Ambos cuerpos destrozados se encontraban en el suelo, uno de ellos intentando contenerse por gritar y el otro con la mirada perdida. Un alto cazador se acercó para poder soltar una fuerte carcajada. —Es una lástima, realmente creí que escaparían, pequeños tortolos.— se agachó para tomar al explorador de la camisa y levantarlo un poco. —Disfruta el poco tiempo que les queda y mira el lado positivo, el podrá escapar por esta trampilla y ser feliz.— solto a aquel hombre con brusquedad logrando que soltara un grito. Jack solto otra carcajada al escucharlo y se alejó de ese lugar.
El minero se acercó con dificultad a su amado explorador para tomar su mano. —Tiene razón, aún puedes escapar.— la voz de Kurt cada vez se cortaba más y se escuchaba casi como un susurro. —Claro que no, no dejaré este lugar sin ti.— aquel minero sentía que en cualquier momento saldrían mil lágrimas de sus ojos, intentaba evitarlo para que el explorador no lo viera llorar. —Amor mío, todavía tienes mucho que hacer y puedes hacerlo sin mi, se que estarás bien.— como pudo puso su mano sobre la mejilla del contrario para acariciarla y regalarle una débil sonrisa. —Podrás tener una linda familia y cuidarás bien de ellos.— aunque doliera decir eso sería inevitable que Norton no se enamorara de alguien más, en algún momento pasaría de todos modos.
El azabache veía con tristeza al contrario, tenía que decidir entre irse por esa escotilla o quedarse al lado del amor de su vida aunque eso significará morir, el solo hubiera querido ser un poco más inteligente con su estrategia en esa partida. —Nosotros deberíamos estar en la mansión y lo arruine todo.— unas cuantas lágrimas salieron, caían lentamente por las mejillas de este. —Nosotros seríamos una familia, íbamos a salir de aquí para dejar todo nuestro pasado y olvidarlo todo...fui tan idiota.— sintió como el castaño seco sus lágrimas lo cual provocó que su mirada se detuviera en el contrario. —No digas eso, también debí hacerlo mejor.— le regalo una pequeña sonrisa al castaño y se acercó para darle un beso en la frente. —Mi precioso tesoro, te amo tanto.— dijo el castaño que poco a poco cerró sus ojos para dar su último respiro. —Te amo más, mi preciosa rosa.— mientras se recostaba a un lado de Kurt las lágrimas seguían saliendo, decidió quedarse al lado del ya fallecido explorador, aferrándose como podía al cuerpo de este mientras esperaba la hora de su muerte.
Bueno este es el fin de la historia, pido perdón por tardar un chingo JAJAJJAJS ya voy a empezar a actualizar las demás.