Ángel negro; Sofia Carson | G!P

Capítulo 16

"Es a ella quién necesito"

-¿Qué fue lo que te dijeron?
Me pregunta Sofía, mordiendo la manzana que tenía en frente suyo.

Observo sus labios.
Son muy buenos.

-Tengo detención y tengo que arreglar algunas cosas en la escuela luego de detención...

-¿Ya no tendrás tiempo para mí?

Me pregunta ella, haciendo un pequeño puchero con sus labios.Contengo las ganas que tengo de besarla.

"¿Ya no tendrás más tiempo para mí?"
Ella quiere pasar más tiempo conmigo. Aquella pregunta ha causado millones de sensaciones en mí.

Si tendría tiempo para ella, todo el que ella quisiera, así ella quiera ir al infierno junto a mí, me tendría a su lado para eso.

Entreabro los labios para responderle mientras acaricio su mano derecha con la yema de mis dedos.

-¿Fuiste a dirección? Joder, te estaban buscando- dice Noah, metiéndose a nuestra conversación, se sienta a mi lado con la comida, al parecer comprada de la máquina expendedora de la sala de profesores-Hola Sofía.

Ella le sonríe y él le devuelve el gesto
¿Por qué le sonrió? tenso la mandíbula, maldita sea. ¿Acaso Noah le parece guapo? ¿Y si Noah quiere llevársela a la cama?

No hace más de una semana que me había dicho que consideraba a Sofía como la chica más rara que había visto jamás, pero tenía algo que reconocer, y es que es muy sexy.

Y eso ardió en mi estómago.
Como si hubiese digerido 3 botellas de salsa picante mexicana.

Seguramente se traen algo entre manos.... no... no, él es mi mejor amigo... y ella es mi novia... ¿es mi novia?

-Detención, y tengo que hacer trabajos en la escuela hasta que sepan quien fue el que hizo eso.

-Es muy injusto...
Susurra Sofía lo suficientemente alto como para llegar a escucharlo.

-Sí, es muy injusto.
Repite Noah.

Lo miro mal de inmediato.
Y doy un pisoton por debajo de la mesa, para que sobre entienda que lo quiero lejos en este momento.

Noah logra entenderlo de inmediato.

-Iré a ver que están haciendo en la cafetería, quiero ver que fue lo que hicieron esos ladrones... nos vemos.

Ellos dos vuelven a sonreírse.
Trago saliva. Se gustan.
No, ___________ maldita sea, tienes que calmarte.

-¿En qué estábamos...
Pregunto yo.

Acariciandole la palma derecha, ella me sonríe, y se levanta de la silla en la que está sentada, se sienta en mis piernas. El salón de ciencias está vacío, y gracias a Dios, Noah dejó la puerta cerrada, lo cuál nos favorece.

-Quería saber...- pasa mis manos por su cuello- Si es que ya no tendrás tiempo para mí.

La sostengo de la cintura, la apego a mí.

-Tendré todo el tiempo que quieras... podría no asistir a esos estúpidos castigos solo para estar cerca de ti.

Ella roza su nariz con la mía.
Quiero besarla.
Y se que ella está poniendo resistencia.

Me muerdo los labios.

-¿Podremos ir a tu casa?
Me susurra al oído.

Me quedo estática por un momento, pero al siguiente segundo quedó extasiada. Quiere ir a mi casa. ¿Ella quiere...