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10.- First Days As Roommates

- ¡Vamos, Charles!

Llamé por cuarta vez a su puerta, esperando para poder tomar el taxi que nos llevaría hasta el aeropuerto, pues Owen había concretado un alquiler de coche y debíamos recogerlo hoy.

- ¡Si no abres la puerta ya, te juro que la tiro!- Grité ya desesperada.

- ¡Ya voy! ¡Un segundo!- Escuché su voz al otro lado de la puerta.

- ¿Todavía no ha salido?- Preguntó Madi llegando a mi lado.

- No, es peor que una adolescente antes de una cita.- Rodé los ojos haciendo reír a la de rizos.- ¡Solo tienes que tomar tu maldita maleta! Vamos a llegar tarde, ¡el taxi está esperándonos!

- Ya estoy.- Dijo arrastrando su maleta al exterior de la habitación.- No encontraba mi caja de púas.

- Te hubiese comprado yo otra.- Dije tomando su brazo para arrastrarle a la salida.

- ¡Por fin llegáis!- Dijo Owen terminando de meter sus maletas en el maletero.

- ¿Va a entrar todo?- Pregunté una vez llegamos a su lado.

- Tiene que caber.- Dijo Charlie tomando mi maleta para acomodarla.

- Bueno, podemos poner cosas en la parte de atrás a unas malas.- Comentó Owen al ver que el maletero estaba al completo y todavía faltaba meter la maleta de Charlie y nuestras guitarras.

Nos decantamos por colocar las cosas de forma "estratégica" en la parte de atrás, para que nos molestase lo menos posible a Owen y a mi, mientras que Charlie, llevaba con él, mi mochila de mano y la suya. Por suerte el trayecto no fue muy largo y en unos quince minutos llegamos a nuestro destino.

- La próxima vez pedimos dos taxis.- Dije mientras sacaba todo a duras penas del coche.

- Ya bueno, ahora tenemos que volver a meterlo todo en el otro.- Dijo entre risas Owen.

- No me gustan las mudanzas.- Dije soltando un suspiro mientras me sentaba sobre mi maleta.

- Iré a por la llave, podéis esperarme aquí.- Nos avisó el rubio caminando hacia la puerta de entrada.

- No me mires así, no puedo hacer nada para evitar que tengamos que volver a meter todo en el coche.- Dijo Charlie entre risas.

- Lo sé. Cuando llegue no va a haber un dios que me saque de la cama o del sofá.- Aseguré echando mi cabeza hacia atrás.

- Ya somos dos.- Me acarició la cabeza y yo le sonreí.

Después de aproximadamente diez minutos, Owen volvió con la llave. Tomamos todas nuestras cosas del suelo y caminamos hacia el estacionamiento donde se encontraba el coche. Una vez lo cargamos, llenando también la parte de atrás, donde me encontraba, Owen condujo hacia nuestro departamento.

- Es más grande de lo que pensaba.- Dije una vez entramos en este.

- Ni que lo digas, en la foto parecía más pequeño.- Me dio al razón Owen.

- Voy a darme una ducha.- Les avisé tomando mis cosas para dirigirme a mi habitación.

Dejé todas mis cosas tiradas por la habitación, abrí mi maleta, saqué un conjunto cómodo para estar por casa, algunos botes de viaje de champú y gel, y me encerré en mi baño. Tardé más de lo que pensaba en lavarme, pero de veras que me encantaba la sensación del agua sobre mi piel, después de haber estado todo el día tirando de las maletas de un lado para otro, esto conseguía relajar mis músculos casi al completo.

- ¡May, vamos a ir a por algo de comida para hoy!- Me avisó Owen desde la otra punta de la casa.

- ¡De acuerdo, yo iré colocando mis cosas! ¡Si necesitáis algo llamadme!