29: La llamada esperada

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Todo estaba perfecto, el trabajo había sido corto para el omega, a pesar de haber tenido la visita de esos revoltosos hermanos, pero dejando eso de lado, todo en el restaurante había estado tranquilo, Yoongi había terminado de trabajar y lo primero que había hecho después de salir del restaurante por la puerta trasera, había sido ir y comprar las golosinas que había prometido llevarles a los hermanos Kim.

Para su fortuna la tienda de autoservicio más cercana que había por la calle estaba vacía, así que recorrió los cortos pasillos de esta en búsqueda de las golosinas, un par de barras de chocolate con almendras para Jungkook, una bolsita de caramelos de limón para Jimin, un pastelito de chocolate para Seokjin, unas galletas de mantequilla para Taehyung, una barra de chocolate semi-amargo para Hoseok, y un pastelito relleno de mermelada de fresa para Namjoon. Después de pagar, y salir de la tienda, caminar había sido un pequeño descanso para Yoongi.

Todo estaba tranquilo, aunque el cielo ya casi estaba totalmente cubierto por las nubes, quizás llovería en ese preciso momento, pero, de todas formas, a Yoongi no le importaba mucho, si llovía, no le interesaría mojarse, por el momento, simplemente necesita relajarse después del día ajetreado que había tenido.

Por su mente pasaban las palabras que le habían dicho esos tontos hermanos Kim, pero sabía que todo se trataba simplemente de una forma de practicar para saber lo que debían decir a sus omegas y lo que no, aunque a Yoongi le hubiese gustado más que lo incluyeran en sus planes y no lo excluyeran y lo asustaran y lo hicieran enojar de esa forma como lo habían hecho en el restaurante, así por lo menos estaría preparado para lo que se viniese encima suyo.

Pero no era culpa de los alfas, Yoongi sabe que seguramente se han de sentir incomodos al respecto, después de todo habían intentado coquetear con él, y Yoongi no es un omega tan fácil, para nada, los intentos de ligues de otros alfas han sido prácticamente inútiles, y Yoongi prefiere que sea así, no quiere tener problemas más adelante y mucho menos con alfas.

Antes de que Yoongi pudiera cruzar la calle, su celular comenzó a vibrar dentro del bolsillo de su pantalón, de inmediato detuvo sus pasos y decidió sacar su móvil para poder ver de quien se trataba, sus ojos se abrieron en grande y no pudo evitar sonreír a la pantalla al ver el contacto, pues se trataba de una llamada de su madre, sin perder más el tiempo, contesto la llamada.

—¡Mamá! —exclamo feliz, causando que su madre soltase una suave risa al escuchar el entusiasmo en el tono de voz de su hijo.

—Cariño —contesto su madre—, no sabes lo mucho que me alegra poder escuchar tu voz.

—Es mutuo, mamá —canturreo Yoongi. El omega estaba muy emocionado por esa llamada—, ¿qué tal va el trabajo?

Se escuchó un suspiro del otro lado de la línea.

—Todo está bien, cariño —eso solamente causaba que el corazón de Yoongi se sintiera alegre, eso sólo podía significar muy buenas noticias para él—, estamos ya en fases finales.

—Eso es bueno —menciono Yoongi—, entonces podremos pronto a volver a vernos, ¿no? Cuando vengas te prepararé algo de comer y...

Pero Yoongi fue interrumpido por la voz de su madre.

—Cariño, creo que no podré regresar tan pronto como te había prometido.

Eso era algo que Yoongi definitivamente no se esperaba, su madre con esas simples palabras, había hecho que el paisaje lleno de flores frescas con aromas dulces se esfumará y cambiará a uno lúgubre y lleno de maleza, debía de tratarse de una broma.

—Es broma, ¿verdad? —dijo Yoongi entre suaves risas—. Mamá, por favor, dime que si es una broma.

Pero aquella pausa hizo saber a Yoongi que no se trataba de una broma, que aquellas palabras eran ciertas, que no le estaba jugando una mala broma, que se tendría que quedar con esos revoltosos alfas por más días, Yoongi preferiría estar en el purgatorio, definitivamente era mejor a pasar más días con esos alfas, y no es porque los odie, pero es que un omega entre alfas, no es una buena idea.

