientras me levantaba de la mesa torpemente. - No tengo más apetito.

Caminé hacia dentro de la casa, sin saber exactamente a dónde ir.

Sentí sus pasos detrás de mí.

-Aquí. - Murmuró, apoyando una de sus manos en mi espalda baja y guiándome por la mansión.

A pesar de mis esfuerzos por ser indiferente, su mano me provocó deliciosos espasmos por toda la columna, y suspiré. También había extrañado eso.

Oh, sí. Hacer el amor con Natasha Romanoff no era algo de lo que uno se olvidara fácilmente, pero durante este mes no habíamos pasado de sesiones de besos.

Suya; ScarletWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora