El lunes finalmente llegó. Un día espléndido, el cielo se encontraba despejado y el sol parecía brillar con más fuerza iluminando todo a su paso, intensificando la belleza de las cosas más simples.
Todo parecía perfecto, excepto para Jimin, quién desde el momento en que cruzó palabras con Jungkook en el elevador durante la tarde del sábado, era un atado de nervios. Hasta cierto punto se arrepentía de haber accedido a salir con el moreno y no porque no quisiera hacerlo, ganas no le faltaban realmente. Sin embargo, sentía que no podría con la situación, si ya estaba nervioso, ¡no quería ni imaginar cuando tuviera al otro chico en frente!
El día transcurrió lento y por ratos el deseo de salir pronto del trabajo nublaba la mente del peligris.
No sabía muy bien como funcionaría la salida o cita, si es que podía permitirse llamarla así. Más allá de lo que le dijo al salir del ascensor no volvieron a cruzar palabras. No tenía idea si Jungkook pasaría por él o lo esperaría en el edificio para darle otro susto a su alocado corazón o quién sabe, quizá se había arrepentido.
Aquel pensamiento dolió un poquito, pero antes siquiera de poder darle más vueltas al asunto la vibración de su celular lo interrumpió. Había recibido un nuevo mensaje.
Pasaré por ti al cierre de tu tienda ;)
No tenía remitente, y tampoco conocía el número, pero sospechaba que quien le había enviado el mensaje era exactamente la misma persona que durante las últimas semanas había estado colándose entre sus pensamientos, Jeon Jungkook.
~
Finalmente, la hora del cierre de la librería había llegado y no podía sentirse más ansioso. Las manos le temblaban al acomodar los últimos libros en las estanterías y cruzar un último par de palabras con su amigo Taehyung.
Una vez apagadas las luces, y habiendo girado el cartel de abierto a cerrado que se encontraba colgado en la puerta, ambos se dirigieron a la salida.
Afuera, la tarde ya comenzaba a refrescar y un viento ligero removía las hojas en las copas de los arboles cercanos. Jimin miró a su alrededor, buscando una cabellera negra y el pelicastaño a su lado fue quien finalmente le apuntó a uno de los costados de la librería mientras le daba una sonrisa divertida para luego despedirse con la mano.
Ahí se encontraba él, aquel moreno que ocupaba todos los días su mente. Descansando contra uno de los escaparates de la librería mientras miraba atento su celular, casi como queriendo pasar desapercibido del mundo, pero era imposible. Su sola presencia era suficiente para llamar la atención a más de algún transeúnte.
Posiblemente fue la intensidad con la que lo miraba o que sintiéndose atraído por una especie de imán llevó sus pasos hacia el chico frente a él, quien sintiendo su presencia elevó la vista curioso para luego sonreírle, y diablos, qué sonrisa tan bella tenía este hombre.
– Ho... Hola –
– Hey – le saludó de vuelta – ¿Qué tal el trabajo? –
– ¿Hoy? Especialmente lento – respondió fingiendo pesadumbre a lo que Jungkook soltó un risita.
– De seguro no fue tan malo, o al menos ahora no lo será – la mirada que le dedicó era indescifrable y Jimin no pudo hacer más que tragar y tratar de recomponerse de los nervios que volvían a aflorar en su estómago. Por ratos se sentía tan vulnerable a los encantos de Jungkook y lo frustraba enormemente pues, sabía que si seguía así solo complicaría las cosas para él.
Sacudiendo todo pensamiento de su cabeza, comenzó a seguir al pelinegro.
Caminaban a paso tranquilo mientras conversaban de cosas triviales, riendo cuando alguno de ellos hacía algún comentario o gesto gracioso. Si alguien mirase la escena desde fuera podría considerar que eran dos grandes amigos poniéndose al día en sus vidas y no dos desconocidos que poco a poco comenzaban a unir sus caminos.
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Blueberry Skies ~KOOKMIN~
RomanceGran parte del día se lo pasa metido en la librería en la que trabaja o estudiando para sus clases y exámenes. Y en cuanto al amor, bueno... hace tiempo había dejado de tocar a su puerta, y no es como si le preocupara ¿o sí? Entonces ¿Qué ocurrirá...