—¿Cuántos días? —pregunto el omega.

—Cariño, no te enfades por esto...

—Sólo dime por cuantos días más debo esperar tu regreso —dijo Yoongi con voz determinante, demonios, esto era peor que una pesadilla.

—Quizás una o dos semanas más —Yoongi trago en seco.

¿Dos semanas?

¡Dos semanas! ¿Acaso su madre quiere matarlo?

—Ya hablé con la señora Kim, y me dijo que no tiene problema alguno con que te quedes con ellos un par de semanas más —menciono su madre—, Yoongi, sé que no te gusta la idea.

—Por supuesto que no me gusta —menciono Yoongi—, joder —mascullo entre dientes—, ¿no habría forma para que regresases antes?

—Cariño...

—Sabes que no quiero estar más días en esa casa, quiero verte, estar contigo —Yoongi se sentía sumamente frustrado—, no creo poder soportar estar en esa casa más tiempo.

—Cachorro, no tienes cinco años —respondió su madre—, puedes manejarlo, eres un adulto, un omega responsable, sólo serán unos días más, te prometo que regresaré lo antes posible, pero solamente te pido que seas paciente...

—Creo que he sido lo suficientemente paciente, mamá.

—Entonces se aún más paciente —Yoongi soltó un suspiro, no debía molestarse, sabe que es el trabajo de su madre, sabe que de ahí sacan dinero para comer, así que no debía molestarse, debía seguir soportando unos días más—, Yoongi...

El mencionado apretó sus labios formando una línea.

—Está bien, mamá —respondió por fin—, seré paciente.

—Esa es la actitud, cachorro —dijo su madre, haciendo que Yoongi elevase levemente las comisuras de sus labios en una media sonrisa—, no estés triste, sé que no te gusta estar allí, lo comprendo, pero también debes comprender que no puedo dejarte solo en casa, menos con tu pánico a los espacios cerrados, cachorro.

—Lo sé, mamá —siempre se preocupaba mucho por su bienestar.

Yoongi sabe que soportar es lo único que le quedaba, unos días más eran quizás una tortura para él, pero sabría cómo manejarlo, esos alfas podían ser un desastre, pero Yoongi soportaría hasta un huracán, con tal de poder ver de nuevo a su madre y estar tranquilo en casa para poder vivir tranquilamente.

—Por cierto, ¿cómo han ido las cosas por allá? ¿Los hermanos Kim, te tratan bien?

Si con bien se refería a tener que soportar sus discusiones, además del hecho de saber que todos ven películas para adultos, y también de que dos de ellos se han infiltrado en su habitación para abrazarlo y que también se la pasa comprándoles golosinas y además darles consejos que no saben seguir al pie de la letra y que todo les sale mal, además de ir a verlo y molestarlo en su horario de trabajo en el restaurante, sí, lo tratan bien.

—Todo va bien, mamá —menciono Yoongi en respuesta.

—Me alegra escuchar eso —casi Yoongi podía ver a su madre sonriendo del otro lado de la línea—, ¿lo ves? Ellos no son tan desastrosos.

Yoongi sonrió al escuchar eso.

Sí, quizás no todo el tiempo lo son.

—Sólo digamos que se han comportado un poco mejor —respondió Yoongi y su madre no pudo evitar soltar una risa.

—Eso es bueno, cariño —escucho a su madre soltar un suspiro—, bueno, tengo que colgar, cariño, está entrando una llamada de mi jefe, te llamaré después, cariño.

—Sí, mamá, está bien —Yoongi esperaba que aquella llamada que vendría en el futuro, fuera la que más esperaba, una en donde su madre le dice que ya iba de regreso a casa—, cuídate mucho, mamá, suerte en el trabajo.

—Gracias, cariño, igualmente, te amo.

—Y yo a ti, mamá.

Sin más por decir, corto la llamada.

Yoongi soltó un largo suspiro, un par de semanas más, ¿qué podría pasar en un par de semanas más?

¡Los Hermanos Kim!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora