¡Los Hermanos Kim!

12: Alfas inapropiados

El resto de la hora que le faltaba a Yoongi paso rápido, y al menos les había indicado a ambos hermanos Kim que se fueran antes, y que no le esperasen, pues él tendría que ir por algo a la tienda antes de regresar a casa de los Kim, al menos le habían hecho caso.

Yoongi había pasado a la tienda después de salir de su trabajo de medio tiempo en el restaurante, compro algunos bocadillos para los alfas, tendría que darles muchas explicaciones de cómo no debían de conquistar a las personas que les gustan, y un ejemplo grande lo habían dado esos dos en el restaurante, y era que no debían pelear frente a ellos, eso sólo causaba temor en los omegas, pues pensaban que la posibilidad de muchas discusiones, además de por supuesto un enorme porcentaje de probabilidad de que podían ser golpeados por el alfa les hacía sentir temerosos de inmediato, así que tendría que hablar con ellos cuidadosamente y hacerlos entender que no debían de actuar de forma tan brusca como esos dos en el restaurante.

No entendía cómo era posible que esos chicos no supieran por lo menos un poco de cómo debían de tratar a un omega, es que le parecía de verdad increíble, sonrió para después negar con la cabeza, esos chicos son un desastre.

El camino a casa fue tranquilo, Yoongi no podía siquiera creer que ahora mismo estaba en la acera que lo conduciría a la casa de los hermanos Kim, y no a su propia casa, soltó un suspiro, ojalá su madre regrese pronto de su viaje, primer día con los Kim, y todo es un desastre, no sabe lo que le pasará en los siguientes días, no esperaba algo bueno, o al menos esperaba que por lo menos no le molestasen mucho después de esto, así que todo estaría mucho mejor, o eso esperaba.

Siguió su camino perdido en sus pensamientos, hasta que por fin diviso la casa, la cual parecía estar tranquila, aunque Yoongi sabía que por dentro todo sería muy distinto, ingreso al patio delantero con su andar despacio hasta que por fin llego a la puerta, tomo la llave que la señora Kim le había entregado, y abrió la puerta, esperaba de todo, gritos y saludos, pero en cambio obtuvo silencio, parpadeo un par de veces, intrigado por ese repentino silencio que más que calmarlo lo estaba poniendo de los nervios.

Camino otro poco, cerró la puerta detrás de él, y siguió su camino, apretando la bolsa que traía en sus manos y siguió hasta mirar la estancia, allí estaban todos los hermanos Kim, en pijama, y con varios tazones de palomitas de maíz sobre la mesa de centro, además de algunos refrescos, miro que habían dejado un espacio en el sofá, justo en medio, al lado derecho estaba Jungkook, mientras que en el izquierdo estaba Namjoon, Yoongi soltó un suspiro, esos chicos a veces pueden llegar a sorprenderlo de vez en cuando.

—He llegado —anuncio Yoongi, todos los hermanos le miraron y no evitaron sonreír ante su presencia—, les traje bocadillos.

—¡Sí! —exclamo Jungkook levantándose de su sitio para correr hacia Yoongi, luego de él, fue seguido por Taehyung, y Jimin, los demás también se levantaron para recibir su respectivo bocadillo antes de que los más pequeños de la familia decidieran devorar demás—. Dime que si traes chocolate.

—El chocolate es mío —dijo Seokjin acercándose—, no creas que todo el chocolate del mundo es tuyo.

—Ya lo veras —menciono Jungkook, encontrándose con una barra de chocolate con nueces—, ¡sí! Muchas gracias, Yoon...

—Mocoso insolente, tienes que usar los honoríficos —le reclamo Namjoon—, discúlpalo Yoongi hyung, no tiene modales desde que nació.

—Descuiden —menciono Yoongi—, de todas formas, no me gustan los honoríficos.

—¿Entonces podemos llamarte, omega? —pregunto Taehyung, sus ojos brillaron esperando por la respuesta que pudiera dar Yoongi.

—¿Por qué querrías decirle de ese modo? —pregunto Hoseok—, Eso sólo es entre parejas, Tae, no seas tonto.