Neko [KatsuDeku]

𝐶𝑒𝑙𝑜.

chikypaz

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—¡Amiguito, He vuelto a casa!

Al escuchar el llamado, salió corriendo a esconderse. De seguro otra vez el muy bastardo lo abrazaría hasta quizás romperle una costilla.

En una humilde casa, vivía la familia Kirishima, consistía en el señor y señora Kirishima, y de ahí su único hijo, Eijiro Kirishima.
Éste último decidió adoptar un lindo gatito, al que bautizó como Katsuki.

—¡Mi lindo gatito!— decía alegremente mientras apachurraba al pobre gato entre sus brazos.

Katsuki solo gruñía en un intento en vano de poder liberarse de ese agarre.

—¡¿Quién es un buen chico?! ¡Exacto! Tú lo eres— el pelirrojo bastante energético abrazaba a su querido gato, que maullaba y gruñía.

Al parecer no se había escondido muy bien que digamos.

—¡Ya sueltame maldito bastardo!
(¡¡MIAU!!)

—Seguro tienes hambre, ¡No te preocupes amigo! En seguida está tu comida.

Finalmente lo dejo en paz y se fue a la cocina en busca del alimento para gato.

Katsuki ya harto de sus jodidos abrazos, fue a buscar alguna ventana.

Al llegar a la habitación de Eijiro, tomo forma de un humano y abrió la ventana.

—Adiós bastardo, gracias por todo.

Y salió huyendo de su antiguo hogar.

Eso lo lleva al presente, no tenía un hogar como tal y se la pasaba en las calles robando comida, yendo de aquí para allá, explorando el mundo.

Apesar de las adversidades, diría orgullosamente que es feliz.

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—Izuku, hoy es sábado, ¿Sabes lo que significa?— habló el azabache que mostraba una ligera sonrisa.

Sonrisa que desapareció al ver a su gatito actuar extraño.

—Izuku, ¿Qué sucede?

El minino caminaba demasiado lento, aparte de maullar extraño.

(Aaaa me siento raro... Tengo calor)

Ese fue el pensamiento de Izuku.

—Miauuuu...

—Rayos... ¿Qué hago?— Aizawa se rascó la cabeza hasta que se le ocurrió una idea.—Ya sé, llamaré a un veterinario.

Fue casi corriendo hacia el teléfono de la casa, dejando al peliverde que, ya se estaba restregando contra cualquier cosa.