Las zorras de las 9 colas

El sentido del valor

Hola, como prometi son 2144  plabras

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Narracion omniciente

Y a habian pasado unos dias desde que esas chicas habian llegado a sus vidas, y Zenitsu aun no se acoplaba del todo al hecho de vivir con un personaje que si quisiera podria devorarlo por la noche. A pesar de la situacion, Zenitsu no podia dejar de pensar en lo que sucedio hace mucho, antes de conocer a los chicos y formar la banda.

"Es probable que si sea un cobarde"

Pensaba mientras se levantaba de su cama y entraba a la cocina, ciertamente, a pesar de que la mayoria de los chicos preferian un apartamento, a el le gustaba mas tener una casa propia, razon... la tranquilidad y privacidad.  Nezuko se encontraba en el nuevo cuarto que Zenitsu le habia brindado puesto que los primeros dias ella habia acaparando la suya, enviandolo asi al sillon de su sala y causandole molestias en la espalda.

Se preparo un te y se sento en su silla favorita para saborearlo junto con unas golosinas, por arte de magia, Nezuko aparecio de la nada debido a que el olor de las golosinas y el te la invocaron.

-Waaaa,-  grito Zenitsu al ver a la chica acercarse  -no! alejate, te dare golosinas pero no me comas!

A pesar de todo, Zenitsu seguia teniendo miedo de aquellas chicas, por alguna razon, cada vez que trataban de tocar el tema de ellas, el se entia incomodo o apenado.

Miraba con tristeza a la joven que disfrutaba de un te caliente con deliciosas golosinas, al acabarseles ella comenzo a buscar mas en la alacena y fallando en el intento, fue entonces cuando comenzo a buscar por todas partes de la cocina, encontrando asi en un cajon una caja de dulces de aspecto caro y delicioso.

-Suelta eso-  replico Zenitsu arrebatandole los dulces de las manos a la chica  -nunca los vuelvas a tocar.

-Pero, solo son dulces-  respondio Nezuko con obviedad.

-Esto son mas que dulces comprendes?-  pregunto Zenitsu exaltado   -nunca los vuelvas a tocar.

Dejo a Nezuko sola en la cocina mientras el buscaba donde guardar de nuevo las golosinas de forma segura... Su cabeza estaba hecha un lio, tal vez y fuiste muy grosero con ella"  penso mientras escondia los dulces. Solto un leve suspiro mientras se sentaba en su cama y se llevaba las manos al rostro, recordaba como era su pasado, en serio era una moliestia seguir asi, tan distante de lo que le quedaba de su familia.

-Aniki-  suspiro nuevamente con melancolia  -lo siento, siento no poder ser como tu-  susurro para si mismo  -trato y trato, pero sigo siendo tan debil y cobarde.

Se recordaba una vez, jugando con su hermano mientras su abuelo los miraba desde la casa en que solian vivir, ahora, esos recuerdos no eran mas que cosas olvidadas.  Recordaba que hace mucho su abuelo solia darle a el y a su hermano las mismas golosinas que le habia arrebatado a Nezuko con anterioridad, recordaba la sensacion que sentia cada vez que su abuelo frotaba sus cabezas con sus manos, ciertamente los mejores dias de su vida.

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