¡Los Hermanos Kim!

53: Un obsequio para Yoongi

El restaurante apenas recibía a sus primeros clientes, una pareja de ancianos que estaban disfrutando de una buena conversación mientras tomaban sus bebidas calientes y compartían un plato con una ensalada de frutas frescas con miel y yogurt, en otra pesa se encontraba una pequeña familia conformada por dos madres, una mujer alfa y otra omega y sus dos hijos pequeños, dos niños revoltosos que no dejaban de reír mientras jugaban con la comida y sus madres los regañaban de forma dulce, había otro hombre en una mesa con su computador y una buena taza de café a su lado, trabajando, y por supuesto Yoongi y Jungkook, quienes ya habían hecho su pedido y se encontraban esperando la comida, el hambre ya estaba cada vez más cerca, y el omega detesta no poder comer algo pronto, pero esperaría, sólo unos momentos más.

—Después de esto me gustaría llevarte al cine —menciono el alfa haciendo que Yoongi dejase de ver el menú que les habían dejado en la mesa por si querían pedir algo más—, ¿qué dices?

—Depende de la película —dijo el omega—, ¿cuál se supone que está?

—Bueno, quería llevarte a ver una de Marvel —los ojos de Jungkook brillaron en demasía—, ¿si te gustan verdad?

—Las películas de superhéroes, sí —dijo Yoongi—, aunque soy más fanático de las películas de terror, y las de drama, son interesantes.

—Oh... —Jungkook apretó levemente sus labios—, yo prefiero las de superhéroes y todas las películas de acción y aventura, son increíbles y muy emocionantes.

—¿No se te hacen muy repetitivas?

—Para nada, es como si dijera que también las de terror los son —Yoongi sonrió al escuchar eso y de inmediato dio un asentimiento.

—Te daré la razón, Kookie —aquel apodo solamente había hecho que el alfa sintiera que toda la confianza que había adquirido se esfumase, y es que escuchar ese apodo en la voz de Yoongi lo hacía sentir sumamente nervioso—, es cierto que son repetitivas, parece que Hollywood se ha vuelto un cliché tras otro.

—Al menos Marvel se salva —menciono el alfa.

—Mentiroso —canturreo Yoongi y Jungkook le dedico una sonrisa. El ambiente entre ellos era sumamente cómodo y lleno de confianza, y eso era lo que más le estaba agradando.

Todo hubiera seguido tranquilo, en el lugar se respiraba la paz total y cada quien estaba concentrado en sus propios asuntos, mientras que Jungkook y Yoongi se concentraban en hablar de algunas de sus películas favoritas y de las cuales consideraban que inclusive los temas clichés estaban bien manejados, alguien más entraba al restaurante, la puerta había sido abierta de golpe, llamando la atención de algunos presentes, pero dejándolo de lado, y pudo haber estado todo tranquilo de no ser porque Jungkook dejo de sonreír al ver a Jimin entrar.

¿Por qué estaba allí? Trago saliva, Yoongi le daba la espalda a la entrada del restaurante así que no había notado la presencia de Jimin allí, y ese era un alivio, pero el omega no tardo en fruncir el ceño al ver a Jungkook, quien parecía mirar detrás de él.

—¿Pasa algo, Jungkook? —pregunto Yoongi.

—N-nada... —carraspeo la garganta, y fue allí cuando Jimin lo miro—, es sólo que... creo...

—¡Jungkook, por fin te encuentro! —la exclamación de Jimin hizo que de nueva cuenta los presentes le pusieran atención, Yoongi miro por sobre su hombro izquierdo, y elevo las cejas al ver a Jimin allí.

—¿Jimin? —pregunto Yoongi.

Kim Jimin se acerco a pasos veloces hacia donde ambos se encontraban, pudo notar que ni siquiera les habían entregado la comida, así que esta era una grandiosa oportunidad para llevar a cabo la operación; obsequio para Yoongi.