No hay razón alguna para decirnos "adiós" tan pronto.
Me recargo contra el mostrador, mientras veo como de aquel vidrio roto desprende una luz roja.
Yue tiene el rostro serio y la concentración al máximo, mientras intentaba buscar algún rastro de la bruja o de quienes están detrás de esto.
—Hay que dejar que el poder fluya...que salga poco a poco. — La voz de Anong a mis espaldas me sobresalta.
Me llevo una mano al pecho fulminándola con la mirada
—Tienes que dejar de aparecer de esa forma. — me quejé —. Me has matado del susto.
Anong sonrió y me hizo señas para que saliéramos de la pequeña habitación. Creo que lo mejor era dejar a Yue trabajar por sí sola, así que seguí a Anong.
Nos sentamos en el césped mientras veía como la tarde comenzaba a caer, habíamos llegado hace como una hora y Yue se había puesto a trabajar. Yunho tan pronto como estacionamos enfrente de la casa de la brujita se había bajado diciendo que necesita ver a sus padres, aunque yo sabía que estaba furioso por ponerme en peligro.
No intente presionarlo para que se quede. Nada bueno terminaría de un enfrentamiento, así que después de intercambiar un par de palabras con Yue. Él se alejó.
Mirar su espalda mientras se alejaba me recordó nuestras interminables peleas y lo salvajes que podíamos comportarnos. Al parecer ahora las aguas estaban calmadas, pero cuanto iba a durar.
Apreté los labios cuando me di cuenta de que mis ojos se cristalizaron, podía sentir la impotencia por todos lados.
Anong se aclaró la garganta a mi lado y eso sirvió para frenar cualquier rastro de debilidad. La escuche suspirar y dos segundos después su mano roso la mía hasta atrapar por completo mi mano.
Pestañe varias veces antes de quejarme, la presión resultaba dolorosa.
— ¡Maldita sea! ¡Duele!
—Es mejor que te duela la mano a que te duele el corazón. — su sonrisa se agrando. — Todavía está sangrando, déjame que yo me haga cargo.
Intente apartar mi mano, pero Anong ya me quito el vendaje y estaba viendo como una luz brillante azul salía de sus dedos formando una hilera. Me quede con la boca abierta, viendo como la sangre que ahora estaba seca se desquebraja de mi piel y como los hilos luminosos se metían en mi piel y la cerraban lentamente.
Anong levanto los ojos unos minutos y me sonrió de medio lado.
—Sorprendente ¿Verdad?
Lo único que pude hacer fue asentir.
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Tenías que ser tú⇝( Almas perdidas)
FanfictionHistoria propia © La familia Kim y la familia Jung han estado enfrentadas desde hace varias generaciones atrás, sin embargo esa rivalidad se ha ido apagando con el pasar de los años. No es así para Kim Jaejoong y Jung Yunho quienes mantienen es...