POV Wanda.
-Wanda, despierta. Vamos, pequeña, hemos llegado - Fruncí el ceño ante el fuerte rayo de sol que me dio de lleno en la cara.
-Tengo calor - Me quejé.
-Lo sé, estamos en la otra punta del mundo, es verano aquí. Si te bajaras del coche, podrías quitarte la chaqueta - Abri los ojos, para fijarlos en Natasha, que estaba parada al lado del coche, sosteniendo la puerta abierta frente a mí.
Esperen, ¿En qué momento habíamos llegado a un coche?
-¿No estábamos en un avión? - Pregunté, mientras me bajaba del coche ayudada por su mano.
-Eso fue hace tres horas. Eres una verdadera dormilona.
Ignoré su broma en cuanto mis ojos se posaron sobre la colosal estructura que se alzaba frente a nosotros.
La casa estaba completamente construida en madera, vidrio y ladrillo visto, lo que la hacía confundirse con la abundante vegetación.
-¿Estamos en Brasil?
-Algo así.
-Siempre quise conocer Brasil... - Susurré, girándome sobre mis talones al sentir el rugido de las olas detrás de nosotras. - ¡Oh, cielos!
Natasha intentó sujetarme por el codo, pero me sacudí y comencé a correr hacia el mar.
Cuando dejé el camino de madera detrás, la arena caliente me quemo los pies, pero no me importó y seguí corriendo hasta que el agua del océano mojó mis tobillos.
-Esto es perfecto - Susurré, y luego comencé a reír como una desquiciada. El agua era completamente transparente, y la arena blanca resplandecía al sol.
Tuve la súbita sensación de estar en el paraíso.
-Wanda, vuelve aquí.
-Jódete. - Grité, mientras reía al ver un par de cangrejos sobre la arena.
Me quité la chaqueta, tirándola sobre la arena y sintiendo el alivio instantáneo.
-Podrás venir a la playa más tarde, ahora ven aquí.
La voz de Natasha se volvía cada vez más cercana, y me giré sobre mis talones para fruncirle el ceño.
-¿Puedes dejar de molestar? Muchas gracias.
Volví a girarme, pero no me perdí de su ceja alzada y su expresión azorada.
-Muy bien, señorita. Es suficiente. A casa. - Murmuró mientras me volvía a cargar.
-¡No! ¡Pero quiero meterme al mar!
-Deja de gritar. Lo harás más tarde.
-Eres peor que una madre.
-Y tú eres peor que una niña mimada.
-Por supuesto que no soy mimada - Me quejé, ofendida.
Natasha se limitó a reírse y caminar hasta la casa con tranquilidad.
El lugar parecía desierto.
-¿Hay alguien más aquí?
-Hay dos empleados que viven en una casa en la otra punta de la Isla, nadie más.
-¿Por qué?
-Porque es una isla privada.
Me depositó sobre el fresco suelo de mármol de la casa, y me señaló hacia un pasillo.
-Ve a la última habitación de la derecha, hay ropa para ti allí. - Asentí distraída, y me volteé, pero Natasha tomó mi mandíbula con una mano, obligándole a mirarla - Y recuerda que estamos en una isla. Nada de intentar escapar, no estoy de humor para tonterías, ¿Entendiste?
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Suya; ScarletWidow
FanfictionLo último que se esperó Wanda al ser secuestrada, era terminar en las manos de una mujer como Natasha Romanoff. Terriblemente poderosa, posesiva y seductora. Natasha no sabía porqué la había aceptado como un 'regalo'. Lo único que sabía era que en c...