POV Wanda.
El médico volvió a palpar mi abdomen, y yo suspiré. Era la decimoctava vez que lo hacía.
-El bebé debería estar en perfectas condiciones.- Nos comunicó. - Pero para estar seguros, le haremos a la señorita una ecografía, ¿Bien?
-Lo más pronto posible. - Natasha no despegó sus ojos de mí en toda la consulta, y tampoco movió ningún músculo.
-Creo que eso es todo, señorita. - El doctor, quien debo decir lucía mucho más agradable que al que le había roto una lámpara en la cabeza, se levantó de mi lado en la cama, y me sonrió alentadoramente. La tensión en el ambiente era palpable, y Natasha no hacía nada para ayudar. - Aquí tiene la pomada para los golpes, y pues...
¿Nos veremos mañana en mi consulta? - Preguntó, ahora girándose hacia Natasha.
Me enfadó que para cualquier decisión que me concernía a mí, se girase a preguntarle a Natasha. Cielos, ni que fuera mi madre.
-Estaremos allí. - Le comunicó fríamente, y el doctor asintió.
Parecía acostumbrado a la estúpida actitud furiosa de Natasha.
-Bien, adiós, señorita. Señorita Romanoff. - El doctor inclinó la cabeza y se marchó junto con el guardaespaldas, dejándome a solas con la pelirroja furiosa.
Volví mi vista a Natasha.
Estaba sentada en el sillón en una esquina de la habitación, con ambos brazos apoyados en los posa brazos y las piernas separadas. Me miraba imperturbable.
-¿Sabes? Justo ahora tienes un parecido increíble con El Padrino. - Comenté, intentando aligerar el ambiente.
No picó.
Siguió observándome, fijo, sin siquiera moverse.
Bajé mi mano a mi regazo, y comencé a juguetear con las sábanas que me cubrían las piernas.
-¿Piensas quedarte muda para siempre o empezarás a hablar en algún momento? - Pregunté, ya casi rayando la histeria. - Cielos, ahora hasta prefiero que me grites. - Murmuré, frustrada, sin levantar la mirada.
-Estoy intentando entender qué te llevó a actuar de una manera tan estúpida. - Respondió luego de unos minutos, y levanté la cabeza hacia ella.
¿A qué se referiría?
¿Al embarazo? ¿A haberle ocultado la violación? ¿O a mi desastroso paseíto?
-Oh, bien, parece que los ratones no te comieron la lengua, finalmente. Qué felicidad.
-No juegues conmigo, Wanda. - Su voz me produjo escalofríos, y me arrepentí de haber intentado bromear. Volví a desviar la mirada.
Esta Natasha, la Natasha mafiosa, distante y fría, me daba miedo.
Rayos, le tenía pánico.
-Lo siento. - Susurré, volviendo a fijar la mirada en mi regazo.
Soltó una carcajada que me heló la sangre.
-¿Qué sientes exactamente, Wanda? ¿Eh? Vamos, dímelo. - Levanté la mirada con precaución. Natasha se había inclinado hacia adelante, apoyando los codos en sus rodillas. Clavaba sus ojos en mí como dagas. - ¡Dímelo!
Me estremecí, pero finalmente una oleada de rabia creció en mi interior.
-Siento muchas cosas, de la misma forma en la que tú deberías sentirlas.- Natasha alzó una ceja, luciendo levemente sorprendida.
ESTÁS LEYENDO
Suya; ScarletWidow
FanfictionLo último que se esperó Wanda al ser secuestrada, era terminar en las manos de una mujer como Natasha Romanoff. Terriblemente poderosa, posesiva y seductora. Natasha no sabía porqué la había aceptado como un 'regalo'. Lo único que sabía era que en c...