Géneros: Romance, comedia, embarazo adolescente, amor-odio, reencarnación, transmigrada etc...
Fragmento: - ¡Bájate, abortaras ahora!
Lo mire pálida, entonces desate mi cinturón de seguridad y abrí la puerta del auto. Cuando lo vi saliendo...
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Después de un desayuno con el badboy, este empezó a lanzar cosas en la habitación continua, supuse era el salón de esta suite.
Oí el ruido de cosas estrellarse contra la pared, gruñidos de animal. Y luego todo se silenció abruptamente dándome mala espina.
Cuando termine mi jugo, camine envuelta en sabanas hasta la puerta.
Esa se abrió y con mi expresión fría mire adelante, donde su manzana de adán tragaba saliva.
— ¿Lo ves? Es por esto que no puedo dejarte estar en su vida —explique mirándole indiferente.
— ¿Y en la tuya, tampoco? —pregunto como si no entendiera lo que acabo de decir.
— ¡Obviamente tampoco!
Empujándolo, entre en lo que era el salón de la suite, la habitación detrás de mí sonó con crujido de la puerta.
El bastardo sigue hecho furias.
Busque mi ropa, pero no había nada por ningún lado.
Ni siquiera una camiseta del bastardo.
Llegue al bar de la suite y destape una botella con agua.
Detrás el bastardo apareció con una camiseta en su mano.
—Usa esto... —la lanzo a mi pecho y yo la tome con una mano.
Me quite la sabana envuelta en frente de él, pues la vergüenza no es algo que yo conozca (soy modelo de bikini y desnudos, estar en bolas en frente de personas es lo mío), y también me vi suficientes veces al espejo y asimile la perfección de este cuerpo.
—Quiero mi ropa para poder marcharme debo cuidar de mi hijo, soy una madre responsable. (Slaine)
—Aún tengo cosas que hablar contigo, debemos llegar a un trato para el bienestar de ese niño. (Izal)
—Al fin dices algo razonable —comente asintiendo, de acuerdo.
—Debemos casarnos —hablo mientras yo escupía mi bebida entre toces descontroladas.
— ¡Estás loco! *coff* *coff*
¿Cómo demonios llego a esa conclusión? ¿Está loco? ¡No, mierda este badboy esta loquísimo!
—Es lo mejor para el niño, es difícil crecer sin una familia estable.
Tras sus palabras él se sentó a mi lado en el bar, tomo una gran botella con wiski en sus manos y la sirvió para sí mismo.
—Necesito una ahora mismo —pedí mientras alcanzaba un vasito.
—Estas amamantando, tú no puedes —dijo quitándome el vaso él sonrió siniestramente.
¿Cómo sabe...? Carajo, no note que mis senos botaban leche cual cascadas.
