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R A V E N
—¡Bueno! Nuestros caminos están a punto de separarse. Vosotros tiraréis por el oeste, hacia Jenner, las playas. O podéis ser sensatos, y venir con nosotros a las montañas.
—Sí, pero, ser sensato nunca me ha servido en la vida.
Detrás de él, Clyde me miró y yo me encogí de hombros.
—No podría dejarlo solo. Ya sabes. Moriría.
Clyde rió.—Creo que la unión hace la fuerza y que formamos un gran equipo.
—Yo también pienso eso, pero hay algo que debemos hacer.—concordé con su afirmación.
—¡No es justo!—dijo Minnow detrás nuestro.
Nos giramos sorprendidos, ante su intromisión. Ella estaba llorando.
—¿Qué?—dijimos los dos, aproximándonos hacia ella.
—Wow, ¿Qué te pasa?—dijo Joel.
—¿Por qué tenéis que iros?—dijo ella, aún llorando. Joel pasó su mano por las mejillas de Minnow, quitando las lagrimas y yo solo lo miraba sonriendo.
